Hubo un gran silencio, solo se escuchaban las olas del mar, mi corazón empezó a latir más rápido que nunca y lo único que se me venía a la mente era la imagen de Jack frente a mí, pero mi corazón decía que Max era la persona con la que debía estar y decidí hacerle caso...
— ¡sí! , claro que sí quiero Max, lo he estado esperando desde hace mucho tiempo — salté de la felicidad.
Max se acercó a mí, me tomó el rostro con sus manos y besó mis labios lentamente, disfrutando cada segundo, los dos conectamos y me sentí tan segura con él, que hubiera deseado que ese beso tan romántico que me dio, durara toda la eternidad...
— ¡TE AMO, VIOLET! — gritó y el eco se escuchó por toda la playa.
— ¡TAMBIEN TE AMO, MAX! — grité, se acercó y me besó subiéndome a él.
Caímos en la arena y Max se puso encima de mí.
— ¿te gusta Australia? — preguntó emocionado.
— sí, ¿por qué? — respondí con otra pregunta.
— porque podríamos vivir aquí cuando nos casemos — dijo robándome un beso — tendríamos hijos y ellos vendrían a jugar a esta playa cada vez que quieran.
— ¿cómo es eso de cada vez que quieran? — dije dejando a un lado lo de "casarnos".
— sí, porque esta playa pertenece a mi familia — dijo explicándome su árbol genealógico.
— oh, wow, bueno... — las palabras se habían esfumado de mi mente, simplemente no pude pronunciar algo más allá de eso.
Max se incorporó estirando su mano para que me levantara, pero al darle la mano lo jale, cayó otra vez encima de mí, no dudó ni un segundo y me robó un beso muy apasionado que me hacía contraer a él.
Seguimos caminando y encontramos una cueva donde pasamos la velada maravillosa robándonos besos tiernos y caricias apasionadas...
— ¿te gustaría quedarte aquí para siempre? — preguntó mirando la luna que está noche estaba llena y muy redonda.
— no entiendo, ¿aquí dónde? — fruncí el ceño.
— aquí, Australia — dijo sin más.
— mmm, creo que sí — dudé algo confundida.
— pero claro que no en esa casa vieja, sino en una nueva y más grande que esa — dijo esta vez observándome.
— y ¿mi madre? ¿Qué haremos con ella?
— ella, si quieres vendrá con nosotros — dijo emocionado.
— no, no es eso, sino que... — me interrumpí porque no sabía que decir.
— qué es eso que no quieres decir, ¿ah? — me miró entrecerrando los ojos con un tono pícaro, tomando mis palabras con un segundo sentido.
— no, Max, no es eso — abrí bien mis ojos dándome cuenta de lo que había insinuado.
Max río porque sabía que no estaba hablando de eso que él había insinuado.
— lo sé, lo sé — dijo suspirando de tanto reír.
Lo miré entrecerrando los ojos.
— Max, es tarde — miré la hora en mi cell — debemos regresar.
— ahhhh, justo ahora — dijo como un niñito llorando para que su madre no se lo lleve del parque.
— sí ,Max, justo ahora — dije decidida a regresar.
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ENTRE DOS MUNDOS ©
VampirVilu jamás imaginaria que en su corazón hubiera tanta confusión, puesto que sin querer dos hermanos pelearían por su amor, uno queriendo destruir su vida a causa de una antigua venganza... y otro por protegerla. Al final los dos terminarían enamorad...