No me Digas La Verdad

Nueva vida

Alexa era una niña de 14 años, de la que sus padres se alegraban mucho, era buena estudiante, tenia muy buenos amigos y hacia sus tareas en casa y en la escuela, lo menos importante pero que OS voy a decir es que era guapa, pero no solo por fuera, porque por dentro tenia un corazón tan grande...

Un día sus padres decidieron cambiar de ciudad, es decir, mudarse. A Alexa no le parecía muy buena idea eso de irse de su pueblo natal, ya a que allí es donde tenia toda su vida, sus amigos, su familia, sus estudios, sus actividades...

-Cielo haz las maletas que nos vamos y no llegamos.

-Pero mama yo no quiero irme de aquí, me encanta este pueblo he nacido, pasado mi infancia y vivido aquí, mis mejores momentos están en este pueblo.

-Ya pero a lo mejor nos vendría bien cambiar un poco de ambiente, tu padre y yo lo hemos estado hablando y nos vamos a Walta.

-Pero mama, eso esta lejísimos, ¿es que no vamos a volver?

-Claro que si, pero no estaremos todos los días viniendo, sino, de vez en cuando.

-De verdad mama, lo hago todo perfecto y así me lo agradeceis, ¡OS odio!

-¡Hija!

Alexa se fue corriendo y llorando a su cuarto. Cogió el ordenador y se puso a hablar con su amiga Mónica. Le contó todo lo sucedido y su amiga se puso muy triste ya que se llevaban muy bien, pues no le gusto la idea de que su amiga se mudara, pero aun así le dijo que hiciera caso a sus padres si no quería llevarse una bronca.

Alexa se despidió de Mónica y se puso a preparar la maleta. Pasaron 15 minutos y ya tenia lista la maleta. Bajo las escaleras se despidió de su casa y se monto en el coche muy dolorida por dentro. Le daba pena dejar el lugar donde le había pasado los mejores momentos de su vida.

Eran 7 horas de viaje, Alexa se había quedado dormida y cuando se despertó ya había llegado a su nuevo hogar, Walta. Se bajo del coche y entro en su nueva casa. Todo era nuevo como su vida que iba a empezar de cero. La casa tenia dos plantas tenia tres dormitorios y tres baños. Era perfecto porque era un baño para cada uno, eso le gusto a Alexa. Pero no era suficiente, seguía echando de menos a su ex casa, su ex cuarto, su ex pueblo todo lo de su ex vida.