Ángeles Muriendo

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Jake silbaba de nuevo la misma melodía con tonos bajos que hacían que se sintiera en las nubes, literalmente, aun que él, no sabía de donde había escuchado esa melodía, le encantaba su sonido y no se cansaba de él, se podía ver claramente en la forma en la que él, recostado con su pierna izquierda recargada en la derecha, dejando que su pie se balanceara con el ritmo de la canción. 

Tenía los ojos cerrados, pero con el cantar de las aves, que cada vez de acercaba más a él, sus ojos se comenzaron a abrir ante la luz del cielo acompañado del cálido sol, el cielo tenía unos tonos anaranjados con rosado, eso quería decir, que estaba amaneciendo y podría verla una vez más. Los ojos cafés de Jake, se abrieron en su totalidad para que él se diera cuenta de la hora del día, el sol le daba directamente en sus ojos y posó su mano, frente de su rostro, para que el sol, no lo molestara mientras que él suspiraba lentamente anhelando algo lejano. Algo especial de Jake eran sus ojos, muy extraños en particular, nadie que él conociera tenía los ojos cafés con una mancha gris en el ojo izquierdo, de hecho, nadie la tenía y él sabía que significaba algo, pero era imposible saberlo y en esos momentos era lo que menos le importaba a Jake. 

Jake, se levanto y se asomó por esa nube en donde pasaba la mayoría de su tiempo, mirándola desde lo más alto del cielo. 
Había muchas personas, pasando bajo los cielos de Londres, jóvenes muy hermosas, extranjeras, modelos, actrices, todos pasaban por debajo de la nube de Jake, pero siempre, por las mañanas, él despertaba y miraba el mismo lugar por donde ella, la única persona por la cual, él seria capaz de dar sus alas para bajar a la tierra y abrazarla. 

Sus ojos relucían ante la idea de que en cualquier momento, ella pasaría por el mismo lugar y le quitaría otro aliento y a él, no le importaba que ella se robara sus latidos, él estaba sumamente entregado a ella, no sabía la razón exacta de como es que sabía de la existencia de ella, solo sabía que cuando él despertó en las nubes, la última imagen que se quedo plasmada en él, fue el rostro de ella. 

Por alguna extraña razón, él no la podía encontrar y su imaginación comenzó a volar pensando en donde podría estar ella. 

¿Se abría levantado tarde? 

¿Estaba con alguien? 

¿Estaba bien? 

Sus ojos, intentaban y buscaban a la hermosa dama una y otra vez, bajó de la nube para ir a otra de tal forma para encontrarla en otro posible punto en el cual ella podría estar, pero no había señales de ella. 

En ese momento, Jake, quería saltar del cielo para bajar y saber si todo estaba bien con ella, de alguna manera, para él, ella era como su deseo inalcanzable, pues nunca podría estar con ella, bueno, había una forma de estar con ella, pero era demasiado riesgosa, además, él tenía que cuidarla desde lo más alto. 

Las ansias y miedos de Jake, se fueron al verla caminando por las calles y le concluyó que sólo se había retrasado por unos minutos, pero esos minutos para él, fueron desesperantes, pues no sabía lo que le había pasado y se sentía sumamente responsable por lo que le llegara pasar a su dama. 

Finalmente, la dulce chica aparecio en las calles de Londres, con una chaqueta negro, su cabello color miel y sus hermosos ojos verdes con destellos verdes, dejaron embobado al enamorado ángel.
La siguió por su recorrido que habitaulmente ella realizaba todos los dias y se dio cuenta de algo raro que nunca había visto antes en ella y se preguntaba que le había pasado. 

Ella, tenía una marca en su muñeca, como un símbolo o como si hubiera sido una cortada, al ver este signo no común en ella, trato de enfocar su vista en su rostro. Ella, no lucia resplandeciente, viva, como antes, si no que se veía cansada, desnutrida y enferma. 

Jake, no sabía lo que le había pasado a su ángel terrenal, sólo sabía que ella estaba mal y él, no la podía ayudar por más que quisiera, pues poner los pies en la tierra, era un completo suicidio, un ángel, no puede vivir sin sus alas, pues al tenerlas, se hacen parte de ti siendo igual de importantes que todos los huesos de tu cuerpo, incluso, si las perdía por pisar la tierra, morirían, era como arrancar de golpe toda la médula espinal. 

La forma en la que los ángeles se comunican con su persona en específico, es por medio de la consiencia, esa pequeña voz que hace un enorme eco antes de realizar tus decisiones, en realidad es tu ángel cuidandote, pero, en esos momentos, Jake, no podía entender lo que le estaba pasando por la cabeza a su hermosa chica, pues por más que buscaba en todos los rincones de su mente, no encontraba una explicación a lo que le estaba pasando. 

Él la miraba, concentrado, en cada movimiento extraño que ella estaba haciendo y se dio cuenta de que ella, estaba mal, se estaba matando a ella misma y eso él, no lo podía permitir, Jake no podía permitir que ella se estuviera ocasionando todo eso a ella misma, ¿Por qué la dulce chica llena de vida, quería arrancársela?. 

Jake, no dudaba en saltar a la tierra para salvarla, pero al recordar, que muchos ángeles, guardianes en sí de almas inocentes, porque cuando su mortal, esta en peligro muy extremo es decir, de muerte  y no hay tiempo para meterse en la mente de ellos, se tiraban de las nubes para sacrificarse por el alma de sus "vidas", como eran llamados los humanos por los del cielo, pues al realizar este acto, significaba que él alma de la "vida", ya habia muerto y los ángeles habían dado su alma para que tubieran una segunda oportunidad para vivir, pero cuando un ángel hace esto, deja de exisitir para siempre, dejando a su "vida" sin un ángel guardian, sólo y sin protección alguna, pues nadie puede tomar el puesto de otro ángel, esta prohibido hacer eso, ya que pueden haber muchos problemas; Jake, dio un paso atrás y fue en busca de ayuda para que ella pudiera salvarse sin llegar a ser un suicidio. 

Repentinamente, un ángel, con alas negras, de verdes ojos y cabello largo negro, se acercó a Jake, en seguida, Jake supo que no era un ángel, si no un demonio enviado desde lo más profundo de la Tierra. Ellos, nunca hacían nada para un bien, aun que aparentaban, todo estaba escondido y era una trampa para que simplemente te perdieras en sus trampas. 

Kalian, era el demonio más astuto de todos y al ver a Jake, en un estado de desesperación por salvar a su vida, no dudo en hacerle un trato, sonriéndole mentirosamente y mirando hacía en suelo para no demostrar la gracia que le hacia la expresión de Jake. 

Kalian- Jake, indefenso ángel de alas blancas, vendecido por los superiores por tus actos, pero rechazado por muchos por no tener una aureola, ¿qué te hace tener esa expresión hoy? ¿Acaso, tu vida esta muriendo? ¿Esta mal? ¿Tú estas mal? 

Kalian, era un burlón y no le importaba destrozar los sentimientos de otras almas, si no, que era mejor, era una muy buena estrategía para que los ángeles explotaran ante él, haciendo lo que él quisiera y claro, todos lo hacían inconcientemente. 

Jake- Kalian, sabes perféctamente, que tu no puedas estar aqui. 

Kalian- Jake, siempre preocupandote por todos, pero nunca por tí, déja, que yo me encargue de tu vida terrenal, para que puedas quitar tus preocupaciones. 

Jake- Bajo, ningún motivo te lo permitiría Kalian. 

Kalian, tocó el hombro de Jake y en un par de segundos, él pudo ver lo que Jake protegía desde lo más alto. 

Kalian- ¡Valla!, Hace milenios que esto no se veía en un ángel Jake. 

Jake- ¿A qué te refieres Kalian? 

Kalian- Un ángel enamorado de un terrenal, ¿no serías capaz de dar tus alas por ella, o sí Jake?, por que si es así, te puedo dar un consejo, para que no mueras al descender a lo prohibido, hacía la fría tierra. 

Jake- No me interesa nada de eso Kalian. 

Kalian- Pobre Jake, todos saben que tú no eres fuerte, eres un ángel débil, incompetente y además, darías tu vida por un mortal que no sabe si quiera de tu existencia. 

Cuando Jake, iba a comenzar a discutir con Kalian, un grito, de alguien de abajo, lo hizo distraerse, pues había sido su hermosa chica, un grito que ella soltó hasta ser escuchada en los cielos, por el odio que ella sentía a ella mísma por alguna causa, que las venas ahora, ella se cortaba con la primera cosa filosa que ella se encontrara. 

Jake- ¡No! 

Kalian- ¿No qué Jake? ¿No bajaras a ayudarla? , ¿te quedarás aqui a ver como la sangre de sus venas se escurré por todo el lugar, hasta que su último aliento se valla?, aun que, ¿sábes?, eso no es tan malo, para mí, esa son las mejores escenas, pues es cuando ellos bajan, al cometer un suicidio. 

Jake- ¡Para! , ¡ya vete!

Kalian- ¿Qué pare? y además ¡¿ qué me valla ?!, si que eres aburrido, pero, tienes razón, estoy a punto de recibir a una chica debajo de tus preciadas nubes y creo que la conoces perfectamente y sabrás el porque, es que ella esta aya a bajo.

Kalian, peino su mechón que salía por su costado izquierdo hacía atrás, le dió la espalda a Jake,  cuando iba a alzar el vuelo, un sonido de súplica de parte de Jake, se hizo presente. 
Una sonrisa de Kalian demoniaca, por haber conseguido lo que quería del ingenuo ángel. Él lo tenía en donde quería y a la vida de Jake, ya no le quedaba mucho tiempo, sin duda, podría sacar provecho de toda esa ocasión. 

Kalian- ¿Qué pasa Jake? 

Jake- ¿Cuál es tu propuesta Kalian? 

Kalian- Jake, eres un ángel astuto en confiar en mí, digo ¿sábes lo que arriesgas, ganas y pierdes? 

Jake- Sé que no debo confiar en ti Kalian, pero esta muriendo y no lo puedo permitir.

Kalian- ¿Cuánto valen tus alas para ti?

Jake- ¿qué? 

Kalian- ¿Es mucho? ¿Un gran significado?

Jake- Claro, que lo son, al igual que las tuyas. 

Kalian- Jake, ¿estás dispuesto a bajar a la tierra, dejar tus alas y no morir? 

Jake- ¿Podré rergesar? 

Kalian- Mira Jake, lo que yo te propongo es, te doy la solución de sobrevivir aya a bajo y rescatar a tu vida para que no muera, encontrarás la forma de subir y fin de la historia. 

Jake- ¿Y tú que ganas con que yo haga eso ? , todo parece en mi beneficio

Kalian- Por que, yo quiero ayudarte Jake, además, eres un ángel que no le fallaría su vida ¿o si? 

Jake lo pensaba una y otra vez, pero, no estaba completamente convencido, pues sabía que había algo oculto y era más que obvio que Kalian, no se lo diria.

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