9.- La vida de Camus, primera parte.

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En este y el capítulo siguiente narraré la vida de Camus.

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Cuando lo tuvo en sus brazos, automáticamente el bebé abrió sus ojitos que eran de tonalidad gris ya que aún no se manifestaba el verdadero tono de los mismos.

—¿Ves?—se lo mostró a Sísifo—él nació y ahora soy más feliz.

La profecía aún rondaba en la cabeza de Sísifo, se sintió mal por el corto camino que el pequeño recorría, más Dégel testarudo no oiría razones.

—será un pequeño fuerte y hermoso—fue lo que dijo—si me permites ya me retiro a mi propiedad.

—es tarde, apenas amanezca partes a tu casa. Quédate esta noche en mi propiedad.

El castaño asintió mientras era guiado por un criado a la habitación destinada para él.

"Eres mi vida,

Al fin te tengo,

No me importa lo que digan,

Tú eres lo que quería..."

Esa noche todos aquellos que lo detestaban supieron que había alguien que perpetuaría ese " maldito linaje" como le decían.

Una vez que amaneció, fue a presentar a su hijo al resto de su gente los cuales se hallaban reunidos en un gran palacio de la época merovingia, quienes herméticos dejaron que el recién nacido recibiera la bendición de los dioses. Todos sabían que los todopoderosos dioses no estaban de acuerdo con ese nacimiento.

—es una desobediencia—cuchicheaban un par de mujeres que en apariencia tenían 20, más tenían 200 años—sufrirá por su osadía.

—¿Cómo lo llamarás?—se aventuró a preguntar el más viejo de todos.

Sin despegar la vista de su hijo respondió.

—Camus.

—nombre inusual para un niño—dijeron todos.

Dégel sonrió con malicia mientras lo mecía, podía percibir la tensión reinante entre todos ellos, él se sabía poderoso y capaz incluso de gobernarlos.

Una vez que presentó a Camus, ordenó que buscaran a una mujer que lo amamantara, una mujer robusta y sana en cuyas manos tendría el deber de alimentar al hijo humano del inmortal más poderoso de esa región.

Meses después.

—la iglesia ha retomado con fiereza las persecuciones—comentaba a Sísifo mientras almorzaban—ni siquiera paso por sus propiedades.

Se hallaban charlando acerca de varios acontecimientos acaecidos días atrás entre esas capturas, exilios y ejecuciones en la hoguera. En aquella región, sus habitantes creían que si un inmortal era condenado a la hoguera este perdía sus poderes y moría yendo a parar al infierno; Dégel encontraba eso sin fundamento, un inmortal dejaba de serlo cuando decidía renunciar a ese privilegio ya sea por un hijo, amante o por cansancio de vivir tantos siglos.

—Lucien—comentó Sísifo—fue capturado pero su hija lo salvó aduciendo que estaba enfermo y que estaba curándose con una receta antigua familiar.

—esa chica también corre peligro—dijo el ojivioleta.

Sísifo iba a continuar pero la mujer que amamantaba a Camus apareció con el bebé que al ver a su progenitor comenzó a hacer ruiditos.

μετενσάρκωση ( Reencarnación: Camus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora