Parte 1/1

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  Había rechazado la primera petición que la mujer le hizo en cuanto se acomodó en la mesa. No iba a ordenar nada, iba a esperar a que su acompañante llegase así podían, al menos, disfrutar de una taza de bebida caliente entre tanto frío.

El gran ventanal le permitía ver fuera del recinto. La oscura noche le daba paso libre a las decenas de focos iluminando la calle. Era realmente lindo de ver cómo algunos negocios se tomaban la molestia de adornarlos haciendo figuras o clocándolos en hileras en las puertas de entrada, mientras que otros simplemente estaban agarrados de un cordón y caían libremente de forma irregular. Daehyun era muy observador, siempre se quedaba mirando muchas de las cosas que la mayoría de gente pasaba de largo, como cuando lo conoció por primera vez, portando unas gafas de borde negro y el cabello largo castaño. Adorable, fue lo primero que pensó, y luego de conocerlo lo siguió creyendo.

¿Cuánto había pasado? ¿Un año? Tal vez un poco más, no lo recordaba con exactitud. Dejó de llevar la cuenta cuando entendió que era en vano seguir esperando.

Extrañamente, aquella vez se parecía bastante a ese día, al momento, más no es lugar. O mejor dicho, ese momento le recordó a cuando conoció a Youngjae.

Daehyun no actuaba por actos impulsivos, no decía las cosas sin pensarlas antes o sin ver las consecuencias. Eso se reflejaba mucho en la personalidad, pero era malo tratando de ocultar sus expresiones ante las emociones. Es por esto que nunca cambió de número, confiaba en su autocontrol y siempre lo hizo, y es por ello que no se sorprendió cuando recibió un mensaje de él y luego una pronta llamada una semana atrás. Vagamente recordaba su viejo número, porque este era uno nuevo, Youngjae debió haberlo cambiado pero conservando sus contactos. En su corto diálogo, lo citó en ese restaurante a las siete de la tarde. Accedió, estaba libre en ese día y tenía curiosidad de saber a qué se debía su repentina aparición.

Quince minutos más tarde, Youngjae arribó al lugar. Escaneó el lugar con la mirada y al conectar con la de Daehyun sonrió levemente dirigiéndose allí.

Estaba igual, salvo que ya no traía el cabello castaño sino un tono caoba rojizo, un color similar que no supo ponerle nombre.

'Siento la tardanza'

'No hay problema'

Entre una orden de bebidas con cafeína y un postre para acompañarlo, transcurrieron varios minutos, muchos, poniéndose al tanto de la vida del otro, como si fuesen viejos amigos que no se ven por un largo tiempo. Cualquiera que haya estado cerca lo hubiese creído, pero la realidad era otra. Y es que ellos, fueron pareja. Al menos un año atrás.

'Lo siento'.

Después de un minuto en el que ninguno habló, donde no había ni comida ni bebida de por medio, Youngjae rompió el silencio presionando sus manos por debajo de la mesa. Ese era el verdadero motivo de su cita, no comentarse cómo les había tratado la vida en más de trescientos días atrás.

'Está bien Jae, ha pasado un tiempo'

Jae...

Daehyun sonrió al llamarlo de esa forma. Le trajo recuerdos, momentos incluso, tiempos en los que estaban juntos y queriéndose. Lo llamaba así casi siempre, y Youngjae le dedicaba lindas miradas al inicio porque sonaba muy infantil y tierno, pero le hubiese mentido si le decía que no le gustaba.

Supo, en el instante en que recibió el primer mensaje, que se trataba de un encuentro para hablar de lo que había sucedido.

Pero, ¿por qué ahora? ¿Por qué se disculpaba luego de un año? Tuvo mucho tiempo para buscar un omento en el que pudiesen sentarse y aclarar las cosas, terminar todo bien, sin temas inconclusos o de la peor forma. Pero ni siquiera eso le había dado, ni siquiera tuvo un final con enojo, sólo fue un final repentino que llegó de la peor forma. Para Daehyun, enterarse por otras personas fue doloroso, pero saber que a Youngjae ni siquiera le importó y tampoco le fue sincero de frente, le dolió aun más.

Lo que me duele [B.A.P - DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora