Ella camino por el muelle, sus mejillas empapadas de su dolor,
Ojos nublados, ciegos, por la pérdida de su amor.
Si el corazón no siente, ¿entonces porque estoy hecha pedazos? ¿Por qué ese dolor en mi pecho? ¿Qué es este vacío?
Si siguiera entre la gente, tal vez no doliera tanto, de ser feliz con otra ya lo hubiera perdonado. Pero, nada duele más de como la vida de mis brazos le ha arrancado
Se repetían en su mente esas imágenes, esa sonrisa, sus besos, la forma en la que sus mejillas tomaban color cada vez que se sentía querido, después de un beso o luego de un halago.
Lo tímido que solía ser, pero sobretodo, el amor que sentía, no por lo que dijera, sino como lo mostraba.
Gritó su nombre una y otra vez, sintiendo el desgarre de cada sílaba en su garganta, ¡¿Dónde estás?! ¡Deja de jugar! ¡Vuelve a mí! Repitiendo esta última frase cada vez en tono más bajo... Sintiendo ya sus pies el borde de las tablas, la entrada al mar.
Sintió frío, ¿Pero ya que era peor que ese vacío en su pecho? Era tan asfixiante que querría arrancarse la piel, perdía la razón entre recuerdos, perdía la visión y no mucho después,la respiración.
