CAPITULO 23 Situaciones inesperadas.

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---Akihiko---

Estoy más que sorprendido...

Nunca imagine que el amor de mi vida se atreviera a golpear a mi padre...

Me siento tan confundido, tan deshecho, yo lo amo, es mi niño, pero no puedo permitir que golpee a mi padre cuando no hizo nada...

Las palabras de mi padre aún resuenan en mi cabeza...

Lo que pasa es que lo escuche hablando con una persona a la que decía te amo.

¿Yukito me engaña?

No lo creo, él y yo nos amamos, pero mi padre jamás me mentiría, entonces ¿Qué está pasando aquí?

No entiendo...

Yukito está actuando extraño...

No quiero pensar demás, no entiendo nada...

Mi padre se ha portado muy bien, le agrado mucho mi novio, incluso me dijo que conseguiría el anillo con el cual le propondré matrimonio.

En cuanto mande a Yukito a la habitación entre con mi padre a su oficina.

-Lamento tanto la actitud de mi novio. –comento.
-Hijo, ese chico no te conviene.
-Pero...
-No quiero que sufras, -me miro- te engaño por su apariencia angelical, él en verdad te engaña.
-Papá...
-Quiero que seas feliz Akihiko, con alguien que ames y esa persona te amé a ti.
-Amo a Yukito.
-Lo sé hijo y me duele saber que sufres pero, lo mejor es alejarte de él.
-No puedo, yo lo rescaté de su infierno y...
-Piensa bien las cosas Akihiko, -se sobo la mejilla- no me duele el golpe o las palabras, me duele que te mientan, que te engañen.
-Yo.
-No te preocupes por mí, solo piensa en lo que quieres hacer.
-Sí papá.
-Deberías ir relajarte, no vayas con él, solo te hará sentir mal y se haría la víctima.
-Iré a dar una vuelta.
-Sí hijo, -coloco su mano en mi hombro- sabes que yo te apoyo.

Salí de su oficina y me dirigí a la calle, necesitaba despejar mi mente, tranquilizarme un poco, tengo tantos sentimientos encontrados que no puedo concentrarme.

No puedo creerlo, no puedo hacerlo pero...

¿Por qué le pegaría a mi padre?

Mi papá siempre ha estado conmigo, acompañándome y apoyándome en todos mis proyectos.

No logro creer esto...

Primero Misaki y ahora Yukito...

¿Qué he hecho mal?

No entiendo, o tal vez no quiero entender...

Entre a un bar y pedí una copa de coñac, quería distraerme un poco, olvidar lo que estaba pasando...

Amo a Yukito, es mi vida entera pero... ¿un engaño?

Tome otras dos copas más y regrese a la casa. Subí lentamente las escaleras y me detuve en frente de la habitación de mi niño.

-Te amo Yukito.
-Y yo a ti Usagi-san, tanto.

Mis lágrimas comienzan a salir y me recargo en la puerta.

¿Por qué Yukito?

Empecé a dar unos golpes a su puerta.

-Yukito quiero hablar contigo. –murmure.

No respondió.

-Por favor Yukito, quiero que me des explicaciones.

Nada...

-Entenderé si me dices que no me amas, que te obligue a algo, por favor...
-Déjame sólo... -fue lo único que dijo.
-Yukito, por favor...

No dijo nada más, quería entrar pero también pensaba mucho en que le diría o que haría, así que solo decidí irme a mi habitación.

"Tal vez no todo es como parezca"



---Roderich---


Al día siguiente me levante y me puse a hacer mi quehacer, ya que hoy era mi día libre y me gusta tener todo ordenado.

Cuando termine me bañe, me arregle porque quería ir a dar una vuelta, pero antes de salir, el timbre de mi casa sonó, me dirigí a la puerta y abrí.

-¿Sí?

Mire como un sujeto sostenía un ramo de rosas enormes.

-Pero que...
-Buenas tardes. –bajo el ramo de rosas.
-¿Gilbert? –me sorprendí.
-Hola Roderich.

Sentí tanto enojo y estaba a punto de cerrar la puerta pero él la detuvo.

-¿CÓMO DIABLOS LLEGASTE AQUÍ?
-Alguien me dio tu dirección.
-Largo de mi casa. –intente cerrar la puerta.
-Debemos hablar Roderich.
-Yo no hablare contigo.
-Por favor...
-QUE TE LARGUES.
-Tan siquiera acepta estás flores.
-No quiero nada que venga de ti. –gruñí.
-Te las manda Steven.
-Pues...

Estaba a punto de mandarlo muy lejos pero recordé sus palabras.

"Ahora sí, me las pagarás..."

-Lo hubieras dicho antes.

Deje de forcejear con la puerta haciendo que Gilbert cayera al piso y yo tome las flores antes de que se cayeran también.

-Son hermosas.
-¿Qué? –me miro desde el piso.
-Steven tiene buen gusto, -sonreí con malicia- sabe que estás son mis flores favoritas.
-Espera, -se levantó y se sacudió- yo e-elegí esas flores.
-No lo creo.
-Pero es cierto. –me miro.
-Claro, -camine hacía un jarrón y las coloque- hermosas.
-Roderich, quería hablarte de...
-Bueno ya que estás aquí dile a Steven que le agradezco las flores y que aceptaré ir a una cita con él.
-¿QUÉ?
-¿Ocurre algo? –cruce los brazos.
-Tú me dijiste que no tenías nada con él, que no te interesaba.
-Bueno, -sonreí- uno cambia de opinión, además Steven es atractivo.

Él cerró fuertemente sus puños y me miro.

-¿Qué? –sonreí.

Él se acercó a mí hasta que yo choque con la pared.

-¿Q-Qué haces?

Me tomo de la mano de la mano y se hinco.

-Lo siento tanto.
-¿Eh?
-LO que dije ayer fue mentira, yo no tengo novia, lo dije porque estaba celoso.
-¿Celoso? No entiendo...
-Roderich, me gustas.

Mi corazón empezó a latir fuertemente, sentí como me empezaba a sonrojar.

Pero...

Qué casualidad que Steven y él me digan lo mismo ¿no?

Y solo con un día de diferencia...

¿Acaso tratan de engañarme?

Aparte mi mano y tome las flores. Gilbert se levantó.

-¿Roderich?

Le avente las flores y lo empuje a la salida.

-¿Qué ocurre?
-No quiero verte, ni a ti ni a Steven.
-¿Qué pasa?
-Ustedes dos están burlándose se mí y no se los permitiré.
-Eso no es verdad, yo...
-ADIOS.

Lo empuje y cerré la puerta.

Me senté en el piso y abrace mis piernas.

-No creo en el amor, esos se están burlando de mí y no lo permitiré, en ese caso prefiero estar solo...



---Hiroki---

Bajamos del avión mientras Mookyul me tomaba de la cintura, nos dirigimos hasta un auto negro que nos esperaba en la entrada del aeropuerto.

-Tengo ganas de devorarte por completo. –susurro en mi oído.
-¿Qué?

Me recostó en el asiento trasero.

-E-Espera M-Mookyul.
-Necesito probar un poco de mi pertenencia.
-Pe-Pero...
-No preocupes por el chofer, no nos vera.

Apretó un botón haciendo que una especie de ventanilla subiera.

-Albert toma la ruta más larga que encuentres. –comento antes de subirla por completo.
-Así será señor.

Mookyul metió su mano por debajo de mi camisa y empezó a acariciar mis pezones.

-N-No.
-Supongo que debo hacerlo con la boca ¿verdad?
-¿Eh? N-o...

Me desabotono mi camisa y empezó a lamer mis pezones.

-Ahhh e-espera.

No podía apartarlo ya que me dejo caer todo su peso encima.

-Tan delicioso. –coloco su mano en mi entrepierna.
-NO.

Lentamente me fue quitando el cinturón y bajo mi cierre.

-Quiero hacerte mío.

Él saco su miembro y lo junto con el mío, empezando a masturbarlos.

-Ahhh, -me aferré a su hombro- n-no.
-Hiroki, eres tan hermoso, mi esposo.

Empezó a acelerar el movimiento de sus manos mientras besaba mi cuello y lo mordía.

"Maldición, no quiero estar con él...."

-Ahhhh s-suéltame.
-Hiroki, quiero entrar aquí. –roso mi entrada con su dedo
-NO ESPERA.
-No puedo esperar...

Siguió lamiendo mis pezones hasta que me corrí en sus manos y él después.

-No es suficiente.
-¿Eh?
-Te lo haré hasta el final.
-¿QUEEEE?
-Hiroki, eres mi esposo, debes complacerme.
-NO TE AMO. –grite.
-¿Crees que me importa? Solo quiero hacerte mío, eres mi pertenencia y eso jamás cambiará, ahora se bien niño y lámelo, -señalo su miembro- porque esto será lo que te enloquezca de placer.



---Yukito---

Puse mi alarma a las 6 de la mañana, me levante y me arregle. Camine a la habitación de Akihiko y le deje una nota debajo de la puerta.

Tome mi maleta y con mucho cuidado de no hacer ruido salí se la habitación y baje de las escaleras.

-Te has tardado.

Rechine los dientes de escucharlo.

-Por favor no vuelvas más.
-Señor, -lo mire- usted está en un error, solo está haciendo infeliz a Akihiko.
-Velo por su bien.
-Sí claro.
-Mejor vete, -me miro- ya Akihiko no quiere verte, debiste aceptar el dinero.
-Qué pena me da, en verdad.
-Eso mismo digo yo, -sonrió- pudiste vivir una vida de rico pero decidiste irte sin nada, pobre.
-Solo espero que Akihiko se dé cuenta de la clase de persona que es usted.
-Claro, ahora largo.

Respire profundamente y salí del lugar. Afortunadamente ya había llegado el taxi que pedí.

Llegue muy rápido al aeropuerto y espere a que mi vuelo llegará.

Amo a Akihiko... lo amo más que a mi vida...

Pero, él no me cree, él piensa que yo lo engañe...

Ese hombre lo puso en mi contra, él me odia, yo soy lo peor...

Usagi-san... espero y encuentres la felicidad que mereces y que tu padre no se meta en tu felicidad.

Anunciaron mi vuelo y me dirigí al avión.

-Te amo Akihiko, te amo tanto, pero no puedo hacerte elegir entre tu padre y yo, sé que lo quieres mucho y es por eso que prefiero que creas que soy lo peor...

Lo hago porque te amo...

Se feliz...

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora