Inocencia pura #Wattys2016

Nunca sabrás cuando será la última vez.

Nunca sabrás cuando será la última vez, la última vez que verás a esa persona, así que, si la tienes contigo ahora, dile todo lo que sientes.

Esa frase me perturba la mente día y noche, solo he pensando en esa frase después de haberte visto y no sabía que sería la última vez, después de eso me fui lejos.

Aún tengo la opción de enviarte un mensaje, pero eso no me gusta, aunque me sea más fácil expresarme, prefiero mil veces decírtelo de frente, necesito ver tu rosto, tu mirada, tu sonrisa, tu todo y quiero escuchar tu respuesta estando a tu lado.

Déjenme les explico lo que pasó.

14 de marzo.

Había pasado una semana ya que inicie las clases en la universidad, estaba comiendo el dulce que había hecho anoche y había llevado más para que los demás prueben, ya que es un dulce tradicional del país de mi padre.

Se me acercan dos compañeros, que he estado en la misma clase todos los días por una semana y no me había dado cuenta de sus existencias. El que me llamó la atención fue el más alto, admiro mucho a la gente más alta que yo porque soy bastante alta, y además de su altura, esas ojeras que cubrían esa mirada. Aunque a muchos les parezcan feas las ojeras, para mí son bellísimas, me encantan.

-Hola, ¿cómo te llamas?- pregunta el más alto mientras que el otro mira sonriendo.

-Soy Samira, ¿quieren probar?- les ofrezco el dulce y como siempre, nunca pregunto el nombre de los demás, maldita costumbre.

Todos probaron el dulce que había hecho, es muy simple, pero riquísimo y me sentí feliz al ver que a todos les gustaba.