Aquella fría tarde a la cafetería, se sentó en su rutinaria mesa y la camarera la trajo su café. Calum entró y la buscó con la mirada. La encontró encogida de hombros mirando su taza. Se acercó a ella y vio cómo se aferraba a sus mangas.
"Márchate, déjame sola." Pidió, con un hilo de voz. "No necesito tu compañía."
"Ambos sabemos que sí."
Dejó el dinero sobre la mesa y se marchó, dejándola sola como ella había pedido. Jenna sintió ganas de llorar y el vacío aumentó más.