Equipo de...¿frikis? ©

19.

Jay me explica que aún no podemos estar juntos, porque si se entera Sarah, se desvanecerá todo el trato que tenía y empezará con amenazas de nuevo. No, él tiene razón; no podemos arriesgarnos a eso.

Lo que voy a hacer ahora va a ser esperar a que él tome una decisión. Bueno, sé que la fortuna de su familia varia según Sarah, sus caprichos y su padre...La verdad es que entiendo a Jay, pues yo tampoco tendría otra opción si hubiera sido viceversa.

Esperaré por él.

Nos encontramos acurrucados en el salón, su madre ha salido y él ha estado disculpándose contantemente por todo el daño causado, yo simplemente lo he besado como señal de no pasa nada.

Tenía que perdonarlo, porque él, al fin y al cabo es una persona que me ha hecho feliz. -Bueno-, también me ha herido pero supongo que el amor ha vencido a las heridas. Supongo que el amor es la herida y asimismo la medicina que la curará...

-Te quiero. -Susurro al oído de Jay.

Él sonríe y me besa la nariz. -Y yo, pequeña.

Me siento tan feliz...feliz de haberme reconciliado.

El tiempo pasa tan rápido...sus caricias, sus cálidos abrazos, sus magníficas historias y su sonrisa.

—¿Porqué a mí? —Preguntó con los ojos entrecerrados.

Jay alza ambas cejas. —¿Qué?
—¿Porqué me elegiste a mí? Tienes a muchas chicas en la ciudad. Está Sarah, la chica perfecta. Y yo...bueno, mírame. —Me señalé el rostro. Él sonrió.

—Sí, mírate. La chica que consiguió abrir mi corazón a un mundo nuevo. Me da igual Sarah, al igual que me dan igual las otras chicas. Para mí, solo existes tú. La única que se acercó a mí en mis momentos difíciles, la que no perdió nunca la esperanza en mí, la que estuvo ahí para mí, para todo. Por creer en mí, Amanda. Puedes ser una chica más, pero no para mí. Una persona perfecta no necesito en mi vida. Es demasiado aburrido. Supongo que nosotros dos estábamos escrito en la carta del destino a encontrarnos. Es por eso que me dan igual las demás. Cuando una te enamora, te olvidas del mundo. Tú me has hecho creer en lo imposible. Te quiero tanto —Me abrazó fuertemente, como si fuera años que no nos veíamos—. Te quiero tanto, de verdad. Quiero protegerte, quiero mimarte y cuidarte...

Lágrimas brotan de mis ojos. Tardo unos segundos en formular una respuesta. Cuando por fin la tengo, tartamudeo. —Y yo.

Ningún momento en mi vida es tan especial como este.

Y la verdad es que siempre he soñado con un príncipe azul que precisamente me haga huir de la realidad. Y bueno, aunque Jay no es precisamente azul, me hace feliz, me adapto a él. Siempre he deseado encontrar una persona como él, que me mime, cuide y me haga sentir segura con su protección.

Por fin la encontré. Bueno, creo que todos merecemos encontrar a ese amor de nuestras vidas, y sí, creo en él, siempre lo he hecho. Y ahora lo tengo...aquí.

FIN

Por ahora no hay segunda parte. Nadie la lee así que ñeh, final abierto porque no tengoo inspiración.

Bye