El Hijo de mi Niñera

Ocho meses

|Capítulo 24|

¿Tiempo? Qué es lo qué pasa con aquella palabra que para mí simplemente ya me sabe hasta amarga pronunciarla, que al oírla mi cuerpo reacciona de la manera menos pensada en aquel momento, que aquella palabra simplemente en mí – en estos ocho meses – haya causado una fuerza que no podría imaginar que tendría, que por el supuesto "abandono" logre sacar. ¿Es que será realmente que estoy abandonada? A potestad de la niñera que por compasión está conmigo cada día más que pasa. ¿Acaso realmente estoy abandonada? Ocho meses sin ningún mensaje, ocho meses sin ninguna llamada, ocho meses en los que simplemente buscaba una maldita respuesta a mis malditas preguntas, ocho meses en los que tuvieron que consolarme más de una vez. ¡Ocho meses, ocho malditos meses! En los que pasaron cosas que jamás imaginé y espere que en parte de mi vida me pasará, y ¿Por qué a mí? No hice más que preguntas en todo este tiempo, sin ninguna respuesta, como si fuera la menos indicada para saber. Mis padres desde aquella despedida – no volví a verlos – desde aquella llamada tampoco volví a oírlos. ¿Es que realmente estoy abandonada? Pues en estas últimas semanas me resigne a decir que sí que realmente lo estoy. Porque ni recibir mensajes ni llamadas a mí ni a Elena significaba solo alguna de dos cosas:

* Les había pasado algo muy grave y no nos llegaron a avisar por no ser identificados.

* O simplemente se habían ido y, ya sin más explicaciones.

Me cuesta decidir cuál de las dos opciones de alguna que otra forma sea la "mejor" – pues realmente estos ocho meses tuve más que esas simples dos opciones – que se me pudieron pasar por la mente ni bien noté la ausencia de ellos. Es difícil no saber, no saber en lo absoluto de las personas que más amas en la vida, son mis padres, después de todo no creo que quieran causarme esto, posiblemente no sepan cómo comunicarse conmigo o con Elena. Tiene que haber una explicación lógica, coherente para todo esto, no hay manera de que sea la opción de que simplemente hayan decidido abandonarme como si nada. Al menos todo parecía estar bien cuando estaban en casa, no había indicio alguno de que fueran a cometer algo así, vuelvo a repetir, son mis padres nunca en la vida se les ocurriría algo así. O ¿Sí? A estas alturas, solo me enredo en mis propios pensamientos y emociones, no sé qué sentir, que hacer, que decir, que esperar. Ya no sé si la señora con la que vivo, es sincera conmigo, ¿Cómo es posible que ella no sepa nada de mis padres? Absolutamente nada, ni siquiera este preocupada por intentar ubicarlos, o avisar a alguien que no aparecen. ¿Qué mierda le pasa? ¿Acaso soy yo la única afectada en estos momentos? O simplemente ella lo sabe y no quiere decírmelo, no encuentro alguna explicación lógica para todo. No encuentro ninguna respuesta, no me encuentro ni a mí misma. No sé qué esperar del resto, de mí o de lo que me queda de vida, ya no sé si estar esperanzada en que quizá alguno de estos días sepa de ellos, o al menos Elena tenga compasión de mí y me diga lo que sucede.

Consuelos y más consuelos, los que tuve mucho pero mucho estos ocho meses. Es que ni una sola llamada, ni me contestan e insisto todo el tiempo, todos los días a cada cierta hora. Hasta que finalmente no sonó más, hoy lo intente como cada día y simplemente ya no entra la llamada, ya ni un sonido se oye para ambos, definitivamente es el peor sonido que he oído, este es el fin de alguna manera, no lo sé, ya no sé qué más podré hacer. De alguna manera esto hace que ponga un muro, que simplemente me vuelva más "fuerte" de una u otra manera no le hallo sentido a todo lo que estaba pasando. Realmente los primeros meses no quise saber nada, incluso falte mucho a la escuela y era de comprender, pues andaba muy deprimida, Payton me trae algunos apuntes de las clases, y los está copiando por mí y eso es algo que le agradezco demasiado, ella fácilmente se pasa la clase sin copiar, pero ahora dice que tiene que hacerlo por mí y por ella, y que de esta vamos a salir juntas, que no habrá algo que nos tumbe si es que estamos unidas. Es la única en quien confió, es la única en la que me puedo derrumbar y sé que estaré bien, porque ella estará conmigo. Viene casi todos los días, ya hasta le di mi llave, ella para aquí conmigo, Elena solo es un fantasma en la casa, no comprendo que es lo que pretende, si es que mis padres ya no están aquí, ¿Qué quiere de mí y en mi casa? Aunque cada vez la veo peor de lo que estaba, pero para ser sinceros, poco me importa ahora, regresando a Payton – mi único apoyo ahora – trata de animarme lo más que pueda, todo el tiempo y es que realmente estoy muy agradecida por su amistad, no hay duda en que solo con ella podré salir adelante.

Matías también se enteró de lo sucedido y pues me ha visto algunas veces – cuando no estaba Elena, pues si, ellos aún están distanciados – y mis ganas de no salir de casa no ayudan demasiado para poder vernos más seguido. De cierta manera, también me ayuda con lo que está pasando, pero anda muy extraño, algo distante – al parecer sin darse cuenta, pero lo está – no es lo mismo, o quizá no sea yo la misma. Aunque supongo que él debe seguir con sus problemas familiares, amos cagados por nuestra familia, juntos no creo que nos podamos ayudar mucho emocionalmente hablando. Una de las pocas veces que vino, yo era un mar de lágrimas – aun lo soy, pero me controlo más – y aunque en esos días no estaba tan extraño como ahora, solía solo llorar en sus brazos.

Por otro lado, Luck, me visita algunas veces, y de las que logro venir, pues solo hablamos como amigos, mágicamente poco me importo lo que sentía o siento por el – no estoy segura – y se portó muy bien conmigo, como siempre lo hizo. Ahora ya no puede salir mucho de casa – eso me comento – porque no dispone de mucho tiempo. El bebe que espera Fiorella está por nacer y él anda al pendiente de eso, aunque aún no sé exactamente de quien es el hijo – pues no es lo primordial de saber por ahora – anda muy pegado a ella, pues supongo que porque es su mejor amigo y la debe estar apoyando en lo que necesite. Me contaba de lo que iba haciendo porque a Fiorella no le suceda nada malo en el embarazo, de igual manera fue muy comprensivo al oírme contarle lo que me está pasando. Siempre tan cortes, mierda, de un día para otro todo simplemente cambio. Sucedió mucho en tan poco tiempo, que ya no estoy segura de que todos seamos los mismos, que todos sean igual a como los vi por última vez, antes de lo de mis padres.

Elena sobre esto, casi no opina nada y es lo que más rabia me da, se supone que ella debería saber algo decirme la verdad, lo que realmente ésta pasando o al menos tratar de explicármelo, ya no soy una niña y merezco la verdad, así me duela, pero ella solo omite cada palabra, y sé perfectamente que ella sabe exactamente todo lo que está pasando y me lo oculta todo el tiempo, me miente en la puta cara aun viendo el estado emocional en el que estoy. ¿Es que, si mis padres están muertos? Quiero que me lo diga que no me oculte más nada. Esto me aturde y no sé cómo reaccionar ante ello. Ya hemos tenido muchas discusiones en las que no me importaron mis modales, ni el hecho de que ella sea mayor, yo simplemente necesito saber, y saber la verdad, todo, absolutamente todo lo que me oculta. Aunque sé que también debería agradecerle por hacerse cargo de mí en estos meses, sé también que no ha sido fácil lidiar con mi carácter y creo que ella lo entiende, pero, aun así, nada de eso justifica que ella no me diga la verdad de la situación. Y en cuanto a Lorena, ella sigue aquí viviendo con nosotras, y ayuda mucho a Elena y a mí también, sé que ahora ella es la que cubre los gastos de la casa y Elena cubre mis gastos por lo visto, debería ya no causar más problemas y causarle estrés a Elena con mi carácter, porque sé que lo hago, pero ¿Cómo poder lidiar con esto entonces? Si no es sincera conmigo, si prácticamente me miente en la cara, eso hace en lo absoluto que pueda perder el respeto por esa señora.

Salgo de mi habitación y me dirijo hacia la cocina por un vaso de jugo. Antes de llegar escucho la voz de Elena y me detengo.

- Ella está muy mal – solloza – no sé si pueda ayudarla, esto la está consumiendo demasiado y a mí también. Ella necesita saber algo, necesita respuestas... - pausa casi sollozando – no creo que yo pueda dárselas.

Tropiezo con algo y hago ruido, salgo disparada del lugar y me dirijo hacia la puerta principal para irme algún lugar lejos de casa.