Prólogo

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* 30 años atrás *

-¡Alsan, padre nos está esperando en el recibidor! -gritó mi hermano con desespero- ¡Rápido ven!

Despertándome de mis pensamientos coloqué el libro en el estante de nuevo. Hoy era el día en el que mi padre anunciaba la gran noticia del heredero del trono. Claro, supongo que no seré yo porque soy el hijo menor. Rápidamente me hallé en el recibidor tal como dijo mi hermano, donde se encontraban mis padres también.

-Bien, ya estamos todos y pese al que elija como heredero- nos miró a ambos- no quiero que nada cambie entre nosotros. No quiero discusiones,¿entendido?

-Pero padre- se adelantó mi hermano-  yo soy el mayor, debo ser el rey.

-Verás hijo...tal y como están las cosas en Ágatha, las aldeas necesitan a un rey adecuado para poder llevarlo y tú no estas preparado.

-Pero... ¡yo soy más mayor que Alsan!  Yo si estoy preparado. - Gritó mi hermano.

De repente hubo un silencio corto en la sala. Yo no sabía que decir porque esto me tomó por sorpresa. Mi madre estaba tan nerviosa que optó por sentarse en un sillón.

-Rhiannon, lo siento pero he tomado una decisión y no hay vuelta atrás -me miró mi padre- Alsan, tengo fe en ti y se que lo harás bien.

-Gracias padre pero... No creo que yo sepa...

-¡Cómo podéis hacerme esto... yo debería ser el rey! - me mira mi hermano de arriba abajo con asco- Y tu querido hermano me la vas a a pagar. ¡Juro por dios que todo aquel hijo que tengas me encargaré de que desaparezca!

Sin más,mi hermano abandonó la sala sin dejar rastro. Aquella fue la última vez que le vi.

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