—¿No has tenido alguna fantasía, Keith? —Colleen preguntó a su prometido mientras ambos se encontraban tendidos en la cama del dormitorio de ella, arropados en una noche que parecía haber traído una baja más grande en la temperatura.
—¡Creí que nunca preguntarías!
—¡No me refiero a algo sexual!
—Oh...pues, ¿entonces de qué tipo te refieres?
—Creo que usé la palabra equivocada...no es tanto “fantasía” como más bien, algún sueño.
—¡Claro que los tengo! —casi gritó Keith—. ¡Que “Grease Monkey” quiebre en la ciudad!
—Cuándo no piensas en sexo, piensas en negocios.
—¿Tú no?
—Ejem...quiero decir —Colleen aclaró su garganta, un poco sonrojada—, ¿no has pensado en vivir en otro lado? ¿Las Bahamas? ¿Hawaii? ¿Jamaica? Algo lejos de tanta nieve y hielo.
—¿Pensando ya en la luna de miel?
—Un poco —contestó sonriente.
—Paciencia —Keith aseveró mientras la abrazaba —. Pronto estaremos en alguna playa del Caribe...esperando la llamada de nuestros trabajos diciendo que todo está bajo control.
—Siempre dices las cosas más románticas, querido.
—De todos modos, es algo que debiste haber pensado mejor, ¿no?
—¿Cómo qué pensado mejor?
—¡No, no! Nada —el hombre trató de rectificar su tono, mortificado de que cualquier palabra malinterpretada podría molestar a su futura esposa.
—¡Oh, por favor Keith! ¡No tienes motivo para alarmarte de ese modo!
—¿Alarmarme?
—¿Estás nervioso porque crees que ese mito de que las mujeres enloquecemos cerca de los días de nuestra boda y tomamos cualquier pequeño malentendido como si insultaras nuestras madres?
—Pues...
—Dos cosas: en primera, eso es sexista como no tienes idea, pero lo perdono; en segundo: sí, admito que en retrospectiva, planear la boda para diciembre, en especial el que fue llamado como el inicio de invierno más frío en los últimos 20 años, no fue muy inteligente, pero ya sabes...hay cuestiones románticas que creo yo, pueden vencerlo todo...viejas cuestiones de la escuela...¿No lo crees así?
—Claro que lo creo así — y ambos compartieron un breve pero sentido beso.
—¿No es acaso tan...romántico? —Colleen preguntó con un tono más cálido que su voz usual.
—Eh...claro, ¡claro que sí!
—Parece como si hubiera sido ayer cuándo apenas eramos dos adolescentes nerviosos y con la voz chistosa que pensaban en el futuro...¿a quién engaño? No pensábamos en el futuro más allá de juntar para el nuevo vinil de The Cure o de Depeche Mode...
—A mi siempre me gustó más Bruce Springsteen y The Outfield...¿Y a quién engañas? ¡Escondías a “Reckless” de Bryan Adams en el empaque de Simple Minds!
—¡Todas y todos tenemos el derecho de nutrir nuestro lado cursi!
—¿No escribías también historias eróticas entre Bryan Adams y Richard Marx?
—Sí, sí...aunque suene como una hipster de 23 años, yo escribía ese tipo de historias antes que estuvieran de moda.
—¿Moda?
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Casarse en Diciembre
ChickLitAllyson Martin es una estudiante de primer año de universidad que sobrevivió al reto más grande de su vida hasta ese momento: el primer semestre. Pero las vacaciones de invierno la llevaran a uno aún mayor: ayudar con la boda de su madre con un viej...