KuroTsuki; drabbles

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Si Tsukishima tuviera que elegir un día en el que hubiera sido de lo más feliz, estaba seguro que sería esa vez hace trece años.

Cuando aún era un estudiante de preparatoria y su único problema eran los exámenes (y ni siquiera eso, porque los aprobaba sin problema).

Era el día de su cumpleaños, y cierto pelinegro (con el que llevaba dándose buenas migas desde hace tiempo atrás) se enteró de aquello.

Aunque Kei no está seguro de si el momento más feliz fue ver a Kuroo allí, con globos en las manos y esperándolo en la salida del colegio, o el pastel de fresas que le entregó nada más verlo.

Fuera cual fuera, luego de ese momento hubieron muchos otro recuerdos felices y todos protagonizados principalmente por el pelinegro.

Y aún hoy, con treinta años sobre él, Kei estaba seguro que todavía le faltaban muchos momentos por vivir con Tetsuro.