24. Nuevo Comienzo.

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-ELYZA-

Habían pasado ya algunas semanas. Y ya estaba completamente recuperada, algún hematoma seguía sobre mi piel, pero ya apenas eran visibles. Alicia estaba muy contenta en el puesto que había ocupado en el campamento.

Arkadia me parecía un lugar seguro, nada que ver con el arrebato que tuve cuando desperté. Ya me había tranquilizado. La gente era maravillosa, al menos la del hospital, que es con la única con la cual he tenido contacto entre rehabilitaciones y demás. El tiempo que no estaba en el hospital lo pasaba con Alicia en el puesto de vigilancia, no me atrevía a abrirme, no aún. No sabía si esto era pasajero, no sabía si debía construir lazos con esas personas, aquí estamos para sobrevivir... no para hacer amiguitos que te pueden dar después la puñalada.

En el puesto conocimos a Richard y a Bob, también son centinelas, compañeros de Alicia. No he hablado mucho con ellos, ya que están todo el rato de un lado para el otro, y solo nos encontramos cuando Ali cambia de turno.

Nos han asignado una tienda para las dos, lo que nos da algo de intimidad, pero no mucha, se escucha todo. Tenemos una mesa central con un hueco en medio, para poder hacer una hoguera en el suelo. No muy grande, porque saldríamos ardiendo, y estas tierras bastante han tenido ya.

Cuando esté completamente recuperada mi puesto estará en el hospital, ya lo he hablado con Henry mi médico, estaré a prueba una semana, y el verá si sirvo para ello o sería mejor que probara en otras ocupaciones. Estoy segura de que valdré, lo llevo en la sangre. Desde pequeña mi madre me contaba cosas del hospital, me explicaba cómo funcionaban sus instrumentos... He pasado muchas horas en el hospital con ella, creo que estoy lista para esto.

-¿Cómo está hoy la cosa?- pregunté a Alicia, entrando en su puesto. Se giró con una gran sonrisa y me abrazó, apartando la ametralladora a su espalda. –He de ser sincera, nunca pensé que te vería...así- la miré de arriba abajo, me acerqué a su oído –Estás muy sexy- susurré, la miré y se había puesto completamente roja –Ely que estoy trabajando...- me encogí de hombros –No es mi culpa...- ella negó -¡Que va!- ambas reímos. Me senté en la ventanilla de la guardia. No era un sitio muy grande, un cubículo con ventanas, como la torre de control de un aeropuerto, pero de unos 10m2. Armario con munición y armas, una mesa y dos sillas.

-¿Has hablado ya con Henry?- me preguntó, yo le miré y asentí con una sonrisa –Me pondrá a prueba una semana, luego verá si sirvo para eso o no- bajé la mirada, triste. Quería servir para ello, quería honrar a mi madre. Quería ayudar a los demás como mi padre y ella se pasaron la vida. -¿Esto será fijo?- Alicia torció el gesto, no me había explicado muy bien –Me refiero- me corregí mirándola – ¿Nos quedaremos aquí?- Alicia suspiró, se acercó a mí con las manos extendidas buscando las mías –Somos libres de irnos cuando queramos... Esto no es una cárcel Elyza- acarició mi mejilla y depositó un suave beso sobre mis labios, parecía más una caricia de tercio pelo, se separó, pero no le dejé que se alejara.

La rodee con mis piernas –Vuélvelo a hacer- le susurré, y de la misma forma me volvió a besar. Subí mis manos hasta su nuca y profundicé el beso –Te quiero- dije bajito, a penas yo me escuché. Ambas sonreímos. La puerta se abrió -¡Tortolitas!- era Bob. -¡Hola Bob!- le saludé con un abrazo. Era un chico muy tierno, y amigo de Alicia. Cuando no estaban de turno, estábamos los 4 juntos, con Richard. –Tu turno ya ha terminado, Heda- Bob se refirió a Alicia. "Heda" repetía una y otra vez en mi cabeza, me sonaba de algo, pero no sabía de qué. No le di importancia. Alicia se acerca a Bob y también lo abrazó.

-¿Cuándo termina tu turno?- le preguntó Alicia golpeando su hombro como si se tratara un saco de boxeo. Yo observaba la escena retirada a algunos metros de ellos. Se habían hecho buenos amigos en el poco tiempo, no podía evitar sentirme algo celosa, pero yo sabía que Alicia me quería a mí. Así que ese sentimiento solamente duraba algunos segundos. También se me olvidaba el detalle de que Bob y Richard... Bueno, eran "amigos", algo que pocos sabíamos.

Nos despedimos de Bob y nos dirigimos a nuestra tienda. En cuanto entramos Ali se tiró encima de la cama, derrotada -¿Cansada?- le pregunté, sentándome a su lado sobre la cama. Asintió mirándome. Me tumbé a su lado y la abracé. -¿Tu que tal en rehabilitación?- preguntó incorporándose. Hice una pequeña mueca. –Hay algunos ejercicios que siguen doliendo, y la curación será lenta...- su cara se entristeció –Pero tengo que seguir haciéndolos para estar bien ¿Vale? ¡Yo estoy bien! ¡Como una rosa!- me reí.

-Y a parte de físicamente.... ¿Cómo estás?- tragué saliva. –Bien cariño, estoy bien- la abracé de nuevo y me levanté hacia la salida de la tienda -¿Dónde vas?- me giré –A por algo para cenar, nos quedamos sin latas esta mañana ¿Quieres venir?- vi como se levantaba. Siempre que podíamos estábamos juntas, teníamos nuestros momentos para nosotras solas, como toda pareja necesita, pero la compañía de la otra era algo que anhelábamos constantemente.

-¡Hola Sachin!- le saludé moviendo la mano rápidamente. Sachin era el chico que se ocupaba de la despensa, la distribución de comida, de munición, de armas... de todo. También trabajaba en la guardia con Alicia, pero en los turnos de madrugada, en breves le tocaría torreta por las horas que eran ya. -¿Qué será hoy chicas?- nos miró a las dos con esa sonrisa maravillosa que él tenía, sus dientes blancos contrastaban con su tez algo morena –Nos hemos quedado esta mañana sin suministros, venimos a por lo que nos toca- dijo Alicia algo cortante, le di un codazo –Lo siento, es que estoy hambrienta- le corté –Y se le pone mal humor- los tres reímos. El entró en la despensa y con la lista que le proporcioné nos fue dando lo que necesitábamos. Salió de nuevo –Aquí tenéis chicas- nos dio un macuto con todo dentro –También lo tuyo Elyza- sonrió ampliamente, Alicia me miró fijamente -¿Lo tuyo?- suspiré –En casa hablamos, gracias Sachin- le dediqué una sonrisa amable, cogí el macuto y salí de la despensa. Alicia se demoró en salir, por lo cual llegué primera a la tienda. Lo puse todo sobre la mesa y lo ordené por días y comidas.

-¿Se puede saber que es "lo tuyo" Elyza?- dijo haciendo las comillas con sus dedos. –Me giré para mirarla –Calmantes- volví a girarme y seguí con la comida -¿Y me lo dices tan tranquila? ¿No tienes suficiente con los que te dan en el hospital? ¿Cuánto llevas así?- no soportaba tantas preguntas, rompí en lágrimas. Me fui a sentar en la cama.

-Cariño, respóndeme por favor- Alicia se sentó a mi lado y me abrazó –Es que por la noche, al no moverme, me duele el cuerpo entero, como si me acabaran de dar la paliza, serán agujetas, o mismamente los hematomas, no lo aguanto...- me abracé a ella -¿Cuánto llevas tomándolos?- le miré limpiándome las lágrimas – 2 semanas, desde que no me los dan en el hospital- ella suspiró –¿Lo sabe Henry?- negué –Tienes que decírselo ¿Lo sabes, no?- asentí. Me sentía bien entre sus brazos, dejaba la mente en blanco y todos los dolores mágicamente desaparecían. –Túmbate, que yo preparo la cena- dijo suavemente mientras me recostaba contra la cama. -¿Salchichas te parecen bien?- asentí con una sonrisa –Gracias- musité. – ¿Gracias por qué?- volvió a acercarse a la cama y cogió mi mano –Por estar conmigo- se acercó y depositó un suave beso sobre mi frente.

Nota:

Siento haber tardado tanto. He estado de vacaciones... y no he tenido mucho tiempo de ordenador. Un abrazo enorme!

Claudia Galvez B

Apocalipsis. Soulmate. #Lexark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora