Capítulo 1.

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-Bien, todo listo. ¿Falta alguna otra cosa más?.-pregunta Jeon y lo miro.

-No, eso es todo.-contesté.

-De acuerdo, permíteme ayudarte.-se acercó a mi y cogió las bolsas de compras.-Tú lleva a Yung Su, yo me encargo de todo esto.

-Jeon, será muy pesado. Déjame ayudarte.-intenté tomar unas bolsas, pero rápidamente me lo impidió.

-Y con más razón, si son pesadas, no debes levantarlas. Déjamelo a mi, Yang Mi.

-P-pero...

-Encárgate de la bebé, yo puedo con esto. Andando.-dijo con una sonrisa. Me limité a asentir y caminé detrás de él.

-Es muy amable de tú parte que hagas esto por mi. Gracias, Jeon.

-¿Hablas en serio, Yang Mi?. Eres mi amiga, ¿piensas que dejaré que cargues todo esto tú sola?. Y para colmo, estando con tú bebé. Te equivocas si es lo que piensas.

-No, claro que no. No me malinterpretes, tonto.-lo golpeé amistosamente y rió contagiándome.-Solo que en verdad es muy amable de tú parte.

-Reitero, no dejaría que cargues todo esto tú sola, Yang Mi. Esto debes dejárselos a los hombres, como yo.

-Oh, discúlpame Súper Man.-dije burlona.

-No subestimes mi fuerza, querida Yang Mi.

-¿Sabes?. Si no estuviese con la bebé, pude haber cargado todo yo sola.

-Ajá, si, lo que tú digas.

-¡Jeon!.-reproché y rió nuevamente.

-De acuerdo, de acuerdo. Si, si hubieses podido levantarlas tú sola.

Negué con una sonrisa y nos adentramos al edificio. Ingresamos al elevador con Jeon y esperamos hasta que llegase a mi piso. Acomodé mi bolso sobre mi hombro una vez más. Realmente llevaba más de una vez acomodándolo. Parecía un maldito bretel de los brazier. Se me caía a cada maldito segundo. Tapé a Yung Su con su manta rosada y una vez que se abrieron las puertas del elevador, salí con el carrito y la bebé dentro.

Llegamos a mi departamento y Jeon me ayudó a acomodar las bolsas.

-Bien, ahora si, todo listo.-dijo este mismo dirigiéndose a la salida nuevamente.

-Si, muchas gracias Jeon. En verdad.-dije haciendo una leve reverencia.

-No es nada, cuando necesites algo, solo llámame.-sonrió y se acercó a mi para darme un beso en la mejilla.-Ahora ve y descansa con Yung Su.

-Eso haré.-sonreí.

-Perfecto, hasta luego, Yang Mi.

-Adiós.-me despedí y cerré la puerta.-Bien, Yung Su, ya hemos llegado a casa. Me lamento que se nos haya hecho tan tarde. Mamá cocinará algo, y comerás, cariño.

La tomé en mis brazos, y la llevé hasta mi habitación. La acosté suavemente sobre su cuna y dejé que durmiera en paz. En unos minutos tendría la cena lista y tendría que volver a despertarla.

Salí del cuarto arrimando un poco la puerta y me dirigí a la cocina nuevamente. Suspiré profundamente al ver todas las bolsas con alimentos que tenía que guardar en la alacena. Diablos, necesitaba ayuda.

<<Necesitas al padre de tú hija.>>

Negué con la cabeza ante el maldito pensamiento que se me cruzó por la mente. No, no era cierto. No lo necesitaba. Estaba mejor sin él. Mi vida estaba en paz desde que nos separamos. Y apuesto que él no podría estar mejor sin nosotras. Sin mi y sin su hija. Fuí una imbécil al haberme metido con él. Todo por una maldita noche, todo por una maldita y estúpida noche. Lo conocí en una fiesta nocturna, luego nos fuimos viendo unas cuantas veces más, hasta que terminó siendo algo como mi...¿amigo con derecho?. Si hubiese sabido que en esa fiesta hasta se encontraban idols, no hubiese terminado allí. Luego de un determinado tiempo de haberlo conocido, me acosté con él. ¿Y como no hacerlo?. Tan seductor y provocativo. La lujuria y deseo del momento me impulsó. Y así fué como terminé teniendo una hija de él. Mi preciosa Yung Su. Pensé que todo iba a marchar bien. Pensé que él me amaba y que iba a amar a su hija también. Pero me equivoqué. Me olvidé que era un tipo con demasiado dinero, después de todo, él era un idol. ¿Querer tener una mujer y una hija?. Por favor.

Familia Park [One shot, Park Jimin] (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora