Capítulo 11.

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La película estaba llegando a su fin cuando Jim me avisa que tiene que ir un momento al baño. En ese preciso momento, mi mente empezó a entrar en ebullición, desde hace varios días pensé en muchas cosas que me gustaría hacer y decir a Jim, pero no dispongo de esa audacia. Llevo  tiempo esperando a poder expresar ciertos sentimientos que tengo hacía él, algunos deseos ocultos que en cualquier momento llegarán a mostrarse a la luz.

Justo en ese instante, Jim sale del baño.

- No te lo había dicho antes pero debes saber que tienes a toda tu disposición el lavabo, por cierto, tenías razón Blue, hacía mucho tiempo que no veía Scarface pero ahora que la he vuelto a ver....

-¡Jim!.- quería que cerrase por un momento esa preciosa boca, noté durante un segundo como si el tiempo se hubiese parado y mi conciencia haya quedado despojada de sí misma, mi respiración se aceleró un poco así que decidí levantarme del sofá.

-No...- parecía estúpida, no me salían las malditas palabras.

-Blue...- se acercó lentamente a mi, expectante de mi extraña reacción. Percibí una caricia de su mano en mi espalda, lo que supuso que se me erizase la piel en ese instante. No pude contener la rabia que me daba no poder decirle ciertas cosas por vergüenza así que intente plasmarlo en un beso, caliente, muy caliente, y apasionado. Apretó su cuerpo contra el mío, era una sensación nueva, pero nada desagradable, y en lo que pudo, cogió mis piernas para entrelazarlas alrededor de su cintura. Cuando me subió encima pude notar un bulto entre las piernas, no me importo, no era tiempo de impresionarse. Me llevo a volandas hasta su habitación y me dejó delicadamente encima de su cama, sus ojos parecían un fuego ardiente que podían quemar cada rastro de mi piel, y su boca... su boca era el desencadenante.

Desabrochó cada botón de mi camisa hasta deshacerse totalmente de ella, depositó pequeños besos en mi tripa, alrededor de mis senos, que forma tan grata de deleitarse... Después, procedió a quitarme los pantalones, de esa forma, tenía ante sus ojos una visión más escueta de mi cuerpo.

-He desvelado algo tan hermoso, como puede ser tu figura casi desnuda, es preciosa, suave, no voy a poder esperar por mucho tiempo Blue...- dijo exaltado. 

-Yo tampoco voy a poder...- respondí deseosa.

Comenzó a acariciar cada parte de mi piel, sus grandes manos podían dominar algo tan fuerte como la ingenua mente de una muchacha, sus manos y sus besos, en ese momento, eran algo demasiado importante para mi. Lamió un par de veces mi cuello, lo que me hizo gemir, así hizo de la misma manera en la copa que forman mis pechos, luego mi vientre, hasta bajar a lo que afirma mi feminidad. 

-Ahora mismo no puedo pensar con claridad, pero quiero saber si estas cómoda.

-Estoy en la gloria.

Bajó mis bragas hasta las tobillos, se desprendió de ellas, besó los pliegues de mis muslos, y aunque todo parecía mecerse en una nube de placer, mi miedo se asomó. 

-Mierda.- me sonrojé casi sin quererlo. Jim me miraba confuso.

-Lo siento. No sé si estoy... muy segura... jo, perdóname.- me incorporé en la cama.

Aunque me temía lo peor sin saber porque, lo único que pude escuchar fue una suave carcajada salir de su boca. No entendía muy bien a qué venía esa actitud.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Tu expresión. Es genial jajjaja.

-¿Mi expresión?

-Si jjajajajaja.- empezó a reírse más animadamente, yo aún no sabía por qué.

-Tendrías que haber visto tu cara de asustada,tierna pero a la vez graciosa.- me abrazó, pensé que iba a importarle el hecho de que yo no me entregase al 100% a todo lo que el deseaba de mi, pero al parecer estaba equivocada.



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