PROLOGO

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Herefordshire, enero de 1810

Raymond August Loring, conde de Bentley fue el niño más deseado  por sus progenitores. De su padre porque luego de cuatro sucesivos fracasos, o mejor dicho del nacimiento de cuatro niñas, por fin el noble y antiguo marquesado de Laughton tenia heredero, quien seguiría perpetuando el buen nombre de la familia y, además supondría un descanso de sus deberes conyugales con la mañosa Lady Amelia, la mujer escogida por sus padres por su inmaculado e impecable linaje.  Julius Frederick Loring, marqués de Laughton,  por fin podría disfrutar del placer carnal sin que mediara la obligación de por medio. ¡ Y sí que lo disfruto! . Por parte de la marquesa, suponía una liberación de su papel como yegüa de cría de su infatigable y malcriado marido, quien nunca mostró el más mínimo asomo de cariño o comprensión al gran esfuerzo que siempre supuso para ella tratar de traer al mundo, año tras año, un heredero de su sangre. Amelia Frances Hayes, Lady Laughton por matrimonio, amaba a sus hijos y daría su vida por ellos, pero el nacimiento de Lord Bentley le concedía la libertad para encontrar el amor que en vano espero hallar en brazos de su esposo, en otros más amables. ¡ Y vaya si lo encontró! O por lo menos, así le hizo creer a su cónyuge, y a la sociedad toda.

Entre tales vaivenes y supuestos amores ilícitos, ampliamente comentados por la sociedad toda, creció el apuesto y rubio Raymond, siendo un niño amado por sus padres y hermanas, pero plenamente consciente que la fría cortesía y respeto que había entre sus progenitores eran un pobre sustituto del amor reflejado en otros matrimonios de la aristocracia, lo que para él, perceptivo por naturaleza, enfriaba toda calidez en las relaciones familiares.

Por esa razón, Lord Raymond Loring, marqués de Laughton, luego de sepultar a su padre y ver la congoja de un amor no correspondido en el rostro de su bella madre, recordó el juramento que se hizo cuando niño: se casaría sólo si encontraba a una mujer que le amara tanto como él a ella, y se lo demostraría en cada segundo de existencia que viviera en este mundo.

Por esa razón,  Lord Raymond Loring, marqués de Laughton, luego de sepultar a su padre y ver la congoja de un amor no correspondido en el rostro de su bella madre, recordó el juramento que se hizo cuando niño: se casaría sólo si encontraba a una m...

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¡¡¡Sorpresa mis amores!!!

Aquí les dejo un adelanto de mi próxima historia, la cual tendrá su estreno en sociedad el día 31 de enero...

Un abrazo enorme.

Caro😘

Repentino Amor #4 Serie Magníficos ( PAUSADA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora