Parte 5: Avanzando

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Gimnasio húmedo.

Me falta la respiración.

Estoy repleta de sudor.

Intentó concentrarme en la bolsa enfrente mío. Pero ahora son dos.

"Okey, necesito agua"

Voy de camino a donde dejé mi mochila y me arrodilló. Revuelvo un poco y sacó la botella.
Enfrente mío veo a Javier precalentando con nuestro entrenador.

Se nota que se está esforzando.

Me pongo de pie y camino hasta donde Marcos está.

-Hola Ori, no te vi llegar.-Me saluda con un beso.

-Hola, entrene con Pablo.-Dije entrecortado.-¿Qué onda Javier?

Fruncio los labios.

-Es bueno entrenando pero me cuesta mucho que valla a las bolsas o hacer ejercicios de entrenamiento como esquivar los golpes. Ya lleva una semana acá.

Asentí.

-¿Y si lo convences?

Por un momento dude.

-Llamalo.

Marcos gritó su nombre y trotó hasta nosotros. Me saludó agitando la mano y me quedé petrificada.

"Eso fue muy raro"

-Marcos estábamos entrenando.-Se quejó Pablo.

Él revoleo los ojos y me reí.
Javier se quedo mirándome.

-Agarra unos guantes y anda a las bolsas.-Le ordené.

Dudó un segundo pero obedeció.

-Pensé que ibas a convencerlo-Se rió Marcos. Sonreí y me encogi de hombros- Sos brava.-Se rió el doble.

Camine hasta donde estaba Javier y lo vi con un guante en mano intentando ponerse el otro.

Y fallaba, y fallaba, y fallaba...

Esa imagen de él me hizo sonreír, parecía un niño como arrugaba la boca y intentaba lograr meter la mano en su guante.

Estaba tierno, no lo iba a negar.

Cuando llegué a estar en frente de él ya me estaba riendo, dejó de hacer lo que hacía para mirarme.

Me saque mis guantes.

Tomé los bordes de su guante y el metió la mano dentro, luego lo ajuste.

-Gracias.-Dijo intentando ocultar una sonrisa.

No podía creerlo. Estaba viendo sus hoyuelos de nuevo, la curva de su boca, sus mejillas rojas y sus ojos achinados.

El me estaba sonriendo. Y no era cualquier sonrisa, era una sonrisa pura. Esas pocas que son de verdad, que llegan a los ojos.

Le sonreí de vuelta.

Tomé mi guante y metí mi mano dentro, él agarró el otro, de seguro para ayudarme, pero lo tomé con mi mano libre y lo sostuve entre mí mandíbula y mí clavícula, metí mí mano dentro y lo ajusté.

Me miró sorprendido y me reí de su expresión. Parecía los niños cuando ven los trucos de magia.

Me medio sonrió.

-Okey vamos a empezar.-Camine hasta una de las bolsas menos pesada.

Me pare frente de una de ellas y mientras le decía los nombres le hacía una demostración.

-¿Lo entendiste?

Asintió con la cabeza.

-Tu turno.

Se acercó a la bolsa con los brazos colgando a cada lado de su cadera.

-ponete en posición.-Me queje.

Se cubrió.

-Ahora lanza un golpe, cualquiera.

Lanzó un golpe recto, un Jab, pero la bolsa apenas se movió.

-Muy bien, excelente. Ahora lo mismo pero con fuerza.-Intenté animandolo.

Ocurrió lo mismo.

Me pare al lado suyo y lance el mismo golpe haciendo que la bolsa se tambalee.

Era fácil porque era una de las menos pesadas. Lo cual demostraba que no le estaba poniendo esfuerzo porque no quería o porque le daba vergüenza.

-Ahora vos.- Detuve la bolsa y la centre.

Volvió a lanzar el mismo golpe y justo cuando creí que era por vergüenza dejó los brazos colgando a los lados.

Así que intenté otro método.

-¿Conoces a Franco?

Fruncio el ceño.

-Franco Mandize.-Asintio con la cabeza.- a él le gusta Milena.-Mentí y su cara se volvió pura confusión.-Si, el jueves pasado ella estaba subiendo las escaleras y se quedo parado ahí debajo, viendo...ya sabes.

Apretó la mandíbula y volvió a la posición de defensa.

-Ahora golpea la bolsa como si fuera Franco.-Dije sastifecha.

- No puedo.-Contesto al instante.

Lo mire atontada. El dejo la posición en la estaba y se encovo escondiendo su cara entre los guantes.

-Pero él le vio...a tú hermana ¿Eso no te hace enojar?

Se destapó y asintió con la cabeza.

-Pero no le quiero pegar.

-No es enserio. Solamente le vas a pegar a la bolsa.

Se mordió el labio y negó con la cabeza.

-Okey, de todas formas no era cierto.-Me lanzó una mirada de decepción.-Quería que golpees la bolsa ¿Sí? Perdón.

Ahora yo tenía los brazos colgando.

Me pare atrás de él.

-¿Y si tuvieses que defenderla de alguien?

Dejó de morderse el labio y lanzó un golpe con más fuerza.

Aplaudi sonriendo.

Lanzó un golpe tras de otro y Marcos se acercó a observarlo.

-Yo me encargó desde acá, seguí entrenando.

Me aleje y busque una bolsa para mí.

Al rato todos comenzaban a irse porque terminaba la hora así que me saque los guantes y comencé a guardar mis cosas.

-Oriana.

¿Javier me llamó?

-Oriana.-Se escuchó de nuevo. Voltee a ver a Javier hablando con Marcos.

-Espérame. Te acompaño.

Juro que intenté no sonreír, pero me tomó de sorpresa.

Cuando terminó se acercó a mi y me extendió la mano con los guantes puestos.

-Ayuda.

Desajuste sus guantes, se los saqué, los guardó y volvio para acompañarme.

Mientras caminábamos añadió

-Gracias por lo de los guantes, tenes que enseñarmelo algún día.-Me sonrió sin mostrar los dientes.

-Me llevó años lograrlo.-Reí.-Me lo enseñó Marcos.

-O podrías ponermelos todos los días.

Llegamos a mi casa.

"¿Que ? Esta coqueteando conmigo.  No imposible,  estamos hablando de Javier el antisocial"

-Como quieras.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2016 ⏰

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