Me he preguntado por qué.

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He escuchado a varias personas preguntarlo al aire mientras yo estaba ahí y muy probablemente también lo hayan hecho mientras no estaba nadie. No sería la primera vez que yo también me lo planteo: ¿Por qué son tan tristes los domingos? Son aburridos, sosos, con una constante e inquebrantable invitación a la melancolía. 

Estoy leyendo a Bendetti y piensa lo mismo sobre los domingos, hasta sería su día predilecto para suicidarse. No pude evitar darle la razón sobre lo último. Las veces que lo he considerado, ha sido con la intuición de que debería ser un domingo.

Sería, tal vez, que es cuando termina una semana y está por comenzar otra. Uno se encuentra en el límite de lo que le hubiera gustado hacer durante esos siete días pero y no se hizo y entre la siguiente semana que comenzará y que traerá consigo a la rutina, quien nos retará a sobrevivirla por otra semana más en la que probablemente, tampoco terminemos de hacer todo lo planteado al inicio. 

Quizá, sería que uno asocian con los famosos y cada vez más citados "problemas de infancia", por esto de que los domingos son considerados "familiares". Así que, si no se tuvo una buena relación con la familia o si los conflictos estaban presentes cotidianamente, he ahí el por qué la súbita tristeza de los domingos. Para quienes no tuvieron familia para disfrutar los domingos para luego llegar el lunes a clases a escuchar lo que los demás niños hicieron con sus papás, bueno, en esa ausencia ha de radicar la razón. 

Tal vez sí, tal vez no. Podrían haber otras razones, podrían haber otras personas a quienes el domingo no los llame a una ligera tristeza. ¿Quién podría saberlo con certeza?

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2016 ⏰

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