Again

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Capítulo 7: Bienvenidos a Rohan

[Narra Kira]

Después de haber partido hacia Rohan nos encontramos con un pequeño problemilla, el olor a orco inundan mis fosas nasales, hacía bastante tiempo que no veía a ninguno. Pero estos eran completamente diferentes, a simple vista se ven como Uruk-hai pero hay algo que los diferencian, hablan en lenguas oscuras y su fuerza bruta es mucho mayor. No son muchos, pero son jodidamente fuetes.

—Casi no acabamos con ellos, Kira—me dice la anciana.

—Pero lo hemos hecho. Debemos seguir el camino— miro mi brazo derecho, tengo un corte profundo. Respiro profundamente. Se regenará.

Algo en mi interior me pide que no tarde en llegar a Rohan, no quiero pensar que algo malo está pasando, me niego. Cada vez nos queda menos para llegar a nuestro objetivo. Aún estoy débil por el corte, tarda demasiado en regenerar y aún sigo sangrando. Noto como comienzo a marearme, la anciana me pide parar por mi propia salud.

Nunca ninguna herida tardó más de unos pocos minutos en regenerarse, nunca había perdido tanta sangre, nunca me había sentido mareada por una herida. Algo más tenían esas hojas a parte de estar tan bien afiladas.

Consigo hacer una pequeña aceleración de regeneración para al menos parar de perder sangre con las pocas fuerzas que me quedan.

—Magia negra querida, magia negra—dice la anciana mientras observa mi herida.

—Lo suponía...—digo en un suspiro.

—La buena noticia es que no tardará mucho en regenerarse, pero debes descansar un poco, has perdido mucha sangre Kira, esto no es bueno— asiento y observo a mi peludo amigo Nox, ¿es miedo eso que veo en sus ojos?

                                                                                       ***

No queda más de medio día para llegar a Rohan, después de todo hemos logrado no tardar mucho. Lo único en lo que pienso ahora es en poder encontrar a mi pequeña aprendiz y evitar su muerte. Tenso mis músculos al ver a lo lejos Rohan, luego los relajo de forma inmediata, como si me hubiese tensado por puro instinto. Hacía bastante tiempo que no veía a mi vieja amiga Eowyn, es más, me resultó muy raro que no hubiese estado en Mirkwood junto con Faramir.

Miro mi brazo herido coprobando que todo está en orden y efectivamente, ya se ha curado lo suficiente como para no preocuparme por si vuelve a abrirse, pero ésta dejará una buena cicatriz.

Sin habernos dado cuenta ya conseguimos llegar, un rohirrim nos para, así que me bajo de Nox y le miro seria.

—¿Tanto tiempo ha pasado que ya no me reconoces?— le digo al joven, recuerdo que era el niño que me vio aquella noche cuando le pedí que llamara a Aragorn, el niño que en cierto modo me salvó.

—Mi señora...— dice con una sonrisa— Por favor, acompañadme, vuestros compañeros se encuentran dentro.

Sin dudarlo sigo al muchacho, que nos lleva directamente hacia mis compañeros, guia a Nox hacia los establos y lo primero que hago es correr hacia Legolas.

—Te has retrasado un poco—dice soltando una pequeña risa.

—Hemos tenido un pequeño inconveniente que ya está resuelto— le doy un corto beso—¿cómo está?

—Algo débil, pero llegáis a tiempo.

Suspiro, Legolas me lleva hacia la habitación de Klaery y junto a mí viene la ayuda que habíamos buscado. Después de que mi aprendiz me diera un abrazo sin fuerzas la dejo con la Anciana Danian quien se encarga de ella.

No había sido una buena bienvenida si no veía al resto de mis compañeros. Le choco el puño a Gimli y abrazo a Aragorn, paso por los brazos de mi padre y luego por los de Faramir. Les cuento el pequeño incidente que tuvimos antes de llegar y como no, Aragorn y Legolas casi me fuerzan a enseñarles mi herida.

—Nunca había perdido tanta sangre, es más, nunca una herida tardó tanto en regenerarse, así que hemos llegado a la conclusión de que el que está detrás de todo esto los ha hecho más fuertes, bañando sus armas en magia negra— la seriedad del asunto aumenta.

—Así que ahora hay que tener mucho más cuidado— dice Legolas.

—Exactamente, esto se ha vuelto más serio— responde mi padre.

—¡Kira!— esa voz... Eowyn.

Me doy la vuelta para ver a mi preciada rubia, que viene corriendo hacia mí y me da un fuerte abrazo.

—Me alegro de volver a verte Eowyn.

—Siento mucho no haber ido a Mirkwood con Faramir para así poder verte...— elevo una ceja y suelto una pequeña risa.

—Sí, me debes una explicación Eowyn— digo divertida.

—Verás...— señala hacia su estómago— estoy embarazada.

—¿Cómo?— ella está sonriendo como una niña pequeña cuando papá vuelve de la guerra vivo—felicidades Eowyn, Faramir. Seréis unos buenos padres.

Realmente me alegra ver a Eowyn con tanta felicidad en su cara, desde que murió Theoden estuvo una buena temporada triste, incluso casada con Faramir, había estado muy decaída, incluso él pensó que ni siquiera la hacía feliz. Pero ahora, después de haberse casado, hay una pequeña vida dentro de ella. No solo está casada con un buen hombre como Faramir, sino que también tendría un hijo suyo y yo estoy tan feliz de verla sonreir de esa menera que sin quererlo me arranca una sonrisa a mí también.

—Kira... siento interrumpir, pero te necesito dentro— obedezco a la anciana Danian y entro a ver de nuevo a Klaery.—Está bien, pero necesito que la selles conmigo— asiento ante sus palabras y hacemos el pequeño ritual de sellamiento.

—Ya no tienes nada de qué preocuparte Klaery, estoy aquí y no te pienso dejar sola pequeña mía— le doy un pequeño beso en la frente y me quedo junto a ella mientras duerme.