-¿Crystal Everett acepta usted casarse con Luke Hemmings?
-Si quier...Despertador de caca.
Despegó mi cara de la almohada y miro con odio al aparato creado por el demonio, va a sonar en el mejor momento. Gracias eh. Me incorporo en la cama y me siento con las piernas cruzadas mirando a la nada pensando en... nada. Después de diez minutos haciendo nada cojo mi móvil y revisó las redes sociales, la rutina de siempre. Y como siempre no hay ningún correo de admisión a la universidad. Con cansancio y sueño me levanto de la cama y voy al baño, enciendo la ducha y dejo que el agua corra un poca dándole así tiempo a calentarse. En ese pequeño intervalo de tiempo vuelvo a agarrar el móvil desbloqueandolo y abriendo Spotify, entro en mi playlist y decido poner Dollhouse de Melanie Martínez.
Me saco la ropa dejándola por cualquier parte del baño y me adentro en la ducha. Suelo tardar mucho en salir de la ducha ya que la disfruto bastante pero hoy tengo que ir a buscar a Sam más temprano de lo habitual. Así que veinte minutos después ya estoy fuera. Mientras suena Hey Angel de One Direction mis pies se mueven, al ritmo de la música, hacia mi armario. Abro las puertas de par en par y miro lo que me voy a poner hoy. Siempre digo que decidiré la ropa por las noches pero siempre la acabo cogiendo por las mañanas. Después de mirar hacia la ventana comprobando el tiempo, cinco minutos después tengo claro lo que me pondré hoy, el día el lluvioso así que escojo unos leggins negros con un jersey gris un poco gordito y mis superstar. Esta vez no cojo ropa interior de lunares sino un conjunto negro liso, pero los calcetines son de gatos eso sí. Me visto rápido y comienzo a secarme el pelo, como lo deje al aire mientras elegía la ropa la gran humedad que habitaba en el desapareció haciendo así que secarse el pelo sea más fácil y más rápido, por lo tanto quince minutos después ya estoy peinada. Como no quiero asustar a nadie por mi cara de zombie en descomposición, aplicó base y corrector en mi cara, seguidor de eyeliner y máscara para pestañas, por último un pinta labios de color vino mate. Salgo del cuarto de baño y directamente voy a la cocina a desayunar.
-Buenos días.- saludo nada más llegar.
-Hola Crystal, ¿y ese labial?- mi madre me mira con cara extrañada.- Nunca te lo pones, bueno casi nunca.
-No se, me dio por ponérmelo, ¿me queda bien?- pongo morritos ganándome así la risa de mis padres.
-Cariño a ti todo te queda bien.
-Gracias papá.- le doy un beso en la mejilla y empiezo a comer las tostadas que hay en la mesa.Subo corriendo las escaleras y agarro mi mochila, el Mac, el móvil y las llaves, tanto del coche como las de casa, y bajo apurada las escaleras. Digamos que mi vagancia en el desayuno fue bastante y me atrase diez minutos, supuestamente tengo que estar en casa de Sam en cinco pero le llamaré y le diré que me retrasé.
Marcó el número de Sam y pongo el manos libres del coche.
-¿Si?- se escucha desde la otra línea.
-Sam, soy yo, me entretuve desayunando y acabo de salir de casa, estoy alli en diez como mucho en quince.
-Vale vale,no te preocupes no quiero que te estreses al volante. Así que conduce con cuidado y cuando llegues, llegaste.
-Vale, un beso te quiero.
-Yo también, hasta ahora.- el sonido de fin de la llamada se hace presente pero rápidamente se calla.
Giró a la izquierda y de nuevo a la izquierda, sigo recto, doblo la tercera calle a la derecha y allí está Sam. Este se monta rápidamente y ni hola ni nada, lo primero que hace es encender la calefacción del coche.
-Lo siento, es que hoy hace bastante frío.- entre castañeo de dientes consigue explicarse.
-No pasa nada, pero si pillaras el chaquetón y no la chaqueta esa no tendrías tanto frío eh. Además el chaquetón casi nunca te lo pones y te lo compre especialmente cuando fui a Croacia en Navidades.- un sonido de indignación sale de mi boca.
-Si lo sé, pero a ver qué estaremos a...- comprueba la temperatura en el móvil rápidamente.- 10 grados pero chica, ¡ese bicho que me trajiste es para bajo cero!
-Oye, tú querías uno y yo como buena amiga te lo compre por tu cumpleaños, así que mañana ya estás poniéndotelo. Si no vas andando al instituto y sabes que va enserio.- un pequeño silencio inunda el coche.- Por cierto, ¿para qué querías que viniera veinte minutos antes a buscarte?
-Ah, porque se me olvidó la libreta de Álgebra y no hice los ejercicios así que llamé ayer a Bonnie y me dijo que si llegaba antes que me los dejaba copiar.
Muevo la cabeza lentamente de lado a lado pensando que no tiene remedio, y no, no lo tiene. Sam es único en su especie. Como dice Michy; está en peligro de extinción.
El resto del viaje transcurre cantando canciones a todo volumen, que si Green Day, Jason Derulo, Zayn Malik...
A mitad de wHo llegamos al instituto, y claro como hemos llegado antes de lo normal hay mucho más sitio para aparcar, pero yo soy fiel a mi sitio de siempre. Sam ni se lo piensa dos veces y sale corriendo a por Bonnie mientras yo tranquilamente cojo las cosas. Abro el maletero del coche para dejar ahí el paraguas que se dejó Katia, una compañera de mi clase, cuando tuvo que venir a casa a hacer un trabajo pero cuando se tuvo que ir llovía demasiado así que la lleve en coche. Dejo el paraguas y cuando iba a cerrar el maletero una voz me solbresalta.
-Hola vecina, ¿qué tal?- si, Ian a hecho acto de presencia.
-Hola Ian.- saludo secamente, es demasiado temprano para que ande jodiendo.
Cierro el maletero y cojo todo: la mochila, Mac, móvil... Vale está todo.
Me encamino a la puerta sintiendo los pasos del imbecil detrás mía. Apresuró un poco el paso y entro rápidamente en el centro. Observo la hora del reloj que hay en mi muñeca y falta aún casi una hora para entrar a clase, gracias Sam, ahora a aburriste como una ostra. Me dirijo a la cafetería a coger algo de beber y sentarme a preparar lo del trabajo. De camino para allí volteo a mirar para atrás y veo que Ian ya no está, bien.
Ya en la cafetería y con mi café caliente a la izquierda del portátil, abro Google y directamente escribo Croacia.
-¿Lo vamos a hacer de Croacia?- pregunta alguien detrás de mí. Un chillido sale de mi boca debido al susto y los cuatro o cinco alumnos que hay presentes giran la cabeza a nuestra dirección, pero rápidamente vuelven a lo suyo.
-¿Tú te caíste de la cuna al nacer o algo? Joder, no me des esos sustos...- pongo una mano en mi pecho y apoyo el codo en la mesa.
-Perdón, ¿pero vamos a hacer de Croacia?- inquiere nuevamente.
-Si.- miro en su dirección y su cara muestra una expresión que indica que quiere una explicación.- Mi madre es croata y viví allí un tiempo, con las cosas que se y las que sabe mi madre podemos hacer un buen trabajo aparte de buscar cosillas en Internet.
-Osea, ¿Eres croata?
-Aquí donde me ves tengo doble nacionalidad, croata y estadounidense.- sonrío con satisfacción.
-Entonces saber hablar croata, di algo.- inquiere con una ceja levantada.
-Ti si kreten i na žalost moram izdržati.- suelto orgullosa.
-Vale, ahora dime qué significa.
-Eres un imbecil y desgraciadamente te tengo que soportar.
-Que maja.- su sarcasmo es notable.-¿Sabes hablar más idiomas?
Asiento mientras tomo un sorbo de café.
-Italiano, francés, alemán, portugués y algo de ruso.
-¿Tantos?- sus cejas se elevan trasmitiendo sorpresa.
-Si, mi padre a viajó por todo el mundo ya que lo destinaban a muchos países y yo tenía que adaptarme y aprender el idioma.
Asiente y mira al ordenador.
-Podemos adelantar algo de trabajo de por la tarde.- deja caer su mochila y arrastra una silla a mi lado.
Me giro y empiezo a teclear y a pinchar en los enlaces que me parecen más llamativos. No buscamos ningún punto en concreto sobre la historia de Croacia así que hacemos un mix de todo y por la tarde lo ordenaremos cronológicamente.
-¡Crystal! Ya acabe, ¿qué hace...is?- desvía la mirada hacia Ian.
-Un trabajo para historia, bueno más bien adelantando por la tarde lo acabamos.- Escucho como Ian dice un simple "Ahá" y Sam se sienta a mi lado.
-Crystal me voy, tengo que formalizar aún algunos papeles. A lo mejor no llegó a clase, si eso pasa avisa al profesor de mi parte.
-Vale.- digo sin importancia mientras sigo enfrascada en el portátil.
El tiempo pasa y cuando solo quedan diez minutos para que suene el timbre Sam y yo vamos a nuestra clase, si química la tenemos juntos. Nos sentamos cada uno en su sitio, el a mitad de clase con Joy Jones y yo al final, vaya novedad.
El timbre suena, todos entran rápidamente y el profesor cierra la puerta cuando todos ellos ya están sentados. El señor Welt pasa lista y cuando llega Ian Blake nadie contesta, obviamente no está. Levanto la mano para pedir la palabra y rápidamente el profesor me la da.
-Ian Blake está acabando de formalizar algunos papeles, me dijo que a lo mejor no podía llegar a tiempo y que le avisase.
-Vale Everett. En esta clase estará sola mientras no llegue su compañero.
Asiento y sigo a lo mio.
Ya llevamos media clase y Ian aun no ha vuelvo. Lo necesito para esto. Es un trabajo en dos y me es imposible hacerlo yo sola.
Como puedo consigo mezclar las mezclas al mismo tiempo y la reacción es simple, un cambio de colores producido por los componentes echados. Cuando estoy anotando lo sucedido en la reacción el timbre suena y todos dejan sus reacciones en la parte de atrás de la aula para la siguiente clase. Osea mañana. Yo coloco la mía, bueno nuestras, junto a las demás y le pongo un papelito que indica de quién es. Cojo la mochila y camino hacia la siguiente clase, educación física. Nunca me é quejado por hacer deporte, desde pequeña siempre me habitué al ejercicio físico y estuve durante 14 años en un equipo de hockey sobre ruedas femenino, era bastante buena cabe decir, pero una lesión en la rodilla me impidió seguir. Ahora simplemente salgo a correr. Me dirijo a los vestuarios y me cambio a unos shorts de deporte, una camiseta de los Lakers y las Adidas de deporte. Recojo mi largo pelo en una coleta alta y me pongo un par de orquillas para fijarlo bien.
Observo como las demás chicas de mi clase se arreglan demasiado para gimnasia, la mayoría son porristas o niñas de papi y mami. Excepto Michy y yo. Salimos del vestuario y nos encaminamos al pabellón y como siempre el imbecil de Thomas anda jodiendo.
-Oye Everett vaya culo, ¿cuándo va a estar en mi cama?- grita desde la otra punta del pabellón.
-Cuando tú "amiguito" crezca más de un centímetro o cuando tengas cerebro, gilipollas.-me giro dándole las espalda y puedo escuchar un "Uuuh" de sus amigos.
-Crystal déjale, es un puto salido de mierda. Lo
Único que quieres es meterse en las bragas de todo Ridgeaway.- dice Michy cruzándose de brazos.
Simplemente niego con la cabeza y me río.
-Perdedores venir aquí.- las palabras que dice el entrenador son motivadoras, sisi.- Hoy haremos condición física. Veo que no falta ning... ¿Blake?
Iva a levantar la mano para ausentarle como en la anterior clase pero una voz me interrumpe.
-Aquí, lo siento estaba con la directora.- Ian se coloca al lado de profesor y le da la justificación de esta.
-Muy bien, pues empezamos. Quiero que... Everett y Bermont-osea Michy.- sean las primeras, son las más rápidas en cuanto a mujeres. Go Go Go.
Salimos corriendo Michy y yo, podemos escuchar como Thomas y sus amigos se ríen. Salidos de mierda. Nos ponemos al trote y cada dos vueltas en las rectas hacemos un sprint, así durante quince minutos. A continuación el profesor nos indica que corramos con los talones en alto.
Los comentarios sexuales de los retrasados de atrás me enfurecen, odio que se trate a la mujer cual objeto sexual o mofa. Los ignoro ya que sino les soltaba tal puñetazo que salen todos directos a la China y acabamos el ejercicio y nos indican hacer dos filas.
-Bien, vais a hacer dos filas y va a salir uno de cada final. Yo y Margot, que esta lesionada del pie, vamos a tiraros pelotas. Hay que esquivarlas haciendo sprint. Everett y Bermont harán una demostración.
Nos ponemos cada una a un lado de los conos que indican cada fila y nos ponemos en posición. Cuando él entrenador baja el brazo salimos corriendo a toda velocidad esquivando las pelotas y llegando sin demasiado esfuerzo al final. No nos podemos quejar, nuestra condición física es bastante buena y no nos implica demasiado esfuerzo en hacer un sprint hasta el final.
Nos ponemos al final de la fila, cada una en su fila, y yo miro distraída mis pies con las manos en la cadera.
-Corres demasiado rápido.- levanto mi mirada topándome con la persona que a dicho la frase.
-Demasiado tiempo entrenado.- suelto sin más a Ian.- No tiene mucho misterio el correr.
-Ya, pero destacáis las dos. No sois como cualquiera chica de aquí.- le miro a los ojos y mi mirada se desvía a su ceja cortada y su pómulo inchado. El se da cuenta, aparta la mirada y sale corriendo. Es su turno.
Después de educación física, tenemos un pequeño tiempo para ducharnos, me aclaró el cuerpo y salgo. Mi pelo está seco ya que hoy ya lo lave, y no está apenas sudado. Me visto con la misma ropa con la que vine y me maquillo igual que antes. Cojo las cosas y me encamino a la taquilla para dejarlas allí y continuar con la jornada de clases.
Las horas lectivas se me pasaron muy rápido,ahora me encontraba caminando hacia mi coche. Giro mi cabeza hacia la derecha y observó a un Ian poniéndose un casco y subiéndose a una moto, no sabía que conducía... Hoy, estuvo raro después de gimnasia. Usualmente nos hablamos normal pero luego el suelta una idiotez de las suyas y yo pues... lo llamo imbecil. Pero el caso es que, cuando comenzó la tercera hora él no me hablaba ni me dirigió la más mínima mirada; intente hablarme sobre un tema de geografía y simplemente me bufo. Tengo dos teorías o está enfadado porque si o tiene la regla. Una de dos.
Desbloqueo el coche y meto todas las cosas en la parte de atrás. Me siento en el lugar del conductor y espero a que Sam venga para irnos. Mientras tanto le doy un vistazo a mis redes sociales y aprovecho a sacarme alguna que otra selfie. No han quedado mal la verdad. Siento como abren la puerta del copiloto y Sam entra histérico.
-¿Qué te pasa?- pregunto metiendo las llaves en el contacto.
-Pues que suspendí matemáticas, la vieja me tiene manía. La odio.- su cara de odio lo dice todo, además de que es muy graciosa.
-Ya te dije que te podía ayudar, pero el
Señor LoTengoTodoBajoControl no quiere.- le reprochó. Siempre le ofrecí mi ayuda pero el no quiere.
-Sabes que no. Odio la ayuda y que aún por encima mi mejor amiga me ayude, me sentiría poco listo.
-Bueno... muy listo, muy listo no eres. Pero cuento quieres SI que lo eres.- hago énfasis en el SI para a ver si se da cuenta de que si se pusiste un poquito más de empeño en los estudios todo le iría más que rodado. Pero como le gustan las fiestas y trasnochar... É de ahí que nos saque mucho tiempo para estudiar.
Lo dejo en su casa y emprendo el camino a la mía. En ella voy escuchando Radio Imagine FM. Es una radio de música, pero también dan noticias.
-Las calles de nuestra ciudad de Nueva York han vuelto a ser testigo del asesinato de un joven, Óscar Smith de 19 años. Este paseaba tranquilamente por su barrio cuando lo asaltaron sin robándole nada. Presenta dos balazos, uno en la frente y otro en la pierna, además de múltiples moretones en brazos y piernas. Los familiares alegan de que no tenía enemigos ya que eres un chico sociable y respetuoso. La policía neoyorquina esta investigando el caso. Les damos el pésame a los familiares y amigos. Ahora les dejamos con Rise de Katy Perry.
Ya son seis este mes y aún no se sabe porque. Yo creo que hay una banda callejera dedicada a matar porque si. Ya no es seguro salir a la calle, ni aunque sea ir a por el pan.
Llego a casa cargada con todo y lo dejo en el sofá para irme directa a comer.
-Hola mamá, ¿y papá?- me siento en mis sitio de la mesa.
-Esta en una reunión y no saldrá hasta las siete o ocho de la tarde. Me dijo que comería por ahí con los de la empresa.
-Vale, ¿y la comida?- pregunto hambrienta esperando un plato de comida calentita.
El timbre suena.
-Ahí.- con un ademán señala a la puerta.
Mi mirada expresa confusión hasta que miro por la ventana de la cocina y veo la moto de la pizzería. ¡HAY PIZZA PARA COMER!
De un salto me pongo en pie y espero dando saltitos a que mamá pague ya y poder devorarme esa pizza. Mamá cierra la puerta y la caja que lleva en su mano es arrebata por mi, rápidamente la abro y la dejo sobre la mesa del salón. El aroma delicioso de la tambien deliciosa comida inunda mi nariz. Observo la mítica pizza de jamón y queso con extra de cada y piña. Mi estómago ya está gruñendo. Cojo un pedazo de esta deliciosa comida echa por los dioses y muerdo un trozo. El paraíso se encuentra ahora mismo en mi paladar.
Después de media hora para comerme casi toda la pizza, excepto dos trozos que se los comió mi madre, subo a mi cuarto a poner a cargar el móvil, son las cuatro y cuarto así que aún tengo tiempo hasta que me valla a la casa de Ian a hacer el trabajo. Decido ponerme una película ya que no tengo deberes, elijo Suicide Room con mi amado Jakub Gierszał. Antes de eso hago palomitas, si sé que acabo de zamparte casi una pizza entera, pero aunque este delgada soy como un pozo sin fondo, trago sin parar. Después de esperar los tres minutos me tiro en la cama y pongo la película.
Casi dos horas después me encuentro llorando en la cama por la muerte de Dominik. Me seco las lagrimas y veo que todo el eyeliner y la mascara de pestañas se han ido a la caca y me han dejado como un oso panda, bien. Voy al baño y rápidamente me lo vuelvo a hacer. Al salir me fijo en el reloj que cuelga de la pared y veo que quedan cinco minutos para las seis y media. Me calzo y salgo de mi habitación con todo lo necesario. Mi madre no está en casa pero ya está avisada de que iré a hacer el trabajo a casa de los Blake.
Llamo a la puerta y me sale una de las gemelas, ¿cuál? Ni idea.
-Soy Brie.- me aclara con una sonrisa.- Necesitas algo Crystal?- me pregunta dejándome pasar ya que pequeñas gotas empiezan a caer.
-Pues venía a hacer un trabajo con tu hermano, quedamos ayer aquí sobre las seis y media.
-Pues no está.- me dice juntando las cejas.
-Hola Crystal, ¿necesitabas algo?- Ingrid hace acto de presencia.
-Pues venía a hacer un trabajo con Ian, pero Brie me dijo que no estaba.
-Pues no, no está.- su cara cambia de alegre a una de enfado y preocupación, pero más de enfado.- El me dijo que iba a ir a la biblioteca. Supuestamente contigo.
-No recuerdo a ver quedamos allí con el, pero puede ser que no lo haya escuchado.- cambio del peso de los libros al otro brazo.
-¿Tienes su número?- niego con la cabeza.- Pues toma, llámalo y a ver que te dice. Siento no poder ayudarte mucho más.
-No pasa nada, seguramente haya sido fallo mío y no lo escuche.- ¿Fallo mío? El muy puto me ha dejado plantada y tendré que hacer el trabajo yo solita.- Bueno entonces me voy, gracias por el número ahora lo llamaré hablarlo.
-De nada cariño, dile a tu madre que si se puede pasar mañana en la tarde a ver lo de las flores. Ella sabe a qué me refiero.- asiento y con un adiós cierto la puerta.
Enfadada recorro el camino hasta la acera para irme hacia casa. Ya en mi habitación y con Nala a mis pies decido llamar al mentiroso digo Ian.
-Hola soy Ian, ahora no te puedo contestar deja tu mensaje y luego te llamo.- mierda el buzón de voz.
Dejó caer fuertemente la mano sobre la cama y miro la hora. Son casi las siete y no tengo nada que hacer... Mi bombilla interna se enciende así que rápidamente le vuelvo a calzar, cojo el bolso y salgo de casa para subirme al coche y emprender camino al trabajo de Sam, al Starbucks.
Entro al local y el olor a café y bollos recién salidos del horno inunda mis fosas. La cafetería está casi vacía a excepción de tres personas, una pareja y un chico trabajando en su portátil. Mis pies se mueven al mostrados donde se encuentra mi mejor amigo.
-Hola, ¿qué desea?- su mirada está conectada directamente con la pantalla del ordenador para los pedidos.
-Pues un mocha de vainilla y un "mírame a la cara capullo".- levanta la mirada rápidamente y se ríe.
-Hola mi querida Crystal. Son 9,50$.- le doy el billete de diez y rápidamente me da la vuelta.- ¿No ibas a hacer un trabajo con Ian?
-Si, pero me dejo plantada. Además mintió a su madre le dijo que estaba en la biblioteca conmigo haciendo el trabajo.- bufo.
-Te soy sincero, no me cae nada bien. No sé porqué pero veo que no es de fiar y que oculta algo. Además es demasiado frío y nunca habla con nadie, solo contigo.
Me encojo de hombre ante su confesión y cojo el café ya que lo estaba llamando el gerente. Me siento en una mesa alejada de la puerta y saco el ordenador de su funda. Conectó la mega batería portátil que traje y enciendo el ordenador. Cuando ya está todo veo a Sam acercarse. Este trae un croissant y un muffin de chocolate. Estés tienen una notita pegada.
Al jefe no le gusta que entablemos conversaciones con los clientes y por dejarte a media te invito a esto, disfruta glotona.
Miro hacia él mostrados y allí está Sam guiñándome el ojo. Río suavemente y vuelvo mi vista al ordenador. Entro a Facebook y empiezo a ver las publicaciones de mis amigos o de las páginas que sigo. En una de las notificaciones me pone que Ian Blake a cambiado su foto de perfil. Le doy click y entro en su perfil. La foto de ahora es una de él y sus hermanas, me doy cuenta de que se parecen muchísimo. Como soy cotilla entro en sus álbumes de fotos y las empiezo a ver. La gran mayoría son de él y sus amigos, aunque también hay con la familia y con lo que me imagino que son ex-novias.
Me paso la tarde cotilleando su perfil y leyendo tweets. Cuando me quiero dar cuenta ya son ala nueve y mamá no tardará en llegar. Recojo todo y me despido de Sam con la mano. Ya es de noche y él lo que me gusta del otoño-invierno, que oscurece pronto. Camino hacia el coche que está en el aparcamiento del propio establecimiento y me subo a él. Enciendo el coche y las luces para iluminar el camino a casa. Quito el freno de mano y piso suavemente el acelerador para salir y irme a casa.
Entre canción y canción el viajecito se me hace corto. Al llegar a casa aún no han llegado ninguno de mis padres, o eso creída. Una nota en la nevera dice que han salido a cenar y que no me preocupe. Y que había comida en la nevera. Como no tenía hambre no cene nada y su directa a la habitación. Hoy no tenía ganas de salir a mi mini terraza así que arrastre un sillón blanco, que lo utilizaba para leer, hacia la ventana. Abrí la venta y me senté, estuve mirando el móvil hasta que algo me distrajo. Miro hacia el frente y es el imbecil que me dejo plantada.
-Hola vecina.- este es tonto enserio.
-¿Qué quieres imbecil?- le ladro.
-Uy que humos tenemos, ¿qué pasó?- me pregunta sentándose en el marco de su ventana.
-¿Qué qué pasó? Pues deberías saberlo. Me dijiste que íbamos a hacer el trabajo, fui a tu casa a la hora que me dijiste y no estabas. Aún por encima le dijiste a tu madre que estabas en la biblioteca conmigo. ¡Además de que te llame! Tú madre me dio el número. Eres increíble enserio.- suspiro resignada.
-Perdón tenía cosas que hacer, y ya sé que soy increíble.- me guiña un ojo mientras sonríe de lado.
-Pues haberme llamado.
-No tenía tu numero.- se excusa.- Bueno por las llamas pérdidas si, pero es que no mire el móvil desde que salí de casa.
-Pues me mandaras un mensaje por Facebook, joder tuviste toda la tarde hasta las seis y media para hablarme.
-Lo siento joder, si tengo cosas más importantes que hacer...
Ahora la armamos. Tú espera.
-Osea, ¿para ti no es importante el instituto?- cuestiono incorporándome del sillón.
-A medias. Pero tengo cosas más importantes.
-Pues mira, en ves de pensar en TI y solo en TI piensa en tu compañera de trabajo. A mí sí que me importa, cualquier cosa relacionada con los estudios me importa así que si no vas a hacer nada hago yo el trabajo y se lo presento al profesor a mi nombre.
-Bueno, repito que lo siento. Pero ten...- lo interrumpo antes de que siga.
-Tienes cosas más importantes que hacer, ya lo pille a la primera. Si son tan importantes cuéntamelas, a ver si lo entiendo, dame una explicación razonable.- no dice nada baja la cabeza y se rasca la nuca.
-No te las puedo contar.- me dice.
-Vale, muy bien. Primero no me hablas en todo el día después de que me di cuenta de lo de la ceja y la mejillas y ahora me dejas colgada, aún por encima no me das ni una sola explicación. Eres un imbecil.
-Oye mira tranquila eh. No pude y punto.- me mira ya con cabreo.
-¡VALE!- grito.
-¡PUES ESO!- grita el.
Los dos bajamos las ventanas a la vez y nos alejamos de estas. Yo me pongo el pijama y me acuesto. No tengo ganas de revisar nada, el enfado me cansa así que no tardó mucho e quedarme dormida.
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CONNECTION
Teen FictionLa vida normal de Crystal Everett se ve patas arriba cuando conoce a su nuevo compañero de clase. Alto, rubio, musculoso, lleno de tatuajes, prepotente e imbecil; sinónimos de Ian Blake. Cuando Crystal descubre que aparte de ser su compañero de cla...