No toda historia tiene su final feliz.

Una nueva relación.

Llegó el día en que tenía que encontrarme con Gus, habíamos quedado en vernos a las 17:00 hs en la cafetería.

Siendo 15:30 hs me fui a bañar, terminé mi ducha, me sequé y comencé a vestirme. Me puse la ropa interior, unos jenas negros, una remera blanca y mis zapatillas converse también negras. Me peiné y me dejé el pelo suelto. Ya estando lista, le mande un mensaje a Gus.

*Mensaje vía Whatsapp*

-Holaa, yo estoy lista, vos ya estás?

A lo que contesta bastante rápido.

-Hi! Claro, son recién 16:20, pero quieres salir? no me aguanto hasta las 17

-Está bien, te veo allí, ya voy saliendo

Así que tome mi chaqueta y salí.-¡Mamá! vuelvo en un rato!-grité mientras me acercaba a la puerta. No escuché responder, así que tampoco quise volver a avisar y decidí irme de una vez. Salí en dirección a la cafetería, quedaba a tan solo 4 cuadras, así que decidí apurar un poco el paso.

Al llegar, Gus había llegado primero por el hecho de que su casa queda mas cerca de allí que la mía.

-Buenas tardes querido Gus.-dije mientras tomaba asiento acompañada de una giñada.

-Buenas tardes, querida Brenda.-a lo que me devolvió la giñada.-Ya pedí los cafés y las media lunas.

-Perfecto, ahora, dime lo que tenías pensado contarme.

-Okey, bien. Pero antes prométeme que seguirá todo normal.

-Prometido.-levante mi mano izquierda acompañada de una sonrisa.

-Brenda, tú...tu me gustas.-dijo agachando su cabeza.

-Gus, ¿enserio? No quiero que suene de novela, pero, tu también me gustas, desde hace mucho.

Llegó la camarera con el café en una mano y las media luna en otra.

-Gracias.-contesté a la camarera la cual no contestó.

-Bueno, si es así, ¿por qué no estamos juntos?-respondió Gus luego de tomar un poco de café.

-Y pues porque tú no lo mencionaste antes, tonto.-dije mientras me reí, sacando tensión a la situación.

-Entonces, en ese caso...Srta.Caneva, ¿desea ser mi queridísima novia?-dijo como si fuese propuesta de matrimonio.

-Wo, claro que sí, estimado Gus.-respondí mientras sonreía.

-Perfecto, ahora espera un minuto.-dejó su taza de café, y se paró.

-Espera, ¿Qué haces?-intenté frenarlo pero no funcionó.

-¡Señoras y señores!.-comentó en voz alta mientras se paraba en la silla.-¡Les presento a mi bella novia, Brenda Caneva!.-dijo con voz de presentador y todos aplaudieron mientras sonreían por aquel acto.

-Ya sientate Gus.-le dije tomandolo de la mano.-De todos modos, gracias por el detalle.-comenté mientras reía.

-Te lo mereces pequeñita.-a lo que respondió sentandose.

Luego de ese maravilloso momento en la cafetería, el me acompañó hasta mi casa. Fuimos todo el camino tomados de la mano. Al llegar a destino, se despidió dándome un beso en los labios, y se marchó, sin decir una sola palabra.

Abrí la puerta de mi casa, sin poder creer lo que estaba sucediendo, tome carrera y salí corriendo hacia mi cuarto. Cerré la puerta y me tiré en la cama, me encotraba mirando al techo con una sonrisa de oreja a oreja. Era increíble, Gus, era mi novio. Kathy tenía que saberlo.
Así que decidí llamarla y contarle todo.

-¡Kathy! ¿Adivina quién tiene novio?
-¡No lo puedo creer!-me contestó gritando.
-Pues creerlo, para eso quería verme Gus, me dijo que le gustaba, luego le dije que también él me gustaba y luego me pido para ser su novia.-pegué un grito de niña loca.

Comencé a contarle todo y con detalle a Kathy, ella estaba igual de contenta que yo por nosotros.