Capítulo 24

4.3K 296 38
                                    


Control mental


- Hola señor Adam-. Le digo igualmente con una sonrisa cálida.

- ¿Cómo te sientes? -. Me pregunta mientras toma su taza de un mueble de al lado del sillón en el que se encuentra sentado.

- Bien...-. Le digo, aunque realmente no sé cómo me siento, estoy agotada, pero desearía hacer más cosas, además de lo raro que se siente el ambiente en las comidas con los chicos.

- Que bueno que te encuentras bien, y respecto a lo que sientes... bueno, seguramente algo ha de estar sucediendo y no te lo han dicho-. Me dice preocupado

Estoy a punto de preguntarle cómo sabía que estaba pensando en eso, pero recuerdo que él tiene todos los dones juntos y que puede leer mis pensamientos al igual que yo.

- Tenemos muchas cosas que hacer-. Me dice levantándose del sillón para ir a la cocina y colocar su taza en los trastes sucios-. Hasta ahora que es lo que sabes de Jared-. Me pregunta desde la cocina.

- Sé que antes era muy amigo de Ada, que se volvió algo raro y que intenta abrir un portal para liberar al demonio o algo así.

Se regresa a la sala y vuelve a sentarse en donde estaba.

- Eso está bien, pero me refiero a que sabes de él ahora, ¿Sabes en dónde está ahora? ¿Cuál es su plan? ¿En dónde se ubica su guarida?

- Eh... No, no sé nada de eso.

- ¡Ah! ¡Me vuelve loco que no haga lo que le pido! -. Se queja volteando los ojos. - Bueno te diré todo lo que necesitas para enfrentarlo, pero primero debes dominar tus dones a la perfección ¿Lista?

- ¿Lista para qué?

- Para entrenar.

- Ah... No, no sé cómo hacerlo-. Comentó insegura, pero a la vez emocionada y nerviosa.

- Bueno, primero... ¿Cuál es el don que deseas aprender a dominar primero?

- Mm... No lo sé.

- ¿Qué te parece empezar con el don de Lucía? Es el mejor para empezar tu primer entrenamiento.

- Claro.

- Bueno, salgamos, necesitaremos algo con que practicar.

¿Algo con que practicar? ¿A qué se refiere con eso?

- Ya lo veraz-. Me dice mientras se levanta, y como aún sigo sentada espera a que me levante.

No me gusta que lea mi mente.

Justo antes de salir por la puerta de madera de la cabañita me quedo pasmada al recordar la sensación de estar ahogándome la última vez que estuve aquí.

- ¿Que sucede Emma? -. Me pregunta al ver que no deseo pasar por la puerta.

- La última vez que estuve aquí, y me hizo salir por esa puerta, sentía que me estaba por ahogar.

- Oh... Claro, te debo una disculpa, mientras te teletransportaba para devolverte para devolverte a la tierra, estaba pensando en otra cosa e hizo que me desconcentraba y por eso esa sensación... Pero te prometo que cuando cruces esa puerta aparecerás en un bosque tranquilo en su anochecer, y no una sensación de ahogarte.

Confiaré en él, creo que me está diciendo la verdad.

Doy un paso por la puerta y efectivamente, sólo aparece el bosque en un anochecer espectacular.

TeleQuinesis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora