Narra Aiden.
La voz del profesor era inaudible, las palabras del viejo que parecía nunca jubilarse, ya no importaban, realmente ya nada importaba. Faltaban pocos días para que las clases terminaran y lo único que yo podía hacer era mirar por la ventana y pensar en Ashley, la zorra que me engañó.
Habían pasado nueve días desde que la encontré con las piernas enrolladas en la cintura del inútil de Josh Smith, el típico chico musculoso y con reputación de malo que con solo entrar en la habitación, hacía que la población femenina mojara su ropa interior; hasta yo mojaría mi ropa interior por él. Era obvio que una chica como Ashley dejara a un imbécil solitario como yo, por un galán aventurero como Josh.
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La jornada escolar carcelaria había terminado y todos iban con sus grupos de amigos con dirección a sus casas, pero ese no era mi caso.
Elizabeth Harrison, la linda castaña de 1.70 de estatura se acercaba caminando como si de una pasarela se tratara, mire atrás buscando alguien, pero nada, todos se habían ido, solo eramos ella y yo.
- O'Connor, ese es tu nombre ¿no?
De ninguna manera imaginaba que una chica como ella popular, hermosa, aventurera y notablemente uno de los mejores cuerpos de Londres; supiera mi nombre. Como pude, formule una respuesta, nada coherente, pero que demostrara que tengo un cerebro.
- Yo... em... si.
Una sonrisa adornó su rostro y continuo hablando.
- Creo que nunca había hablado contigo, me presento, Elizabeth Harrison.
- Si... yo... Aiden O'Connor.
- Muy bien, Aiden un placer, que te parece si te invito a tomar un café.
- ¿Qué?
- Sí, un café, conmigo
- Em... yo... esta bien.
El camino a la cafetería fue silencioso, cuando llegamos Elizabeth eligió una mesa cerca de la ventana, ordenamos y empecé a preguntarme que tan urgente seria su necesidad para que recurriera a mi.
- ¿Qué es lo que tanto piensas?
- Nada, nada solo... yo
- Bien - sonríe - te ahorraré saliva e iré al grano. Se lo que estas pensando, y no, no vengo a chantajearte para que hagas mis deberes de matemáticas. No soy como el resto de la "gente popular" - dijo con una mueca.
Lo pensé por un momento, tenia razón, Elizabeth no era como el resto de sus amigas que no salían a la calle si no tenían dos kilos de maquillaje encima y tampoco era una de esas perras desalmadas a las que encontrabas succionándose las bocas con un sujeto diferente cada semana. No, ella era un espíritu libre, no seguía las modas estúpidas creadas por gente aún más estúpida; ella era ella y tal vez esa era la razón por la que todos la querían. Elizabeth continuó hablando.
- Me enteré de lo que te hizo Ashley, escucha no creo que necesites mi lástima.
- Por supuesto que no.
- Perfecto, puedes hablar como una persona normal, anótate un punto chico. - me guiña un ojo.
- Habla rápido, por favor.
- Está bien, cálmate. Oye, te quería proponer algo, no preguntes porqué pero Ashley Ross me debe una y realmente no voy a dejar que se salga con la suya, tengo un plan y tú estás en el. Así que ¿Aceptas o no?
- ¿Qué se supone que vamos a hacer?
- Nada muy grande, quiero que pague por lo que nos hizo pero no estoy planeando un asesinato, aún.
La mire sorprendido y asustado; no pensaba asesinar a nadie, Ashley era una puta en todo el sentido de la palabra, pero romperme el corazón no merecía la muerte, no era como si ella hubiera ejecutado a mil gatitos. Solo me engaño, estupideces de adolescentes.
- No pienso matar a nadie.
- Te dije que no la pienso asesinar, te tomas las cosas muy enserio. Solo vamos a vengarnos, nadie se dará cuenta de lo que vamos a hacer.
Tal vez es el brillo maléfico en su mirada, o su sonrisa traviesa, no lo sé pero presiento que me voy a meter en problemas.
S&M
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Ella
Teen FictionElla era popular, linda, diferente y yo era Aiden O'Connor, el tonto solitario. Nuestra historia no tenía un comienzo pero si un final. Créditos de la portada a @imwhiteb