Introducción

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-¡Me ha salido otro! -se quejó con fastidio el pelinegro.

Hacía dos meses que comenzaban a brotarle más seguido y eso causaba un coraje interno en el chico. Su cara siempre había sido perfecta a causa de su buena alimentación pero de un tiempo en adelante salían mucho. Al principio lo dejó pasar ya que creía que era algo normal a su edad, pero cuando vio que su cara comenzaba a llenarse de esas cositas molestas fue cuando empezó la preocupación.
No se explicaba porque le saldrían de esa manera si el siempre había sido muy saludable y su cara siempre estaba impecable.

Dejalo, ya se quitarán.

Decía su madre, pero el sabia que tenía que tratarse rápidamente antes que la situación empeorara. Miraba a sus amigos que antes tenían la cara llena de granitos y ahora que cursaban la secundaria antes de ir al colegio, la tenían súper limpia, a muchos comenzaban a quitarseles pronto mientras a él se le llenaba día a día. Eso fue bajando su autoestima poco a poco hasta que se volvió mas gruñón de lo normal, según decían sus amigos.

Había veces en las que lloraba porque se sentía feo y prefería quedarse en casa, que salir con sus amigos a comer, de compras o a fiestas. Exageraba un poco, pues no tenía acné, pero sus amigos le entendían porque el nunca había pasado por eso. Así que le animaban y él chico se dedicaba a tomar agua natural todo el día y evitar cualquier chatarra que le ocasionara mas imperfecciones.

Tras rogarle a su madre que le llevara al dermatólogo, ésta accedió pues se dio cuenta que su hijo tenía razón.

-¡Sube al auto o llegaras tarde! -gritó su madre desde abajo.

-¡Voy! Debo lavar mi cara -avisó el chico yendo al baño.

Luego de unos minutos ambos se dirigieron al lugar donde tanto había pedido ir el chico. La doctora resultó ser muy amable y le recetó unas pastillas junto con unas cuantas cremas que debía aplicarse. Con esto el chico se sentía mas tranquilo, al parecer tenía un problema hormonal y esa era la causa por la que salían los molestos granitos.

-Mama, ¿tu crees que se me limpie la cara pronto? -preguntó esperanzado.

-Claro que si, cariño -la mujer acarició su mejilla con delicadeza y ambos se dirigieron a comprar lo encargado.

-Espero que aproveches esto Kyungsoo, las medicinas salieron mas caras que mis citas en el salón de belleza -dijo la Señora Do en un tono dramático.

-Si mamá, gracias.

-¿Cuando es tu próxima cita? -preguntó con un dedo en su barbilla.

-El 24 del próximo mes -contestó el chico con una sonrisa.

Por fin empezaría su tratamiento y volvería a ser igual de hermoso que antes.

Pensó.

•••
Holaa! Aquí les traigo una historia Yaoi nueva:3 con el Kaisoo🙈 esto solo fue una pequeña introducción y les aseguro que lo bueno viene en el primer capitulo💟 espero les haya gustado, esta idea se me ocurrió en una de las citas que tuve yendo al dermatólogo, así que si, esta historia esta basada en hechos reales aunque claro que le pondré de mi cosecha👅
Se me había ocurrido algo así hace un tiempo pero no sabia si era buena idea hasta que me animé, en fin sin mas que decir me despido! Espero que me sigan leyendo en esta corta pero cute historiahasta pronto!😚😚

Pd: se preguntaran donde sale Kai aquí? Pues eso lo averiguarán en el siguiente capítulo🌚🌚💖
Ahora si Bye!

Cita Con El Dermatólogo → KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora