Dulce niñez

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Tinte deseado en la mañana,
que por la noche oculta su belleza.
Tinte que alivia mis pesares,
y alegra mi alma con su grandeza.
Tinte que desvanece los males,
con su gran brillo de esmeralda.

Fragancias repentinas se asoman,
inundando mí ser con alegría,
recordándome tiempos de paz,
recordándome a mi infancia,
recordándome mi alegre andar.

Inolvidable sabor me atrae,
me atrae a la perdida absoluta.
Sabor de progreso y aventura,
aventura que me quita mi paraíso.
Paraíso en el que era un narciso,
y ahora paso a ser un simple peón.

Melodía armónica me inunda
con un agrio sabor a realidad.
Realidad que amaría no existiera,
o fuera cambiada por una de amistad.
Realidad en la que añoro el pasado,
pasado en el que me gustaría vivir,
pasado que ya dejo de existir,
pasado que ya no puedo reprimir

PoesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora