Capítulo 47: "El cumpleaños de Rumi"

170 17 14
                                    

Pov Asuka:

Dos semanas han pasado, y el cumpleaños de Rumi había llegado rápidamente. No podía creer lo grande que estaba, al fin iba a cumplir diez años, aunque la verdad esperaba que Sachiko apareciera para este día tan especial. Me puse triste al sentir que no llegaría, pero el día estaba recién comenzando.

Diría que no sería el cumpleaños más feliz del mundo, ya que en tan solo esas semanas que transcurrieron, fallecieron unas veinte personas a causa del hambre, ya que muchas quedaron sin las raciones suficientes. Varios reclutas fueron a las zonas afectadas, e intentaron reconstruir los caminos, pero muy pocos volvían con vida, y ninguno regresaba sano y salvo, siempre con alguna herida en el rostro, o incluso en el pecho.

En fin, bastante motivada, caminé hacia el cuarto de Rumi con un par de dulces que logré conseguir con mucha dificultad. La verdad estaba algo avergonzada de llevarle esto como regalo, pero no tenía más opción.

-¡Feliz cumpleaños, Rumi kun! -grité emocionada, a la vez que abría la puerta de la habitación del menor.

-¡Asu chan! -me nombró muy alegre. Él se encontraba acostado en su cama, recién despertando. Quería ser la primera en saludarle, pero cuando entré, Akihiro ya estaba ahí (como era de esperarse) sentado a los pies de la cama de Rumi.

-Qué niño tan grande -me reí, a la vez que abrazaba con ternura al menor- Muchas felicidades, Rumi kun.

-Gracias -sonrió algo tímido, mientras Akihiro le acariciaba la cabeza.

-Tendremos el día libre, ¿no te parece genial? -le pregunté.

-Mhm mhm -asintió Rumi muy emocionado- Al fin podré comer otra vez una torta de Haru chan -me sonrió totalmente alegre, eliminando esa sonrisa de su rostro casi de inmediato, al parecer recordando que este año no podría hacer eso.

-D-De... De todas formas haré que lo pases increíble hoy. Una torta más, una torta menos... -sonreí de manera un poco falsa, a la vez que le entregaba una pequeña bolsa de dulces. Eran bastante pocos la verdad, pero estuve toda la noche anterior peleando por conseguirlos- Toma, sé que son pocos, pero...

-Wa~ ¡Dulces! -gritó Rumi, mientras recibía la bolsa, con aquella sonrisa en su rostro otra vez- Hace tiempo que no comía. Gracias, Asu chan.

-De nada -le respondí, mientras Akihiro le miraba preocupado- ¿Por qué esa cara, Akihiro?

-Oh, nada -me contestó, levantándose de la cama- Rumi, vístete, saldremos un ratito.

-¿Qué? No -negué en voz baja- Akihiro, todo está destruido afuera, ya no se puede salir como antes.

-Lo sé, ya tenía pensado algo de antes. No te preocupes -me tranquilizó, mientras Rumi asentía a la orden anterior- Asuka y yo estaremos en el estacionamiento, cuando termines de vestirte, búscame, ¿si?

-Ajá- asintió Rumi, a medida que Akihiro cerraba la puerta, para que el menor se cambiara de ropa.

El peliazul apenas salimos del cuarto del menor, me tomó de la mano, y comenzamos a caminar hacia el estacionamiento. La verdad estaba decepcionada de mí misma, Rumi hizo tantas cosas por mí en estos años, y por todo su trabajo, solo pude darle un par de dulces.

-No te preocupes, Asuka -dijo Akihiro de la nada, al mismo tiempo que caminábamos por los pasillos- Rumi ha quedado contento con tus dulces, créeme que los valora mucho.

A tal comentario de la nada, no pude evitar abrir mis ojos como platos, para acto seguido, mirarle fijamente algo asombrada.

-¿Cómo supiste que yo estaba triste por...? -iba a preguntarle, pero me interrumpió.

Entre dos mundos [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora