No soy la típica chica (U.D.S.#1)

"¿Tu chica? "

Soundtrack ~ Count On Me ~ Bruno Mars

Capítulo 25: "¿Tu chica? "

La vida es maravillosa, a menos de unas horas de entrar al instituto y sigo sintiéndome como estar en una maldita nube, en una burbuja de pensamientos internos que se explotará en cuanto me percate de que todo es una mentira.

No hemos vuelto a hablar desde que se fue por la tarde del domingo de mi casa. Me mandó un texto cuando llego a casa y me deseo las buenas noches, con él siempre había motivo para soñar.

No me pude despertar de mejor manera. Lo primero que vi al levantarme fue un mensaje en mi móvil.

Playboy idiota: Buenos días, princesa.

Una sonrisa se instala en mis labios de solo pensar en como estaría él mandándome ese mensaje. Pensó en mí al enviarlo, escribió para mí y me siento agradecida y halagada a más no poder. Y, como la cereza del pastel de chocolate, las horas que pasamos separados las aprovechamos para hablar por el móvil y distraernos de lo que sucede a nuestro alrededor.

Camino con Camille a mi lado, agarra mi brazo parloteando de tantas cosas a la vez que tengo que colocar un esfuerzo sobrenatural en mi persona para poder captar cada punto que me cuenta. Sonrío como una boba recordando que ella también se lo ha pasado bien con el pelinegro de ojos azules que la tiene loca a ella.

Abro la boca un par de veces con la intención de que alguna palabra salga de ellos pero cada vez que lo intento, ella cambia de tema.

— Dios, Sky. La cita con Jack no ha podido ser mejor. Es muy tierno y detallista. Aún no me creo que estemos saliendo...

Termino por hacer oídos sordos, aunque no evito mirar la expresión soñadora de Camille mientras me cuenta todo lo que han hecho. Por mi cabeza solo pasa el latiente recuerdo de los labios de Dylan sobre los míos y me siento una horrible amiga al comprobar que estoy ignorando a Camille.

Las dudas crecen en mi mente con más rapidez a cada segundo que transcurre porque la incertidumbre de todas estas cosas que estoy sintiendo por el me abruma a un punto insospechable. Y, justo ahora, necesito una amiga.

— Camille — susurro casi inaudible. No me escucha, sigue enfrascada en su conversación y me agobia creer que lo estoy haciendo mal. Al fin y al cabo, he sido yo siempre a la que han ayudado y no al contrario pero ahora tenía que poner toda mi fuerza de voluntad para no echarme a llorar —. Camille — repito un poco más fuerte, esta vez me mantiene su atención en mí permanentemente —, tengo un contarte una cosa. — Declaro, nerviosa.

— ¿Estás bien? — Interroga cautelosa tras unos segundos de eterna agonía para mí. Siento que me falta el aire, que se me queda atascado en algún lugar de mi cuerpo sin posibilidad de escapar, es una celda de la que no puede salir.

— Sí, yo, bueno no...

Me callo de forma abrupta, mis ojos se dirigen como rayos hasta la entrada del edificio donde ese par de ojos azules que tan atormentados los encontré la última vez, ahora se encuentran resplandecientes y llenos de energías.

Noto las mariposas creando una fiesta en mi estómago, que se desliza a lo largo de mi conducto respiratorio. Que él no deje de mirarme, de analizarme en busca de algún gesto de mi parte, no ayuda a que pueda volver a respirar sin percibir como la bilis sube por mi garganta.

Le había pedido expresamente que nadie se enterara de lo que estaba sucediendo entre nosotros. No estaba preparada para volver a enfrentar los murmullos y rumores de todos los estudiantes. Y aún menos a Stacy. Esa arpía sería capaz de formarme la Tercera Guerra Mundial si de un día para otro aparecía de la mano de uno de "sus" chico. Solo de pensar en ella me entran ganas de ir al baño a tirar el desayuno.