DAN.
No recuerdo con exactitud la primera vez que me enamoré. La última vez que estuve con una chica, todo terminó mal, ella hizo todo un escándalo; inventando que yo la había embarazado. Eso del amor se me hace tan ficticio, tanto que yo le huyo a los compromisos permanentes. Mi padre insistente que, cuando encuentre a la mujer indicada todo mi mundo cambiará. No comprendo en que sentido, si va a ser para mal o para bien.
Porque viendo cómo es mi madre realmente me preocupa, no me gusta juzgarla pero nunca he recibido buenos tratos de ella, no tantos como los recibe mi hermano Carlo. Tampoco es que le envidie, él es algo inestable e impulsivo... tampoco sus relaciones han durado ni acabado del todo bien.—¿Ya está todo listo? —llegó inesperadamente mi Padre a mi oficina.
Mi padre me había heredado el buen hábito del trabajo, al igual que él era vendedor de bienes y raíces. Él comenzó como Licenciado después de finalizar la universidad, pero no le resultó tanto como bienes y raíces.
Mis padres se conocieron en la universidad. De ahí mi madre salió embarazada. Me tuvieron a mi, dos años después llegó mi hermano.
Crecimos con varias dificultades, infidelidades de mis padres, estafadores y personas amenazando una vez que mi papá llegó a la cima. Pero ahora que éramos adultos, ya podíamos superar cualquier maldita cosa que se interpusiera, incluso mujeres.—Si, solo esperaremos a que lleguen, para recibirlos —mi padre siempre me mira con atención —, mamá se encargará del banquete, ¿cierto?
—Si, ella está peleando con los de la cocina ahora.
—Bien, entonces nos vemos en la cena —mi intención jamás es ser cortante, lo único que me gusta es ser directo, yo no soy alguien que se ande con rodeos —. Tengo un cliente a quien visitar antes de que todo esto comience.
Mi padre se acomodó el saco, como si estuviera listo para salir a y conquistar el mundo como suele hacerlo.
—Muy bien. Ese es mi hijo —expresó enorgullecido.
Tomé mi portafolio y salimos.Caminé por los grandes pasillos de la empresa, varios licenciados y sus asistentes yacían en todas partes. Crucé un pasillo menos ostentoso para llegar al edificio en el que se encontraba mi hermano Carlo; seguí caminando hasta llegar con la recepcionista.
—¿Mi hermano Carlo ya salió?
—Me parece que se encuentra en su área de trabajo, en patio —respondió algo dudosa.
No tenía ganas de discutir y mucho menos de ponerme de mal humor, desde luego que no, acostumbro a relajarme antes de ir a ver a un cliente.
—Bien —escupí, dirigiéndome hacia el patio.
Efectivamente estaba ahí. Fumándose un cigarrillo con sus compañeros de trabajo en medio de este calor.
—Carlo —lo nombré, enseguida volteo —. Necesito que me lleves a ver a un cliente.
—¿No vez que estoy ocupado? —pronunció con una sonrisa burlona.
—Tu mamá necesita que le traigas unas cosas —saque de mi bolsillo una hoja mal doblada —. Me entrego esta lista.
—Bien —tiro el cigarrillo y tomó la lista de mal modo.
—Bien, larguémonos —escupí, sacando las llaves de mi Hummer, lanzándoselas para que las atrapara.
ESTÁS LEYENDO
Amores imprescindibles #PStaxPV
Любовные романыDecisiones llegan y se van. Algunas son volátiles, pero cuando se trata del Amor, las desiciones suelen ser la más crueles y hostiles. Cuando Julia decide ser independiente, ella recibe los mejores consejos de sus seres que le aman. Buscar trabajo...