Capitulo 2 - Los ojos mas lindos

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Todo quedó claro en el momento en el que el director dijo que Charlotte era su hija: que haya llegado con él, que haya venido vestida incorrectamente y no se le diga nada, su mirada arrogante...

Pero lo que no logro entender es la parte en la que tengo que ver con su hija.

—¿Y en que exactamente quiere que lo ayude con ella?—

—Bueno veras Víctor, te seré totalmente sincero. Mi hija como pudiste notar no cumple con las reglas de este colegio y ese no es su único problema...— no era necesario decirlo ya que yo lo había notado desde el principio, pero sin embargo seguía escuchándolo en silencio para saber a donde iba esto —Pero en lo que necesito tu ayuda es en sus estudios...—

—¿Disculpe... pero yo como puedo ayudarlo en eso?— digo interrumpiéndolo —El que yo la ayude no creo que le cause mucha gracia y menos conmigo que no me conoce—

—Precisamente por eso esta en tu sección, porque quiero tenerla cerca de ti para que puedan hacer las clases juntos. O sea Víctor lo que yo quiero es que la ayudes—

Este no es un favor común y estoy seguro de eso. Ya que el no puede controlar a su hija me esta pidiendo a mi que haga su tarea, pero por mas respeto que le tenga (que ahora es mucho menos) no pienso hacer que alguien se gradúe a costillas mías, no es moral.

—Con todo respeto señor, es algo absurdo lo que me pide. Sabe que yo no soy una persona que se acerca a los demás. Muy pocas veces socializó y es solamente si es estrictamente necesario. Yo pienso que debería pedírselo a alguien más—

—Lo se Víctor. Creeme que hacer esto no es algo que me llene de orgullo, pero ya no se que mas hacer y término haciendo esta patética escena. Pero es en ti en quien confió. ¿Podrías solo intentar acercarte a ella?—

Es notorio que esta avergonzado. Pero no puedo ayudarlo, no solo no puedo tampoco quiero, no pienso acercarme a nadie es algo que tengo tatuado en la frente -nada de distracciones-

—Yo creo que lo mejor sera que se lo encomiende a alguien más — y se que mi mirada y la firmeza de mi voz le quedó lo bastante claro como para que entienda que no lo haré.

Me mira en silencio unos segundos, intentando intimidarme pero no lo logrará. No soy una persona que se doblega fácilmente. Al final se rinde y resopla suavizando con su mano su ceño, esta situación lo tiene bastante agobiado, lo que me hace tener más razón al negarme

—Bien Víctor, entiendo. Llámame a Daniela le diré a ella que lo haga, de todas maneras gracias y si cambias de opinión, por favor has me saber-—

Daniela me a odiado creo que desde la primera vez que me vio. Mi mamá y la de ella se conocen desde hace años y cuando estábamos pequeños y nos conocimos por primera vez le deje en claro que era mejor que ella. Años después empezó una tonta batalla en la que cree que yo todos los días me levanto con planes de hacerla quedar mal, cuando ella sola se monta esa telenovela.

Esto es bastante repetitivo, desde que estudió aquí para Daniela e sido su mayor reto. Ya que ella siempre intenta ser la número uno y por mi existencia siempre termina siendo el número dos o en este caso la segunda opción, es accesible que me odie, no la culpo.

—Con su permiso—digo levantandome y saliendo de su oficina para hacer lo que me pidió.

***

Todavía no caigo en cuenta de lo que acaba de pasar, bueno yo antes daba algunas clases a algunos chicos poco aplicados y gracias a eso la mayoría salio bastante bien. Pero es algo que no me gusta, porque cuando no entienden algo que para mi es bastante simple, mi paciencia se acaba. Por lo que decide no volver a hacer eso nunca.

Chica ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora