《•72•》

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Las sombras siempre han existido. Ya sea en forma humana o como simples espaldas de la luz. Siempre han estado ahí, en cualquier parte, esperando a que la luz se vaya para que una ves que la noche caiga ellas puedan gobernar las tierras que de día le pertenecen al sol y por la noche su reino se levante.

Algo así paso con nosotros. Justo en la frontera. Mientras yo le apuntaba a mi enemigo el otro me tenía en la mira, estábamos acorralados, sin escapatoria mientras los rebeldes nos rodeaban y caminaban hacia nosotros desde la salida de la ciudad.

Tenía mi mirada fija sobre aquel hombre que dio la señal.

Los rebeldes creen que tienen ganado este enfrentamiento, gracias a los endoesqueletos podemos ser más rápidos que ellos, el chiste esta en movernos tan sincronizados que es imposible. Si no arriesgas no ganas.

-Legión AlfaOmega retirada estratégica combinada con ataque número siete- digo, los nervios hacen que vacile un poco con mi pistola- A mi disparo.

Inmediatamente dispare a un lado de la cabeza del hombre distrayendolo, el enemigo me disparó pero para cuando la bala cruzo el cañón yo ya estaba metros atrás corriendo hacia quien sabe donde.

-¡Activen sus campos!- grité.

No hubo momento el cual la calma invadiera. Los disparos por parte del ejército enemigo nos alcanzaron y rebotaban en nuestros campos de fuerza causando un sonido que me reventaba los tímpanos. Las balas pasaban tan cerca que podía ver su color negro seguido de la pequeña flama creada por la pólvora al rojo vivo. Los cables salieron de mis caderas aferrandose a un poste de color verde. Tire con tal fuerza que salí disparada hacia la cima de un edificio, impulsada de tal manera con la cual llegue tres calles más lejos de lo que pensaba volar.

Aterrice con demasiada fuerza rompiendo una ventana y rodando por el piso con alfombrilla de un edificio. Quede boca arriba extendida de brazos y piernas escuchando como los demás entraban de la misma manera desenfrenada que yo. Joshua se estrelló con una pared y Marco se dio de golpes con un mueble mal colocado. Al menos estábamos vivos.

-¿Todos bien?- pregunto desde el suelo.

Escuche gruñidos por parte de Susejh y Galeana únicamente levantó su pulgar. Lo demás contestaron con un sí.

Lance un suspiro con una risita.

-¿Y ahora que hacemos?- me pregunta Marco.

Es verdad, ¿Que haremos?. Me levanto gracias a mis brazos y me sacudo los pedazos de cristal del hombro. Colocando mis manos sobre mi cintura.

-Debemos volver con la general, deben de pensar que estamos muertos.

-Como siempre- se queja Galeana.

-Pero son más que nosotros, al menos eso se vio en la frontera- dice Joshua ayudando a ponerse de pie a Susejh.

Marco me toca el hombro y me doy media vuelta.

-Creo que deberíamos irnos ya- se va y ve discretamente por la ventana. El ejército rebelde avanza por la calle.

Me altero al ver la calle pintada de puntos rojos y negros.

Y las sombras se levantarán. Reclamando su reino.

-Esta bien, salgamos por la otra parte del edificio. Tenemos que apresurarnos así que tencen muy fuerte sus cables para acelerar la velocidad- todos asienten y le doy una patada a la puerta para que se abra y me deje recorrer los pasillos del edificio.

Salimos por el otro lado evitando así al ejército. Es difícil ver con la lluvia a todo lo que daba. Me golpeaba la cara haciéndome daño por la velocidad.

Los Cien Pisos (#Wattys2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora