Capítulo 48

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La oscuridad es tan subjetiva. La nada es tan calla. El silencio tan ruidoso. Y la vida tan irónica. A veces sentimos, como se ríe de nosotros, como nos da todo pero también nos quita todo. Nos pone en la cima, de la cuál caemos libremente. Y en una de aquellas caídas, o de las muchas caídas, al final comprendemos que aunque creíamos haber encontrado el fondo, realmente este no existe, porque siempre podemos caer más y más bajo.

Finalmente, en una de aquellas caídas que nos da la vida, el vértigo nos habla. Nos pregunta, ¿Aquí de nuevo?. Nuestra respuesta es afirmativa pero silenciosa. Este se ríe de nosotros, para finalmente decirnos: Ya te sabes el camino, pero no el final.

Yo me río del vértigo, porque hablo de él, sin haber sentido la caída. Algún día tocaremos fondo, y seguramente subiremos. Nos reiremos del vértigo y agradeceremos al viento por lo que se llevó en las caídas y subidas. A las personas que se fueron por haberse ido, porque no merecía estar, y por supuesto a las que se quedaron siempre.

Pues aquella oscuridad que me consumió después del bofetón, me hizo pensar que ya había tocado fondo. 

Inconsciente, comencé a recordar a mi padre. Mi mente repetía, "Maldito el día en que naciste", muchas veces. Recordé los golpes de mi madre. Aquel maltrato físico y psicológico que habíamos tenido que pasar. Dicen que recibes de lo que das. Pero, a veces dudo de esta teoría, ¿Realmente merecía yo pasar por todo eso.?

De repente siento como atan mis brazos a un metal. Sentía frío. No conseguía abrir los ojos. Mis piernas también fueron atadas. ¡Que mala idea fue haberme puesto esta falda! pienso. Seguía sin poder ver. 

-¡Despierta!.- grita una voz ronca.

Entonces, mi mente reacciona, después de sentir nuevamente un golpe en mi cara.

-¿Qué hago aquí?- pregunto al abrir los ojos. 

Cuando los abro bien, empiezo a ver una habitación muy grande, era completamente gris. Llena de cajas, frente a mi, también había otra reja. ¡No puede ser! ¡Este debe de ser el sótano en el que murieron Anthony y Abby!

-¡Suélteme!- grito.

Nuevamente era este hombre pelirrojo y malvado. Cuando lo vi directamente, cuando vi sus ojos. Sentí que una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo. ¿Qué significa esto?. Quizás este hombre me provocaba tanto miedo hasta crear en mi electricidad, o pánico.

-Niña, de aquí no saldrás viva. Eres mi venganza.

-¡Que tengo que ver yo en todo esto! ¡Yo no le he hecho nada!.- ladro nuevamente, mientras me remuevo en mi reja. Al hacer esto, las cuerdas que me sujetaban, me proporcionaban pequeñas descargas de electricidad. 

-¡AH!- grito de dolor. 

Quería evitar llorar, por si eran mis ultimas horas, al menos morir como una valiente. Pero al ser tantas descargas eléctricas en mi cuerpo, me dolía horrores. Incluso empecé a sangrar por la nariz. Maldita sea.

- Cada vez que te muevas, el voltaje será mayor. Hasta que finalmente, a la quita o sexta vez que que haya un movimiento, las cuerdas te propinaran tal voltaje que morirás en el acto, a causa de una parálisis en el corazón, así que si quieres morir sin ver a tu amado, continua moviéndote.- dice este hombre, para acto seguido, burlarse nuevamente.

-¡Eres un desgraciado! ¡No mereces nada!- grito entre sollozos. 

-¡Qué impertinente eres niñita!. No sabes que no puedes gritarle y mucho menos insultar a tu asesino. - se burla.

Lo empecé a observar mucho más detenidamente. Su ropa negra era tan elegante. Su boca destilaba maldad, incluso su aura vomitaba odio, sus poros escupían rabia y finalmente, su alma dolor. 

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora