Nuestra(s) Nueva(s) Vida(s)

4- La Única Razón Para Casarse

Cuando Harry oyó el despertador a la mañana siguiente, este no no le pareció ruidoso, ni escandaloso, ni nada por el estilo. Esta vez, le pareció música celestial, la barrera sónica que le separaba de la extraña noche que había tenido. A ver, a lo mejor "extraña" era quedarse corto, porque después de haber estado casi una hora peleándose con las sábanas  (gracias al Draco Malfoy imaginario que le acosaba) acabó cayendo en el sueño más placentero y reparador que recordaba (gracias también al Draco Malfoy imaginario que le acosaba... lo cual era motivo más que suficiente para asustarse) Harry se incorporó tan rápido que se mareó y cayó de vuelta al colchón.

¿Cómo pudo quedarse dormido arrullado por la voz de Malfoy? Voz que ni siquiera era real, si no que solo estaba en su cabeza y no le decía precisamente cosas bonitas. (Menos mal, porque entonces seguro que no habría pegado ojo) El Malfoy que se había encontrado en el metro se proyectaba ahora en el techo de su cuarto. La... madurez le había... sentado bien.

Antes de seguir por un camino que prefería evitar, el ojiverde se levantó y empezó a prepararse para "la-carrera-mañanera-para-magos-carentes-de-polvos-flu". Increíblemente, se sentía más descansando que en toda su vida. Estaba tan despejado que hasta desayunó en condiciones  (¿Cuándo había comprado cereales?) Si hubiera sabido el efecto que tenía pensar en Malfoy antes de irse a dormir y que dormir bien le daba esta paz interior, habría estado evocando el rostro de Malfoy desde hace años. ¡VALE! Eso no podía decirlo en voz alta ni en público NUNCA,  es más, no volvería a pensar en ello. Tenía las pilas tan cargadas que ni siquiera tuvo que correr. Llegó el primero.

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-"¿Cómo has podido llegar antes que yo sin usar la Red Flu? ¡Si yo vengo con la Ministra!"- Ron estaba más que sorprendido de ver allí a su jefe antes que él, sin ojeras y sin caminar encorvando la espalda. -"¡Si ni siquiera llegas antes que yo usando la chimenea de tu salón! "

-"Hablando de chimeneas..."- dijo ansioso Harry- "...¿tienes algo para mí? "

-"Oh, sí, espera un segundo..."-

Ron desapareció en su oficina y salió al rato con un enorme frasco de polvos flu que le entregó a Harry. Al ver el alivio con el que su amigo contemplaba el tarro, el pelirrojo le miró inquisitivamente, hasta que Harry se percató de ello e intentó desviar la conversación a otro tema que no fuese él. Se aclaró la garganta.

-"¿Alguna novedad de los mortífagos que enviamos ayer a Azkaban? "- hasta puso su voz de jefe serio.

No coló.
Para nada.

-"¿Tan mal lo pasate ayer entre muggles que no puedes volver a pisar el metro? Has mirado esos polvos verdes como si fueran el último frasco de Felix Felicis que queda en el mundo. "- bromeó Ron.

Ante esa pregunta, Harry se tensó cual cuerda de arco de una manera tan brusca que incluso Ron se dio cuenta de que sí había pasado algo.

-"¿Qué pasó en el metro, Harry?"- Ron se empezaba a preocupar.

El moreno se desplazaba por su despacho como un gato al que han atiborrado de café solo y anfetaminas. ¿Dónde estaba ahora esa calma tan placentera que le había inundado al despertar? Sin saber qué hacer con sus manos,  se puso a toquetear frenéticamente la pluma y el tintero que tenía en su escritorio con una expresión torcida estampada en el rostro.

-"¿Que si pasó algo en el metro? ¿Qué va a pasar en el metro, Ron? ¡Es el metro! ¡Ahí abajo solo hay muggles amargados, JAAAAJAJAJAJAJA!"

Puede que si lo hubiera dicho con actitud serena, su amigo le hubiera creído, pero hablaba tan deprisa y la risa le salió tan histérica que solo consiguió confirmar que sí pasó algo en el metro. Justo cuando Ron se preparaba para interrogar extensamente a su jefe y amigo, el departamento recibió un aviso de una disputa doméstica en la que se estaban empleando hechizos ofensivos. Harry nunca había estado tan agradecido de que alguien la estuviera liando tanto que los vecinos tuvieran que llamar a los Aurores. Miró a Ron, que puso los ojos en blanco, y ambos salieron a toda pastilla hacia la casa del altercado.

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Menudo panorama. Menudo. Panorama. Con razón les habían llamado los vecinos. Por toda la casa había restos de bombardas, diffindos y todo tipo de hechizos que no deberían usarse contra otra persona, sobretodo si se supone que es a quien quieres. Pero los signos más evidentes de la pelea estaban en el matrimonio que se había enfrentado. Ron y él tenían frente a ellos a una enfurecida y momentáneamente calva mujer, resultado del encantamiento calvario que le había lanzado su marido; marido al que había alcanzado connla maldición densaugeo y ahora se encontraba sufriendo sus efectos hasta tal punto que ni siquiera podía cerrar la boca. ¿Cómo podía alguien discutir así a esas horas de la mañana? Harry se arrepentía ahora de haber cogido el caso para huir de las preguntas de Ron.

Cuando entraron en la casa, la situación estaba descontrolada. La pareja se gritaba hechizos entre sí, intercalando algún que otro insulto de vez en cuando. Al ver que los dos ignoraban la orden de Harry de que bajaran las varitas, Ron, que hacía bastante que había perdido la paciencia, conjuró un inmobilus, deteniendo así a la pareja. Les arrebató las varitas de sus inmóviles manos y les ordenó que se explicaran. Un gran error, porque volvieron a ponerse a gritar, sobretodo ella. Dijo que al fin consiguió pruebas que su marido la engañaba (con un hombre, detalle que se aseguró de remarcar varias veces) y que cuando él llego a casa esa mañana (del bar de ambiente muggle en el que se encontraba con su amante) se lo echó en cara y la cosa se les acabó yendo de las manos. Cuando él la dejó calva, ella perdió los estribos.

-"Pero, ¿por qué los dientes?"- le preguntó con genuina curiosidad Harry. ¿Por qué, de todos los hechizos que había, simplemente le hizo crecer desmesuradamente la dentadura? Él le habría cortado las pelotas con un buen (y doloroso) sectum.

-"¡Para que todo el mundo vea lo burro que es! ¡Burro, más que burro!"- su puso puso gritar de nuevo la inmovilizada mujer mientras su pelo volvía a crecer.

El hombre empezó a farfullar a voz en grito algo incomprensible, hasta que sus dientes recuperaron poco a poco su tamaño normal y entonces todos pudieron entender los improperios que iban dirigidos a su mujer (cosas como "harpía", "frígida", y "eres el boggart de mis sobrinos"). La sinfonía de gritos y chillidos acabó llevando a Harry a su límite.

-"¡Silencio!"- conjuró, apuntándolos con su varita. Enmudecieron al instante. -"Bendito hechizo "

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-"Esto, amigo, ha sido peor que lo de los mortífagos "- comentó Harry dejándose caer en uno de los sillones de su despacho. Aún le dolían los oídos.

-"Díselo a los de la Brigada de Aplicación de la Ley Mágica, ahora esos dos son su problema"- le contestó Ron, repantingado en otro de los cómodos sillones. -"Mira que casarse para esto. Para engañar a tu mujer, dejarla calva y que a ti te crezcan los dientes 10 cm."

-"Tú no te casaste para eso"- dijo el moreno con una sonrisa.

-"Nope, porque yo me he casado por la única razón por la que hay que casarse: proteger y salvar a una chica perfecta, llamémosla Hermione, de un tipejo como nuestro amigo Piños de Burro. Si eso no es amor verdadero, no sé lo qué es."- Ron también sonreía. -" Por cierto, he quedado con mi chica perfecta y que está a salvo, hoy para comer"- Harry supo lo que venía a continuación. Su amigo no era tonto -" y tú te vienes también y nos cuentas tu aventura subterránea de ayer"

Sabiendo que no se iba a librar, (y que tarde o temprano se lo acabaría contando) el moreno accedió a una comida y al sometimiento al tercer grado por parte de sus mejores amigos. Además, tampoco iba a darle mayor importancia al hecho de haber visto a Malfoy. Cuando su amigo salía hacia su puesto, Harry le llamó.

-"¿Ron? Esa teoría tuya del matrimonio... Sí es amor verdadero."

El pelirrojo le sonrió una última vez desde la puerta y Harry empezó a asignar las misiones para esa mañana.

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Perdón por haber tardado algo más de lo habitual en subir, pero es que las vacaciones me fríen el seso.

Este capítulo es un poco menos emocionante, lo sé, pero lo bueno es que en el próximo habrá reencuentro drarry 100% asegurado💖💖💖💖. (Me gusta desarrollar las cosas, supongo que soy demasiado profunda XD)

Hasta pronto, fujoshis mías. (Y míos )