Capítulo 27: LA CITA - Parte 2

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La sola música incitaba a enloquecer, literariamente o comienzas a bailar o comienzas a ligar, desafortunadamente a Dominic no le hacía efecto pero a los de su alrededor sí.

—Vamos a mi casa lindo, seré tierno contigo – Dominic retrocedió con cada de terror, me miro y suplico que lo ayudara.

—Lo siento galán, mi hermano ya tiene dueño.

—No soy celoso – respondió el hombre sin quitarle la mirada a Dominic.

—Pero su novio si, así que ve a violar a otro – me miro un segundo.

—Llámenme hermanitos, los tríos son mejor así – dijo y se alejó.

—Oh por Dios, que trauma.

—Ciertamente eso fue muy raro ¿Quién nos confunde por hermanos? Yo soy más guapa.

—Y yo más alto – le mire y me lleve una mano al pecho.

—En todo en corazón Dominic – me reí.

Mire alrededor, aparte de la falta de camisas por algunas personas, se veía como una disco normal y que había una barra de pole dance donde muchos bailaban era normal.

— ¿Por qué yo soy el único que está siendo acosado? Aquí también hay mujeres.

—Para que me acosen a mí, no gracias.

—Ves, esto de ser acosado no es bonito.

—O por favor los hombres siempre son más quisquillosos en la sexualidad, a las mujeres no les importa tanto.

—Eso no es—

—Claro que lo es, la mujeres ya de por si son muy confiadas con otras mujeres y que sea de otra sexualidad no cambia eso, pero con un hombre parece que les dijeras que tienen una enfermedad mortal, no lo culpas a él, pero tampoco quieres estar cerca de esa persona.

—O claro como si no fuera tan asco, ves tu a coquetear con una chica sin sentirte incomoda.

—Yo no me sentirá incomoda, tengo claro que sexualidad soy, que otros no lo tengan no es mi problema.

—Pero así eres tú, y eres rara, a las personas normales les pone incomodo hacer eso o no la tienen clara.

— ¿Y tú eres de esos?

—No, yo también sé que soy, tú lo has dicho también soy raro.

—Entonces por qué no has hablado con otra persona aparte de mí.

—Por qué...

—Ves, no serias capaz de coquetear con un chico ¿Que pasa Dominic? ¿Tienes miedo que te guste?

—Así, pues te reto – lo miro divertida – si consigues el número de una chica ganas, pero si yo consigo el número de un chico yo gano, el que lo tenga primero.

—Un número, conseguir un número es fácil, le puedes inventar cualquier excusa, como que eres de una agencia de modelos o que eres un amigo de la familia.

—Entonces que propones.

Sonreí.

—Un beso.

— ¿U-Un beso...? — dijo mirándome serio y un poco temeroso.

—Sí, un beso ¿No te molesta verdad?

—No, para nada – sonreí.

—Entonces vamos por ese beso.

—Porque la noche es larga...

—Y nosotros jóvenes.

(...)

Right Friggin' Now (Justamente Ahora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora