Atrapenme

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Puedo sentir sus presencias atrás de mí, sé que vienen por mí.

Como si tuviera una oportunidad de sobrevivir acelero mi paso pero aún me faltan 4 calles para llegar a mi casa. No podré conseguirlo. De ninguna jodida manera lo lograre. Estoy entrando en pánico ya, quiero correr pero eso no ayudaría de nada, si voy a morir por lo menos lo hare con dignidad.

Sigo caminando mirando a las sombras, ¿Por qué no parecen de una jodida vez y acabamos con esto? ¿Por qué me tienen que cazar? ¿Cuándo se aparecerá él? Miles de preguntas aparecen en mi mente cuando apenas me doy cuenta solo me falta calle y media para llegar a mi casa, quizás pueda lograrlo. Aún hay esperanza, sin pensarlo me echó a correr y ya puedo sentir como salen de las sombras, escucho el ruido de sus voces, creo que están diciéndose órdenes. Siento como me quedo sin aire en los pulmones, me están alcanzando. Falta tan poco, solo unos metros más.

Antes de pueda avanzar más algo me alcanza y se me tira encima, no puedo respirar. Esto es todo, es mi fin. Estoy peleando con todas la fuerzas que tengo para quitarme al Snarquel del encima, pero es muy fuerte, siento como me voy quedando sin fuerzas, mi cuerpo empieza a debilitarse, quiero vivir.

* * * * * * * * * * * * * *


Doy un golpe a la mesa a lado de mi cama, no consigo la fastidiosa alarma, sin haberla apagado aún obligo a mi cuerpo a levantarse de la cama, quisiera seguir durmiendo todo el día pero tengo que ir al colegio.

Que alegría, pienso con total sarcasmo.

Abro los ojos, y apago la alarma apenas son las 6:30am pero me levanto y me dirijo a mi baño, enciendo la luz y me miro al espejo, cada día realmente me veo peor. No es que tengo baja autoestima, pero mi piel es asquerosa, me quedaron marcas de acné, mis labios no son rosados como los de la demás chicas, a veces se rompen de nada y siempre están resecos, es bastante frustrante pero ya después de tantos años ya he llegado a acostumbrarme a eso, mis ojos son marrones normales, ni azules, ni verdes, ningún color exótico, solo marrones, mis cejas y cabello es del mismo color. Dejo de mirarme al espejo, abro el grifo de la ducha y entro en ella, dejo que todas mis preocupaciones y angustias se deshagan con el agua, dejo mi mente en blanco mientras me enjabono y lavo mi cabello, trato de apurarme un poco, se me está haciendo tarde, salgo de la ducha, agarro mi toalla y me envuelvo, regreso a mi habitación, sin mirar mucho agarro un jeans, una camisa gris que en el frente dice "POWER", mi chaqueta negra, y unas sandalias trenzadas negras que no dejan ver mi dedos de los pies. Peino mi cabello pero no me demoro mucho con eso.

Agarro mi bolso, meto mi celular y me llaves, bajo las escaleras de mi casa, y me encuentro con mi papá en la cocina, veo que en la mesa hay dos platos, me siento y agarro una manzana, empiezo a comérmela.

Buenos días papá, digo con la boca llena de manzana. Creo que no me entendió ya que no me responde, trago y vuelvo a repetirlo.

El parece salir de algún transe y se voltea a verme, veo como le corre una lagrima por la mejilla y le brillan los ojos. Me levanto sin pensarlo y voy a abrazarlo, dejo que el llore sobre mi hombro sin pensar en el tiempo, no me importa llegar tarde, el me necesita y voy a estar para el todo el tiempo necesario.

La extraño mucho, dice él entre lágrimas. No puedo decir nada, solo abrazarlo más fuerte.

El abrazo no duro tanto como yo esperaba, el da un paso atrás y se limpia el rostro, me mira y creo que está buscando una razón del porque yo no estoy llorando.

Cuando mamá murió hace 1 año y 3 meses, el día que ella falleció, estuve con ella todo el día, papa estaba trabajando, tuvo que quedarse hasta tarde por su Jefe. La recuerdo allí sentada en el mueble de la cocina, mientras yo preparaba una torta para ella, quería hacerla feliz lo más que pudiera.

Engañada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora