— ¿A Atla.. Atlanta? Mira que si estas jugando conmigo yo...
Me dio un pequeño beso en los labios, interrumpiéndome.
— En tres días.
•••
Había pasado una semana, se supone que nos iríamos antes pero algo se presentó con Charlie y tuvo que atrasarlo. Tampoco le había comentado nada a Mamá y lo haría en la noche.
Espere a que mamá llegara del trabajo, evidentemente conllevaba desvelarme o eso creía porque había llegado temprano y con compañía. Mamá y su acompañante que aún desconocía venían entrando a hurtadillas y el tipo casi venia quitándole la ropa.
— Hola —salude— ¿Quien es él?
— ¿Eleanor? —se quedó callada unos minutos— No quería que supieras de esta manera, él es David.
David ¿Quien?
— Bien por ti, estaba esperando para decirte algo pero tu compañía te necesita, buenas noches.
— ¡Eleanor ven para acá!
Fue lo último que escuche antes de entrar a mi habitación. Mamá podía salir con quien quisiera pero sospechaba que con ese tal "David" no era su primer día y eso era lo que me molestaba. Mamá entro por la puerta de mi habitación.
— ¿Necesitas algo? —pregunte.
— No te lo tomes a mal yo solo esperaba el momento indicado para decírtelo.
— ¿Y? ¿Pensabas meterlo a hurtadillas a casa? Un momento... Jeremy no esta en casa y tú probablemente pensaste que yo estaría con Charlie está noche. Bien me voy disfruta tu noche.
— ¡No me hables así!
— Lo siento pero tu debiste decirlo antes, nos hubiéramos ahorrado esto.
— ¡Eleanor!
— Mira mamá disfruta tu noche yo disfrutaré la mía con Charlie y para la próxima avisa.
Sali de ahí dejándola hablando sola.
— ¿A donde vas? —pregunto "David".
— No te interesa — tome las llaves de mi auto y salí de ahí, dirigiéndome a casa de Charlie que probablemente ya estaría dormido apenas eran las once, tenia una copia de las llaves de su casa aunque no sabía cómo tomaría eso de que yo llegara por sorpresa.
Conduci durante mas de 40 minutos me hubiera ahorrado tiempo si no me hubiera equivocado de camino unas tres veces. Pero al final llegue.
Aparque el auto afuera de todas maneras no tenia vecinos.
Entré el jardín estaba perfectamente iluminado, levante la vista hacia la ventana y las luces estaban apagadas. Fue cuando me di cuenta del error que había sido venir. Atravesé el enorme jardín y di con la puerta que iba a adentro.— ¿Charlie?
Aguarde a recibir respuesta pero nada. Probablemente no estaba aquí, camine hacia la sala y nada. La puerta de su habitación estaba abierta y con la luz prendida así que me dirigí hasta ahí. Pero alguien me jalo de la mano.
— Lo siento no pretendía asustarte. ¿Estas bien?
—Si, si yo debí avisar que venia.
— ¿Pasa algo?
Estaba sin camisa, descalzo, solo usando pantalón.
Bueno no era usual que yo fuera a su casa a las once casi doce.— Es una larga historia no quiero hablar de eso hoy, quizás mañana.
— Estaba por ir a bañarme ahora vuelvo. Ponte cómoda. —eso explicaba el porque de como estaba vestido.
— No te vayas.
— No voy a tardarm...
Lo interrumpí y lo besé, poco a poco íbamos subiendo de tono y no iba a parar... no quería. Me cargo y me llevo a su habitación. Iba a pasar. Lentamente me acostó en la cama.
— Te tengo ahora y no hay opción... — su voz estaba más ronca lo que me llevaba a cierto punto de excitación.
Como la canción.
Quedo encima de mi, dando pequeños besos por todo mi cuello sin dejar ningún espacio.
Se detuvo para ayudarme a quitarme la blusa después los jeans todo fue demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos toda la ropa había quedado en el suelo.— Prometo no hacerte daño —me anuncio antes de entrar.
Asentí nerviosa, no había vuelta atrás.
Y fue cuando sucedió, un pequeño dolor invadió todo mi cuerpo mezclado con excitación que poco a poco fue desapareciendo y solo quedo en placer.
Me beso lentamente, lo quería.
En un punto arañe su espalda.— ¿Te he hecho daño? —dijo agitado, se detuvo.
— No —fue lo único que pude decir.
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Don't Let Me Go
FanfictionEleanor Brenns es una universitaria de 20 años, que además es fangirl. Charlie Puth es un famoso cantante de 24 años, que ama interactuar con sus fans. Todo comienza con un mensaje ¿podrán estos dos ser lo suficientemente fuertes para superar sus...