CAPÍTULO 21

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Después del miedo inicial Camila empezó a desesperarse, aunque ya había perdido fuerzas, todavía no había perdido la batalla, no pensaba en dejarse ganar. Empezó a gritar con todas sus fuerzas, pero sus gritos se veían ahogados entre los dedos de Austin.


Austin: Veo que te gusta. – Atacó de nuevo su cuello.


Austin tenía las manos adentro de la camisa de Camila, justo en su espalda, y amenazaban con subir más hacia el broche de su sostén.


Camila intentó gritar de nuevo, pero nuevamente el sonido no llegaba más allá de la mano de Austin sobre su boca. Entonces se propuso a luchar, intentar movilizar sus manos lo suficiente para quitar la mano de Austin y gritar.


Austin se resistía y al parecer disfrutaba de aquella situación, Camila no podía resistirse esta vez, estaban completamente solos, con seguridad en la puerta y lo más importante, Camila no tenía salida. Pensar en esa situación hizo que sintiera mucha sed de Camila, su cuerpo se lo estaba pidiendo a gritos.


«No juegues con la comida, Austin»


Entonces tomó una decisión. No podía esperar más.


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Lauren iba lanzando maldiciones bajando las gradas, aquella hubiera sido una estupenda fotografía y fuente de inspiración para futuros tatuajes.


Sabía que podía tomar la foto a la Luna desde afuera, pero ni por asomo lograría el mismo efecto de la luz entrando por aquel balcón iluminando un pasillo. Si esos idiotas no hubieran estado haciendo estupideces, ella ahorita bajaría con no menos de 10 fotografías nuevas en su celular.


Kendall: Verónica te había estado buscando. Lucy preguntó por ti. – Estaba al pie de las escaleras junto a Carlos.

Verónica: Lo siento, Lauren me acompañó a hacer un mandado.

Lauren: Sí, como sea, necesito salir. – La Luna no iba a esperarla ahí toda la noche, aunque ahora que lo pienso, eso no tiene sentido.

Kendall: Rayos y ¿por qué estás tan enojada?

Lauren: Tenía una fotografía perfecta y unos idiotas no me dejaron tomarla.

Kendall: ¿Una fotografía perfecta? – Lauren sabía que Kendall la entendía perfectamente, se sintió indignado al igual que ella. - ¿Dónde?

Lauren: Allá arriba, la luz de Luna entraba por un pasillo. Pero unos gorilas dicen que están cuidando ahí algo frágil.

Carlos: ¿Algo frágil? Yo no tengo a nadie cuidando mi casa.

Lauren: Pues vete a saber por qué están ahí pero no me dejaron pasar.

Carlos: ¿Y donde están?

Lauren: En el pasillo de la derecha.


Carlos subió las gradas con paso decidido, Kendall fue inmediatamente detrás de él.

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