CAPITULO 30 "Verdades" Dolorosas.

320 25 0
                                    


---Roderich---

Ha pasado una semana y no he visto a Gilbert, aunque me pesa admitirlo, lo extraño, ese hombre en verdad ha cambiado algo en mí, o tal vez cambio todo de mí, es un sentimiento extraño el que tengo.

Solo nos hemos mandado mensajes o llamadas cortas porque me dijo que su trabajo lo estaba consumiendo, que Steven no dejaba de darle más y más trabajo.

Sé que suena egoísta pero me gustaría estar más tiempo a su lado...

Es en sí el primer romance que tengo, algo que es verdadero y mutuo, él siente lo mismo que yo por él y eso es lo más lindo.

Gilbert es un poco celoso, pero aun así lo amo.

Termine de arreglarme porque tengo una presentación con mis compañeros puesto que tenemos que tocar en una fiesta.

Sinceramente, desde que tocamos en la boda del joven Kamijou, nos han contratado mucho para fiestas de etiquetas en zonas residenciales.

Al llegar a la casa, todo estaba muy bien decorado, con clores dorados y plateados, todas las personas llegaban con trajes y vestidos llamativos.

Respire profundamente y me acerque a mis compañeros.

-Me alegra que ya hayas llegado Roderich.
-Lo siento, me tarde un poco.
-Eso parece. –rio.
-Bueno es hora de ir a acomodar los instrumentos.
-Claro.

Camine con ellos al centro de la sala y mi celular comenzó a sonar.

-¿Diga?
-Mi amor.
-Gilbert, -me sonroje- ¿c-cómo estás?
-Muy bien y tú.
-Bien, estoy a punto de tocar.
-Eso suena comprometedor. –susurro con picardía.
-Idiota, -me sonrojo aún más- h-hablaba del violín.
-OH, ya me había ilusionado, estaba a punto de ir para allá.
-N-No digas más.
-¿A qué hora acabas?
-Supongo que a media noche.
-Pasaré por ti.
-No es necesario.
-Lo es, -comento- debo cuidar a mi amado.
-E-Está bien.
-Seguramente estás sonrojado.
-Gilbert por favor...
-Me encantas.
-Nos vemos.
-Sí.

Colgué y guarde mi celular.

Me acerque con mis compañeros y empezamos a realizar nuestro trabajo.

Cada vez que toco el violín me siento tan tranquilo, cada nota me llena de paz, es como si pudiera detener el tiempo y poder ayudar a los demás, dar felicidad.

Mientras tocaba el violín pude ver a Steven a lo lejos hablando con varias personas, cuando se dio cuenta que lo miraba, me dedico una sonrisa coqueta.

Al terminar de tocar nos dieron unos minutos de descanso.

-Simplemente maravilloso. –comento Steven.
-Me alegra que le guste.
-Es que es la verdad. –comento.
-Gracias.
-Cada día que te veo, estás más lindo.
-P-Por favor Steven yo...
-Lo sé, estás enamorado de mi subordinado.
-¿Eh?
-Lamento como reaccione ese día, me sentí celoso cuando no debía reclamar nada.
-Steven.
-Lo siento Roderich, te estaba presionando y no debí hacerlo, eres libre de elegir a la persona que quieras.
-...
-Espero y puedas perdonarme y que volvamos a empezar como amigos, ¿te parece? –estiro su mano.

Respire profundamente y estreche su mano.

-Está bien Steven.
-Gracias Roderich. –sonrió.
-No agradezca nada.

Las personas a veces cambian y quieren mejorar...

¿No?

-Quiero felicitarte de nuevo, eres excelente con el violín.
-No es para tanto.
-Es que es verdad, simplemente tu música es perfecta.
-Creo que la perfección solo son Red Rose, su música es excelente, lo mío son baladas.
-¿Red Rose?
-Sí, mire. –le entregue una imagen del grupo.

Steven comenzó a apretar sus puños y rechinar los dientes.

-Te veré después. –me entrego la imagen y se fue.

¿Qué le ocurrirá?



---Yukito---

La semana se pasó muy rápido, sinceramente no quería que transcurriera así, no quiero tener que aceptar esa propuesta pero mi madre, no puede seguir así.

En cuanto a cabo el concierto ese día le dije a Usagi-san que me iría a descansar.

No lo he visto, me ha mandado mensajes y me ha llamado pero no contesto.

Estoy preparando el momento para terminarlo, aunque lo amo, lo primordial es salvar a mi mamá, no importa si me debo sacrificar.

Le mande un mensaje a Usagi-san y lo cite en el parque, ahora lo estoy esperando.

Tengo miedo, y en cierta parte tristeza.

Después de lo que viví con Usagi-san, me hizo muy feliz, ese tiempo estando a su lado fue lo mejor, aunque ahora él no cree en mí aunque lo juré.

-Yukito.

Me levante de la banca y camine hacia él.

-Me alegra verte, no sabes cuánto te extrañe.

Estaba a punto de abrazarme pero se lo impedí.

-¿Yukito?
-Usami, no puedo con esto.
-¿Cómo?

Respire profundamente y lo mire.

-Quiero que terminemos.
-Yukito.
-Estoy cansado de ti, -gruñí- de tu desconfianza, de que solo esté en segundo plano.
-Mi amor yo...
-No me digas así, -lo mire- yo no soy nada tuyo.
-Por favor no lo hagas, nos amamos, sé que soy un idiota por desconfiar de ti pero, te amo, en verdad te amo.
-Ya me canse.
-Yukito por favor...
-No, -me aparte- solo quería decirte eso.
-Pero...
-He pensado en toda esta semana y no puedo, yo no soporto a tu padre, él tampoco a mí, somos como agua y aceite, no voy a esperar a que siempre lo aceptes a él, en que confíes en tu padre y no en mí.
-Juro que yo...
-No me interesa.
-Yukito, -tomo mis mano- haré lo que quieras pero no me dejes.

Quería llorar, necesitaba gritar, decirle que lo amo, pero lo mejor es terminarlo y salvar a mi madre, no quiero lastimar a Akihiko, ni mucho menos que se sienta culpable, no puedo perdonármelo, lo amo.

-Lo siento, -lo aparte- pero esto se acabo aquí.
-Yukito.
-No quiero estar contigo, ya no.
-Mi amor...
-Adiós.

Camine hacia la avenida donde un taxi me esperaba, pude percatarme que Akihiko me intentaba seguir pero no le hice caso y me subí al taxi dándole la dirección de Takeshi.

En cuanto llegue camine a la puerta y toque el timbre.

-Vaya, Yukito, pensé que tendría que irte a buscar.
-Acabemos con esto. –cruce los brazos.
-¿Cómo?
-Me casaré contigo, pero tendrás que liberar a mi madre.
-Buena elección. –sonrió.

Él saco una caja de su bolsillo.

-LO diré de nuevo, por última vez, -sonrió- Kamijou Yukito, ¿quieres casarte conmigo?

Cerré fuertemente mis puños, quería decirle todo el desprecio que le tengo pero, el miedo de saber que puede hacerle algo a mi madre me detiene.

-A-Acepto. –murmure.
-¿Cómo?
-ACEPTO CASARME CONTIGO. –lo mire.

Él me coloco el anillo y me tomo de la cintura.

-Eres mío por fin, -me beso- tu padre se alegrará tanto de saber que volviste.

"Lo hago por mi madre... Espero Akihiko encuentre la felicidad..."



---Hiroki---

Después de una semana estamos llegando a Japón, Mookyul cada día se vuelve tan extraño, es realmente aterrador o...

Siempre está al pendiente de mí...

Acaricia mi vientre y le habla a nuestro hijo... Realmente me es incomprensible.

Me compra muchas cosas, está con la ilusión que sea un niño.

Incluso lo quiere llamar Trent.

En verdad es una persona muy rara.

En algunos momentos se muestra tranquilo y hasta ¿cariñoso? Pero en otros momentos parece un tirano, al menos no conmigo, sino para sus empleados.

Me da mucha pena por ellos...

-Tengo hambre. –suspire.
-¿Qué quieres que te compre?
-No lo sé.
-Bueno te comprare varias cosas, ¿sí? –beso mi frente.
-G-Gracias. –murmure.

En cuanto me compro mis antojos nos dirigimos hasta la casa de Mookyul para que ambos pudiéramos descansar.

No me gusta estar pensando en esto, tengo como cuatro guardaespaldas que me protegen, aunque Mookyul quiere ponerme más guardaespaldas.

-Esto es el colmo. –suspire.
-¿Qué ocurre? –me miro.
-No necesito que me protejas, con un guardaespaldas es todo.
-No, -me miro- tienes en tu vientre a mi hijo y no quiero que le pase nada.
-Y su fuera niña, ¿qué?
-Será un niño.
-Ah, -suspire- es imposible.

Él camino hacia mí y me tomo de la cintura.

-Ya quiero que nuestro hijo nazca y poder hacerte otro. –acaricio mi trasero.
-N-No me toques.

Él miro su celular y sonrió.

-Vamos.
-¿A dónde?
-A dar una vuelta.

Nos subimos a su auto y llegamos a un restaurante.

Ordenamos, fui al baño ya que quería refrescarme un poco.

-¿Hiro-san?
-¡Nowaki! –me sorprendí.
-AMOR. –me abrazó fuertemente.

Mis lágrimas salen por si solas, pero no niego su abrazo, quiero estar con él así pero...

-Lo siento Nowaki.
-¿Qué ocurre amor?
-No puedo estar contigo, ya no.
-¿Eh?

Respire profundamente y con todo el dolor de mi alma lo mire.

-E-Estoy esperando un hijo de Mookyul.  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora