Capítulo 3

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—Es hora de despertar –Kyungsoo le susurró al oído, Chanyeol sonrió volteandose para mirarlo–. Sigues teniendo la mala manía de despertarte tarde.

—Y tu de permitir que el caliente sol me dé en los ojos –cubrió su rostro con su mano.

Kyungsoo sonrió acercándose a él depositando un tierno beso en sus labios, Chanyeol tomo su cintura acercandolo a su cuerpo, disfrutando de los carnosos labios de su prometido. Kyungsoo se alejó un poco cuando sintió las grandes manos de Chanyeol acariciar su piel.

—Hmm –gruñó en respuesta–. Debes ir a trabajar

—Me gusta más la idea de quedarme aquí contigo

—A trabajar dije –respondió Kyungsoo divertido levantándose de la cama antes de que Chanyeol pudiese impedirlo.

Soltando una pequeña risa, Chanyeol se levantó a regañadientes de la cama.


Una vez estuvo listo fue hacia la cocina, sonrió recargandose en el umbral de la puerta disfrutando de la bella vista que su pequeño acompañante le ofrecía, le encantaba ver el desaliñado cabello de Kyungsoo por las mañanas al igual que sus piernas al descubierto devido a que sólo utilizaba una de sus camisas, la cual evidentemente le quedaba inmensa por la diferencia de tamaño.

Sin poder evitarlo se acerco al pelinegro juntando ambos cuerpos en un cálido abrazo. Kyungsoo se giró sobre sus talones para poder mirarlo.

—Aún no aprendes bien como hacerle el nudo a tu corbata –le brindó una sonrisa mientras se encargaba de amarrarle correctamente la corbata.

—Por suerte siempre te tendré para ayudarme –susurró sobre los labios ajenos depositando un pequeño beso sobre estos–. Esta es la peor parte del día, cuando tengo que despedirme de ti.

—Solo serán un par de horas –Kyungsoo acomodó correctamente el saco de Chanyeol–. Buena suerte.

•••

—Hey. —lo llamó Junmyeon.

—Hey. —respondió de la misma manera deteniéndose a su lado.

—He platicado con Jongdae acerca de salir con ustedes, me dijo que estaría encantado —comentaba con una sonrisa. Chanyeol sonrió también.

—No he hablado con mi prometido pero estoy seguro que aceptará.

—Bien, entonces avísame cuando puedan salir con nosotros.

—Cualquier día que ustedes dispongan estará bien.

—Oh, entonces hablaré con Jongdae. Te diré cuando podamos

—Perfecto —Chanyeol asintió gustoso.

•••

—¿Cómo has estado? –preguntó su madre del otro lado de la línea.

—Bien mamá, estoy bien.

—¿Estás seguro que prefieres...

—Lo estoy –la interrumpió sin siquiera permitir que terminará la pregunta.

—¿Has estado tomando tus medicamentos? –un pequeño silencio abundó entre los dos–. Chanyeol...

—Kyungsoo está conmigo –la interrumpió.

Chanyeol frunció los labios cuando escuchó el sollozo de su madre.

—Es sólo que estoy preocupada por ti.

—No tienes porque preocuparte.

—De acuerdo, ven pronto, ¿si?.

—Lo haré, lo prometo.

Terminó la llamada.

—Ve a verla pronto.

Chanyeol volteó para mirar a Kyungsoo, no se había percatado de cuando había llegado. Soltó un pequeño suspiro asintiendo, le irritaba que su madre le estuviese llamando a cada segundo para saber si estaba bien, no necesitaba que nadie que no fuera Kyungsoo lo molestara con eso a diario. ¿Qué si estaba bien? Claro que estaba bien, estando con Kyungsoo nunca estaría mal y ellos lo sabían, ¿entonces por qué lo llamaban a cada minuto?.

—Te ves cansado –comentó Kyungsoo acercándose más a él–. Ve a dormir un poco. –Chanyeol negó.

—Tengo trabajo.

—Pero necesitas descansar.

—No.

—Hazlo, podrás terminar después.

Chanyeol terminó aceptando después de que Kyungsoo le había estado insistiendo, sabía que se preocupaba por él, siempre lo había hecho desde el primer instante en que se conocieron. Kyungsoo le había dado un gran giró a su vida, él en ese entonces era una persona que su única meta en la vida era mantener bien sus calificaciones para darle gusto a su padre, ¿diversión? Chanyeol no conocía el significado de la palabra, por lo menos hasta que llegó Kyungsoo, aquel chico pelinegro era como el sol que llegaba para iluminar sus días grises, un sol que no era capaz de apagar la luz que irradiaba.

Tres toques en la puerta hicieron que Chanyeol se despertará de nuevo, caminando a paso lento llegó hasta la puerta para poder abrirla.

—Hola Chanyeol –saludó la señora Kim–. Te he traído esto, hace días quería entregartelo pero no te había visto por aquí. ¿Te has estado alimentando bien?

—Hola –sonrió ligeramente frotándose los ojos para quitar su rostro adormilado–. Gracias, no tiene porque preocuparse.

—Hmm –asintió–. Es sólo que luces más delgado.

—El trabajo a veces puede llegar a ser demasiado estresante.

—Entiendo, ¿Crees que pueda hablar con Kyungsoo? –Chanyeol deladeo ligeramente su cabeza–. Has dicho que esta contigo, me gustaría saludarlo.

El ruido de un auto hizo que ambos voltearan a ver hacia la calle interrumpiendo la pequeña plática, Chanyeol tomo el plato que la señora Kim tenía entre sus manos haciendo que esta regresará su vista nuevamente hacia él.

—Creo que su hijo ha llegado, será mejor que vaya a verlo —habló Chanyeol tranquilo–. Gracias por venir, le devolveré el plato luego.

La señora Kim asintió dándose media vuelta y luego se marchó. Chanyeol dejo el plato con comida en el refrigerador, regresó a su escritorio recordando que tenía trabajo pendiente que no había podido terminar y se dispuso a terminarlo.

Can I See You [ChanSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora