"I'm Not Afraid" (TOWMMS)

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HARRY

Me está mirando, Dios, qué nervios. Disimulo una sonrisa normal y me acerco lentamente. Escucho a alguien gritarme "Cuidado" y me percato que estoy a punto de chocar contra un mesero. Tropiezo estúpidamente y me paro de inmediato para darme cuenta que he llamado la atención de todos, pero la que más me importa es la de Diana, que se está riendo. Sonrío al verla reír, se ve tan tierna.

-Perdón, ¿está ocupado el sitio? - le pregunto educadamente al llegar a su sitio. Dios, Harry.

-Eh... -la chica mira por detrás mío y luego vuelve a mirarme -. Creo que no, por el momento.

Me siento sin esperar más, al frente de ella. Ella sonríe tímidamente y pregunta:

-¿Nos conocemos?

-Puede ser que sí, puede ser que no -sí, lo sé, soy pésimo tratando de enamorar.

-Bueno, me llamo Diana -dice ella ignorando mi estupidez.

-Qué bello nombre -digo haciéndome al que no sabía-. Como la reina.

-Eh.. De hecho era una princesa -ríe y me quedo como estúpido, tiene razón -. ¿Y tú cómo te llamas?

-Oh, cierto. Me llamo Harold, pero me puedes decir Harry -sonrío mostrando toda mi dentadura y sonríe.

-¿Y eres de por aquí?

-De hecho soy de Inglaterra, Holmes Chapel para ser exactos. Pero me mudé a Irlanda con mi familia desde que era un niño -recordar esto es tan raro, ya lo estaba olvidando.

-Qué interesante -dice sonriendo, siempre sonriendo -. Pues yo siempre he vivido aquí, toda mi vida.

-¿Con tu hermana?

-¿Quién? ¿La que se acaba de ir? -lanza un resoplido -. Ella no es mi hermana, es una amiga del instituto.

Todo este tiempo creyendo que era su hermana...

-Oh, ¿y tus padres? -pregunto cruzando los brazos y pegando mi espalda al asiento para estar más cómodo.

Ella tose y baja la mirada hacia su vaso con jugo. Toma un sorbo con el sorbete y sigo esperando la respuesta, aunque algo me dice que no debía haber preguntado eso. Tal vez es porque presiento cómo será la respuesta debido a su manera de recibir la pregunta.

-Perdón, no debi preguntar -digo algo culpable.

-No, no te preocupes -dice ella de pronto, retomando su sonrisa; lo que me causa un sentimiento de rareza-. Ellos... Ellos ya no viven conmigo, pero eso no importa. ¿Y tu familia?

-Eh... Ellos se quedaron en Irlanda -mentira, yo los dejé. Dios, qué mal hijo.

Ella me observa, sin decir nada mas que sonreír. Es como si ocultase algo, pero no sé qué. Niall  me llama de pronto y volteo hacia su dirección. Me señala la comida que acaba de llegar a la mesa y le hago una seña para que espere.

-Te están llamando -observa Diana.

-Sí, pero prefiero quedarme un rato más -le sonrío.

-Si quieres ir, ve. No te preocupes por mí -siento como si dentro de ella estuviera diciendo "no te preocuoes por mí, nadie lo ha hecho" y me siento mal-. Además -se para-, me tengo que ir yendo.

Me paro de inmediato.

-Pero... Ven a comer con nosotros.

Hace una mueca de duda y dice:

-No, lo siento, será para la próxima -mira mi rostro de desconsuelo-. Pero, ¿sabes? Fue lindo conocerte -recoge su bolso y se dispone a irse.

-¿Nos volveremos a ver? -le cojo del brazo-. Necesito saberlo.

-Tal vez -hace una pausa-. Mira, yo vivo en un edificio azul, a la vuelta de un parque. Adivina cuál y me encontrarás. Búscame -la suelto y se va, no sin antes dedicarme una sonrisa.

-Adiós... -digo una vez que se ha ido.

-¡Harry! -me llama Niall.

-Voy -respondo desganadamente.

_____

-¿Desde cuándo que lleva ocultándolo? -me pregunta el doctor refiriéndose al tema de la sangre.

No sé cómo responderle sin que suene mal, sin que me sienta culpable.

-Desde hace unos días -miento.

El doctor alza las cejas, sin creerme.

-Unas cuantas semanas, tal vez -admito con miedo.

-¿Qué tal te va con el tema del cansancio? -pregunta mirando sus papeles.

-Últimamente me he estado sintiendo mejor -digo, aunque la verdad es que ni yo lo sé. Me siento igual, pero si lo digo así a la ligera pensará que es grave.

-¿La presión? ¿Hay algun cambio extraño que hayas notado aparte de la tos con sangre?

-Uhmm.. Tal vez he estado algo susceptible, ¿sensible? No sé -me cruzo de brazos.

-Queremos hacerte exámenes de sangre, para prevenir otras enfermedades. Pero necesitamos el permiso de tu tutor.

-Es mi hermano, y se llama Liam -le corrijo.

-Ok, tu hermano. Necesitamos su permiso -hace una pausa para cerrar su fólder-. ¿Sabes a qué hora viene?

Niego con la cabeza. El doctor se para y me pide que espere mientras él se va a chequear algunas cosas. Cuando cierra la puerta respiro hondo, nunca me han gustado los hospitales y menos cuando me revisan y me interrogan. Simplemente, me siento bajo presión. Muevo mi cabeza de lado a lado, haciendo sonar algunos huesos. Por detrás de la puerta escucho al doctor y a Liam hablando. Al parecer, ya llegó.

-Lo entiendo, pero, ¿es necesario? -pregunta Liam.

De pronto la puerta se abre y entran los dos. Miro a Liam, está angustiado. Me da un beso en la cabeza y me paro para que me abrace.

-¿Por qué no has dicho nada? -me susurra acariciando mi espalda.

Me quedo callada, tan solo contemplo el momento. Siento ganas de echar unas lágrimas, pero no lo hago porque ya me ha soltado y me siento desprotegida.

LIAM

 -Necesitamos hacerle unos exámenes de sangre -me dice mientras llegamos a la puerta.

-Lo entiendo, pero, ¿es necesario? -pregunto plantándome al frente de él.

La cuestión del dinero es preocupante y no creí que necesitara más exámenes... Creía que ya estaba sanándose.

El doctor asiente y se me acerca un poco.

-Me ha mostrado ella misma la sangre que ha estado tosiendo, eso puede ser grave, joven -me susurra.

No digo nada más y abro la puerta para encontrar a _____ sentada mirándonos curiosa. Me acerco a ella sin pensarlo dos veces, le doy un beso en la cabeza y la impulso a pararse para darle un abrazo. Siento un pequeño nudo en la garganta que me obliga a pasar saliva. Miro al doctor que nos observa conmovido y aprieta los labios.

-¿Por qué no has dicho nada? -le susurro al oído.

No me responde y se cómo se siente. Tiene miedo. La suelto para entregársela al doctor.

-Ven conmigo -le dice él amablemente.

Ella solo lo sigue y estoy apunto de decirle que no tenga miedo, pero las palabras no salen de mi boca.

The One Who Makes Me SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora