Capítulo 77

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Capítulo 77

MARATÓN 2/3


Dos años después.

-¿Estás nerviosa? -Pregunta Andrea--Un poco si la verdad -Dije mientras me tocaba el pelo- No puedo creer que la boda sea de aquí un mes y nos queda muchísimo por preparar... -Suspiré--Bueno, para eso estamos tus damas de honor -Dijo Marta- Sabes que nos encantaría ayudarte, pero te emperras de hacerlo tu sola.-Lo se, pero es algo que quiero hacer yo -Suspiré- Me lo debo a mi misma.-Pero no podrás con todo -Dijo María--Mira, hacemos una cosa, si no puedo, me ayudáis ¿Vale?-Que cara tienes -Dijo Eunice riendo- Para eso dejanos ayudarte ya, si tarde o temprano nos pedirás ayuda.-Callaos -Ordené- Os pondré los vestidos más horteras del mundo -Amenacé--Oh, no por favor -Dramatizó Clara- no pasaré por ese ridículo.. -Todas rieron--Es broma. -Dije- Anda, es aquí -Dije mientras abría la puerta-

Entramos en la tienda, veía a las chicas nerviosas y me lo contagiaban. Entramos y sin decir nada, nos llevaron donde los vestidos. Para las damas de honor, habíamos elegido unos vestidos azul cielo, era de palabra de honor, aferrado al cuerpo hasta las caderas, una vez que llegaban a las caderas caía hasta el suelo. Era liso completamente y el pelo lo llevarían recogido.

-Los vestidos de dama de honor los ha elegido mi madre -Les dije cuando cogí uno de ellos- Espero que os guste -Las miré- Sinceramente son preciosos-Dejate de charlas y enseñánoslo! Estamos impacientes por verlos -Dijo Andrea--Está bien... -Saqué de la bolsa negra el vestido, con cuidado de no arrugarlo y las miré--Oh dios mío -Dijeron todas a la vez--¿Que pasa? -Pregunté un poco asustada- ¿No os gusta?-Oh, diablos Míriam, claro que nos gusta. -Dijo Eunice--Es precioso -Dijo Marta mientras lo cogía--¿Nos quedará bien? -Preguntó María--Por eso estáis aquí tontitas -Sonreí- cada una os probaréis el vestido y os lo arreglarán -Sonreí--¿Y tu? -Preguntó Clara y sonreí--Yo nada -Mentí-

Las chicas se fueron a probarse los vestidos encantadas, salieron en nada, se miraron en el espejo que había en ese largo salón y vinieron las modistas a acabar de darles unos toques. Mientras ellas estaban en su mundo, enamoradas y encantadas del vestido, yo fui a probarme el mío. Sinceramente no sabía como era, confié plenamente en mi madre. Y os preguntaréis ¿En tu madre? Pues claro que si. Se puede decir que en estos dos años, me llevo bien con ella, hasta conseguí poderla llamar "mamá".Entré donde me dijeron que tenían el vestido y, me quedé maravillada con él. Era precioso. El vestido era largo, con una cola enorme, tenía escote de corazón y los brazos, pecho y espalda solo había una tela transparente de encaje blanco, lo que significaba que tendría que ir sin sujetador, las mangas eran largas.Salí del probador y me quedé en aquel enorme salón mirándome al espejo. No podía creerme que en cuestión de días me casaría con Álvaro. Desde que me pidió matrimonio, se puede decir que nuestra relación se había echo más fuerte. Casi no discutíamos y estábamos más melosos que nunca. Estaba tan embobada mirándome en el espejo, que no me di cuenta que las chicas me estaban mirando. Las miré a través del espejo y me limpié las lagrimas y las sonreí.

-No me puedo creer que me vaya a casar -Murmuré--Estás preciosa amiga -Dijo Marta--Dios, el vestido es precioso. -Dijo Andrea--Te sienta fenomenal -Dijo Carla--Álvaro querrá arrancártelo cuando te vea con él -Dijo María y todas reímos--¿Os gusta tanto como os gusta a mi? -Todas asintieron-

Las modistas entraron y empezaron a retocar el vestido. Quisieron ajustármelo más en la barriga pero me negué.

-¿Porqué no quieres que te lo ajusten de la barriga? -Dijo Eunice y las miré--Pues, porque no sabemos si la barriga va a crecer mucho dentro de un mes. -Las miré--No seas paranoica Míriam, no tienes porqué engordar.-Yo se lo que me digo -Sonreí- Si antes de la boda, me sigue quedando ancho, vendré. -Dije mirando a las modistas y estas asintieron- Perfecto. -Sonreí--Puede sacarse el vestido -Dijo una de las modistas- En cuanto lo tengamos preparado la llamaremos.-Esta bien, muchas gracias -Sonreí-

Salimos de la tienda y las chicas decidieron ir a tomar algo, yo simplemente me negué.

-Diablos Míriam, ven con nosotras. -Dijo Marta--No chicas, de verdad. Me encantaría ir pero, tengo que acabar con los detalles de la boda y Álv... -No me dejaron acabar--Álvaro, Álvaro, Álvaro... Siempre Álvaro -Marta se cruzó de brazos- ¿Puedes dedicarnos un poco de tiempo a nosotras? Somos tus amigas. -Reprochó--Lo se, lo se pero... -Volvió a cortarme--Pero nada, Míriam. Joder, siempre haces lo mismo. Solo centras tu atención en Álvaro y a las demás ¿que? -Se la notaba enfadada--No digas eso -Susurré--Es la pura verdad -Soltó Andrea- ni siquiera te has dado cuenta de que... -La interrumpí--De que ¿que?-Joder, ni siquiera te has dado cuenta de que estoy embarazada! -Gritó Marta a los cuatro vientos y me quedé helada. La miré y clavé mi vista en su barriga. Tenía razón, esta se encontraba más rellenita--Marta -La miré- yo...-Marta nada... -Me miró con ¿desprecio? ¿dolor?--No me mires así -Desvié mi vista al suelo--¿Y como quieres que te mire? Dime. Ni siquiera te has dado cuenta. Pero... -Soltó una carcajada- ¿Como te vas a dar cuenta si solo piensas en Álvaro y casi no cuentas con nosotras? Pensé que eramos amigas... -Las miré a todas--Y lo somos. -Afirmé--¿Segura? Ni siquiera nos has preguntado como estamos, ni siquiera te has preocupado por nosotras. Estás tan centrada en la boda que ni siquiera te has dado cuenta que Carla no se habla con David, o que por fin Carlos le ha pedido a Andrea que se vaya a vivir con ella... ¡No sabes nada! -Empezó a gesticular con los brazos--No es mi culpa -Susurré--¿Que no es tu culpa? -Carcajeó- ¿Entonces de quien es la culpa? ¿De Eunice? ¿De María? ¿De Carla? ¿De Andrea? ¿Mía? -Todas estábamos calladas- Paso de perder el tiempo reprochándote cosas. Vete, corre, vete con tu amado. Paso de estresarme -Me miró y cogió aire- Al fin y al cabo, no quiero que me pase lo que te pasó a ti -Se llevó las manos a su barriga. Eso dolió--¡Marta! -Dijo María--Te has pasado -Suspiró Eunice--¿A caso no es verdad? -Las miró- Mucho que os quejáis y después no le decís las cosas a la cara. -Me miró- No se que haces aquí plantada. ¿Porque no te largas de una puñetera vez? Álvaro debe de estar esperándote.

María se separó de Marta. Mis ojos se aguaron. Realmente, lo que dijo Marta me tocó, y mucho. Me sequé las lágrimas antes de que cayeran, las miré por última vez y me fui de allí. Escuchaba el murmuro de las chicas mientras les echaban la bronca a Marta por la cosa desagradable que dijo. María salió en mi busca cuando eché a correr. Se que lo hice mal, se que no debí dejarlas de lado durante estos dos años, se que me he centrado más en mi relación que con ellas, pero.. ¿que iba a hacer yo? Un desliz de estos lo tiene cualquiera. Joder, me sentía realmente mal. Odiaba pelear con Marta, no me gustaba nada... La conocía desde que tenía uso de razón y nunca me gustó pelear con ella. Me senté en uno de los bancos que había por la calle e intenté cesar mi llanto.

-Míriam. -Murmuraron detrás de mi--¿Que quieres María? -Dije mirándola--No le hagas caso a Marta. -Dijo mientras se sentaba- Dijo una cosa horrible -Miró al suelo--Lo sé... Me lo podía esperar de las demás, pero de ella... Me dolió ¿Sabes? -La miré y me miró--Entiendo. Pero piensa en ella... Moría de ganas por decirte que estaba embarazada, no paraba de repetir que el día que te viera ella empezaría a tener barriga y que esperaba que te dieras cuenta -Soltó un suspiro--Soy una mala amiga -Me llevé las manos a la cabeza- Joder. ¿Como no me pude dar cuenta? Maldita boda.-Eu, -Pasó su mano por mi pelo- No le eches la culpa a la boda. Te entiendo -Sonreí- Yo también paso más tiempo con Dani, casi no quedo con ellas. -Suspiró- Te entiendo perfectamente prima -Sonrió- No dejes que sus palabras te afecten. -Asentí- Anda, vamos... Te acompaño a casa -Volví a asentir-

No dijimos nada durante todo el trayecto. Caminábamos en silencio. Una vez que llegamos a casa me despedí de María, decidí entrar en casa, pero algo me echó para atrás y llamé a María.

