Idiotas...

Capitulo 3

Hace ya una semana desde que conocí a Luna. La chica es todo lo contrario de lo q parece. En mi primera impresión de ella habría jurado que era una chica callada y reservada. Prácticamente se todo sobre ella.
Ademas de eso, su gusto musical es un tanto diferente junto a su apariencia. Un día en el almuerzo me coloco uno de sus auriculares con suavidad en mi oído derecho y por poco me quedo sorda. De los altavoces sonaba a todo volumen un heavy metal bruto que dejaría espantada a cualquier madre.

Por no decir, que esta chica no se calla nunca, y debo aclarar que desde que nos conocemos no se a separado de mi ni un minuto. Todas las mañanas me espera en la puerta del instituto y al salir de cada clase la encuentro junto a mi puerta, me hace compañía durante el regreso a casa, tengo entendido que no vive lejos de mi casa. No suelo prestarle mucha atención cuando habla, ya que dice demasiadas cosas innecesarias, me limito a contestar con monosílabos. Y cuando recorrí por el instituto llena de pintura azul por la venganza de Ainhoa y Sasha, ella se quedo conmigo y me lavo el pelo en el baño del gimnasio.
Ayer me pregunto cuidadosamente si quería ir al centro comercial, y como tengo que comprar ropa nueva para invierno le dije que si. Desde ese momento estuvo súper feliz y me lo a recordado en lo que va de día 29 veces contadas. A sido tan pesada que e llegado a amenazarle de que si no se callaba no iría.

A las siete en punto el timbre de mi casa suena y bajo a abrirle la puerta. Se que es ella porque escucho como practica para dar con la forma adecuada de saludar. Eso me causa una mueca parecida a una sonrisa que es bastante raro en mi.

Cuando abro la puerta la encuentro con un vestidito blanco, un cinturón marrón le amarra su cinturita de muñeca y hacen juego con los taconcitos con cuña marrones que lleva. Lleva su melena rubia recogida en dos trenzas de espiga.

-Hola! -me saluda casi gritando y yo me hago a un lado para que entre.

-No hay nadie-la aviso ya que creo que busca mas personas aparte que yo.
Le doy una ultima pasada a su ropa y luego volteo sobre mis talones para quedar enfrente del espejo de la entrada.

Mis ojos verdes pasan de mi camiseta de tirantes de los Rollings Stone a mis vaqueros negros cortos y a mi camiseta de cuadros roja anudada en mi cintura. Pasan a mi pelo rojo que de pura casualidad también esta recogido con una trenza y mi flequillo torcido como siempre peinado hacia la derecha.

Miro a Luna una ultima vez y me percato de que si que tenemos algo en común. "Ninguna de las dos esta morena" pienso mientras comparo nuestras blancas pieles, "aunque ella es mas pálida que yo"

Diez minutos después entramos en el centro comercial y yo voy directa a comprarme un batido de vainilla. Los batidos de aquí son casi tan buenos como los de la cafetería. Con un batido de vainilla ya en mi poder sigo a Luna a Sprinfield, ella coge mucha ropa de los mismos tonos pasteles de siempre y se mete en el probador, dejando me tranquilamente sentada en un sofá degustando mi batido.

De vez en cuando sale del probador y me pregunta si me gusta esa falda o esa camiseta, dos de ellas medianamente me gustan pero las demás muchas, u recalco la palabra MUCHAS cosas son horribles.

Salimos de esa tienda, y por el rabillo del ojo veo que Luna luce bastante feliz con sus dos camisetas nuevas. Empieza a contarme que su tortuga ayer quiso morderle el dedo pero la estridente voz de la arpía resuena por toda la planta.

-Ei Lunatica, ¿tan desesperada estas por una amiga que ahora te juntas con Elsapato? -la sonrisa de Luna se borra y dirige su mirada a Ainhoa y ha sus cinco sirvientas personales

-¿No os dais cuenta de que esa amistad no puede funcionar? Sois demasiado diferentes-añade Ainhoa tras las palabras de Sasha.

No me molesta el hecho de que me pongan motes, o me insulten o lo que sea que hagan esas inútiles, pero al ver la cara de Luna siento algo por dentro que me carcome.