La suave brisa balanceaba lentamente su cabello haciéndolo agitar al son del viento, el cielo estaba de un celeste claro, el sol en su máximo esplendor alumbraba todo el lugar, desde donde se encontraba parada podía ver el abismo que con solo dos pasos podría caer unos veinte metros y llegar al mar, veía como las olas iban y venían golpeándose contra las rocas una y otra vez.
- ¡Scar! - gritó la voz aguda de una mujer a sus espaldas. - Ya ven a comer que el mar no se irá. - la llamó con una voz cálida.
Scarleth volteo sonriendo.
- Ya voy mamá - contestó caminando hacia ella, observando las plantas que le rosaban las rodillas.
qué
Llegando a ella, la encontró hablando entretenidamente con su padre Chester, había tendida una manta grande debajo de ellos, encima había un canasto rojizo del que se lograba ver empanadas de pollo. Chester estaba sentado riéndose de alguna cosa graciosa que se había dicho, no logró escucharqué, él estaba con su suéter gris remangado hasta los codos dejando a relucir las cicatrices de los brazos, también llevaba una en el rostro, que le atravesaba desde la nariz llegando a unos milímetros de distancia al ojo derecho, una cicatriz que se hizo cuando defendió a Jackson de unos ladrones cuando este era niño. Llevaba el cabello desaliñado como siempre, castaño oscuro mezclado con las canas grisáceas que se le notaban cada vez más. Al frente de él estaba su madre, tomando su bebida con delicadeza, llevaba un vestido floral largo pero lucía cómodo, los tirantes parecían una cadena de florecillas diminutas, llevaba un collar que le resultó familiar, una cadena con un dije en forma de un rombo rojo, hecha de rubí con un ojo en el medio, lo había visto en algún lado.
Levanto la mirada hasta alcanzar la distancia de su rostro, su cabello era de un castaño claro, su rostro... no había nada, no tenia rostro. Sintió miedo y se alejo de un brinco, ellos lo notaron y dejaron de hablar volteándose hacia ella, estaba pálida y la respiración se le acelero, la seguían mirando fijamente.
-¿Te pasa algo? - inquirió Chester con una voz demasiada gruesa que no reconoció.
Haciendo que se asuste más y quiera salir huyendo lo más pronto posible de allí. Se paro decidida a correr, noto la presencia de alguien observándoles por los arboles, estaba parado , tieso sin expresión en el rostro, todo se torno borroso y la imagen del lugar temblaba, como cuando el televisor falla. Abrió su boca dejando a relucir sus filosos colmillos y comenzó a gritar tan fuerte que Scar dio un sobresalto tropezándose y cayendo al suelo y todo se torno negro.
ESTÁS LEYENDO
ETERNIDAD COMPARTIDA
VampirScarleth Winsmorth vive en las afueras de la ciudad, con sus deberes cotidianos, pero cuando el sol se oculta ella junto con su padre Chester se encargan de exterminar a los vampiros que corrompen las calles cuando salen de cacería. La inquietud co...