-¡María! -Grité y esta se giró- Ven un momento -Ella vino--¿Que pasa? -Preguntó sonriente--Quieres... esto... hummm... -Suspiré- ¿Ayudarme con las tartas y las flores?-Claro que si primis -Sonrió y me abrazó--Gra.. Gracias.

Entramos en casa, nos sentamos en el sofá y cogí el catalogo de los pasteles y el de las flores para el ramo y los puse encima de la mesa. Estuvimos mirando primero las tartas. Había un montón que nos llamaba la atención. Vimos uno, que a ambas nos encantó, era bastante sencillo, era blanco y llevaba unas rosas en el segundo piso y era de chocolate. Carlos seguro que se lamería los dedos. Y en cuanto al ramo, escogimos un ramo con orquídeas que era bastante bonito y lucía bien con el vestido. Acabamos más rápido de lo que esperaba, así que María aprovechó y cogió el álbum para las invitaciones. Estuvo mirando hasta que llegó al punto donde Álvaro y yo habíamos señalado un modelo que nos encantaba.

-Míriam, esta es preciosa -Señaló nuestra elección y sonreí--Me alegro de que te guste. A Álvaro fue la primera que le gustó -Sonreí- Es preciosa ¿verdad? -Asintió--¿Cuando las haréis?-Tenemos que ir, a que las hagan -Suspiró--Tiene que ser ya, sinó...-Si, lo se -Suspiré- Con tanto ajetreo que tenemos, casi no nos da tiempo.-¿Quieres que vaya yo a encargarlas? -Me miró--¿Estas segura de que lo quieres hacer?-¡Claro que si Míriam! -Sonrió con emoción- Me encantaría.-Entonces, si no es una molestia, me sacarías un peso de encima -Suspiré--Encantada lo hago primis. -Dijo mientras se levantaba- Será mejor que me vaya. -Sonrió- Mañana voy a pedir que me las hagan en cuanto antes. -Asentí--Muchas gracias María. -La abracé--Para eso estamos, tonta -Sonreí-

María se fue. Álvaro había quedado con los chicos, así que estaba sola en casa con Nala. Me tiré en el sofá, no sabía que hacer y estaba frustrada por la "discusión" con Marta. " Al fin y al cabo, no quiero que me pase lo que te pasó a ti" Esas palabras no paraban de repetirse una y otra vez en mi cabeza. ¿Como podía ser tan rastrera? ¿Como podía comparar mi aborto con ella?Mi móvil vibró. Me levanté de mala gana, secándome las lágrimas, otra vez.

"Siento lo que te he dicho hoy, se que me he pasado. No quise decir eso. No quise ser rastrera... Por favor, perdoname"

El mensaje lo había enviado Marta. ¿Se pensaba que lo arreglaría con un simple mensaje?

"¿Crees que con un simple mensaje pidiendo perdón vas a arreglarlo? Estás muy equivocada y si. Has sido una rastrera. No me lo esperaba de ti"

Tardé en enviarle el mensaje. Tiré el móvil encima de la mesa y suspiré. Este volvió a vibrar.

"Joder Míriam, te estoy pidiendo perdón. ¿A caso no te sirve?

A esta chica le falta un tornillo.
"¿Crees que te voy a perdonar tan fácil? Tienes razón, no me he preocupado mucho por vosotras durante estos dos años, pero eso no te da el derecho de echarme en cara que tuve un aborto. No después de todo lo que he pasado."
Volví a tirar el móvil a la mesa. Este volvió a vibrar y pasé completamente de él. Agarré la correa de Nala y la llamé. Esta vino corriendo. Le puse la correa y bajamos a bajo. Estuvimos paseando durante un buen rato hasta que decidí volver. Nada más entrar en casa, mi móvil empezó a sonar. "Marta llamando" La colgué. Por lo menos, me había llamado diez veces. Apagué mi móvil, solté a Nala y me dirigí a mi habitación. "Por favor Álvaro, llega ya."No se cuando, no se como, pero me quedé dormida. Me desperté sobresaltada, cuando escuché el timbre de casa. "¿Quien puede ser a estas horas? No creo que Álvaro se dejase las llaves en casa"


Hola amores!!!


Aquí tenéis la segunda parte del maratón!! Espero que os haya gustado.


Gracias por leer, votar y comentar.


Besos, María.


PD: ¿qué os parece si en los comentarios me ponéis sugerencias, ideas de lo que creéis que va a pasar,... preguntas sobre lo que ha ido pasando en la novela, sobre mi... Lo que queráis y yo os voy contestando a lo que pueda.

Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - ÁlvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora