Parte 1 Sin Título

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Esos ojos grandes y oscuros estaban clavados en mí. Esa mirada petrificadora hacía mi respiración detenerse, sentía un cosquilleo escalofriante por mi columna y mis oídos estaban tapados. Mi cabeza se sentía horriblemente pesada, las puntas de mis dedos se tornaron blancas por la fuerza en que los apretaba. Una gota de sudor recorrió por todo mi cuello, mientras yo trataba inútilmente de abrir mi boca para pedir ayuda. No funcionó, las palabras estaban atrancadas en mi garganta. El terror aumentó cuando esa cosa parecía acercarse más a mí, sin despegar su mirada. La temperatura parecía seguir bajando en la habitación, era un frio anormal que me hacía sentir escalofríos. Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho cuando esa cosa quedó justo en frente de mi cara, los horribles ojos me observaban en silencio en la oscuridad. Yo sabía que no estaba dormido, esto era simplemente muy real para ser una pesadilla y además no era la primera vez que pasaba, había perdido ya la cuenta del número de veces que esa cosa aparecía en la noche en mi habitación y se quedaba mirándome, solo quería que terminara de una vez por todas. Casi muero cuando noté algo diferente esta vez. La cosa siempre me parecía una especie de sombra oscura con unos grandes, oscuros y abominables ojos, suficiente para asustar a cualquiera, pero hoy pude ver algo infinitamente peor, la sonrisa de la cosa. Esa sonrisa que parecía un agujero negro que succionaría todo de mi. De esa horripilante boca empezó a salir una risa profunda y baja que hizo erizar mi piel.

Esta vez la cosa habló y me temí que yo ya sabía lo que iba a decir:

-He venido por ti.

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