AlSeward

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-¡Me haces daño! ¿Acaso es tu primer día de trabajo aquí? Vaya bestia. Quítamelo, este no me gusta. - dijo la mujer-

Lo siento mucho señora Jones, ahora mismo se lo quito - Clara se dió la vuelta y apretó los puños una vez más como hacía día tras día en aquella tienda. Le quitó el vestido a la señora Jones.

La escena se volvió a repetir varias veces, hasta que por fin la adinerada mujer abandonó el local con tres vestidos extremadamente adornados y delicadamente tejidos.

Al cerrarse la puerta, Clara sonrió, y se volteó hacia Susan, su compañera de trabajo.

-Una mujer dura ¿eh? -dijo Susan desde el trastero de la tienda.

-Espero que con esos vestidos tenga para las próximas siete fiestas. - Las chicas soltaron una leve carcajada al mismo tiempo, y siguieron tejiendo los vestidos.

Clara era ya una veterana en aquella tienda, y llevaba con Susan casi tres años, pero ese tiempo había sido el suficiente para hacerse más que amigas. La jornada continuó como todos los días. Telas, telas, y telas, gente que acudía apresurada a recojer su encargo para suevento, otras que simplemente miraban el escaparate...

-¡Hastamañana! -dijo Clara.

-¡Adiós!Se escuchó un golpe al otro lado de la tienda, y a Susanmaldiciendo.

Clarase rió, y abrió la puerta de la calle.


*NarraClara*


Fuerahacía bastante calor, se estaba adentrando el verano antes de lonormal en Seward. Así que me quité la chaqueta, cuando estabaapunto de cruzar una calle.

Escuchéa alguien gritar, pero miré para los lados y no había nadie, asíque volví a lo mío. Pero de repente, un fuerte sonido, me dejóbloqueada, y miré hacia la carretera. Era un coche de caballosenorme, y venía hacia mi a toda velocidad. Lo único que recuerdodespués de eso, es mi brazo izquierdo con dolor, mucho dolor, y lagente pasando por mi lado y esquivandome con caras se asombro, y sinhacer nada al respecto. Creo que después de eso, me dormí y aparecíaquí.

-DEBAJO DE LA VIDA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora