Perdidas

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La familia ya había llegado al nuevo pueblo. Las niñas no sabían donde estaban pero parecía un pueblo tan alegre pero a la vez solitario y misterioso.
De repente pararon delante de una casita muy acogedora. Entonces el padre se acordó de que tenia que ir a recargar el coche, la mujer decidió acompañarle.
Le dieron dos besos a cada una de sus hijas y se fueron.

Sus hijas se quedaron allí solas sin saber donde estaban ni que hacer ,todo era tan raro. Estuvieron allí esperando un rato a que vinieron los padres. Pero nunca volvieron.

En aquel momento la puerta de la acogedora casita se abrió. Las niñas se asustaron y de un brinco se levantaron del bordillo en el que estaban sentadas. Cuando miraron hacia atrás había una mujer mayor que parecía muy simpática que les pregunto...

-¿Vosotras sois Caída y Amarga?

-Disculpe señora, nosotras somos Claudia y Aghata y nuestros padres fueron a recargar el coche y todavía no han vuelto, ¿nos podría ayudar? - le explico Claudia muy formal.

-Ni volverán ... -susurro la anciana.
Pues claro que os ayudare, entrad -dijo mientras que señalaba la puerta de la casita.

¿Gemelas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora