CAPITULO 33 Mentiré por tu bien.

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---Nowaki---

Otra copa de vino vuelve a ser llenada, he perdido la cuenta de la cantidad que he tomado, pero nada me hace efecto.

Pensé que el alcohol aliviaría mis penas pero es una estupidez.

No puedo olvidar las palabras de Hiroki.

Se me hace imposible olvidar su traición.

Me siento como un completo idiota...

A pesar de su traición yo lo sigo amando como el primer día.

ESTO ES UNA JODA.

Aventé la botella de vino lo más lejos de mí.

La puerta se abrió de golpe.

-¿Está bien su majestad? –pregunto Tsumori.
-LARGO.
-No debería seguir bebiendo, se puede enfermar. –comento mientras levantaba lo vidrios rotos.
-ES ALGO QUE NO TE IMPORTA.
-Majestad yo debo ver por su bien.
-Eso mismo dijo él y míralo, -gruñí- LE ABRIO LAS PIERNAS A SU ESPOSO.
-Nowaki creo que estás exagerando un poco.
-¿Exagerando? MALDITA SEA TSUMORI, DEJA DE DEFENDER A ESE IDIOTA.
-Estás en un error Nowaki. –comento.
-Déjame en paz, no te necesito ni a ti ni a nadie. –bufe.
-Espero que cuando te des cuenta de tu error no sea demasiado tarde.
-QUE TE VAYAS. –avente un cojín del sofá.
-Lamento haberlo interrumpido. –hizo una reverencia y se fue.
-Todos son unos mentirosos todo mundo me traiciona.

No puedo creer que tantos años esperando a ser correspondido, tantos años buscando un poco de su amor, tantos años esperando para estar con él...

Pero...

Simples ilusiones, algo que jamás pasará.

Soy tan idiota.

Debí saberlo, siempre fue así, maldito Hiroki, si no querías nada conmigo me hubieras rechazado, si solo querías pasión simplemente lo hubieras dicho...

Me siento tan cansado, no quiero parecer débil...

Pero ¿Cómo no hacerlo?

Cuando te han quitado lo que más amas...

No... No me lo quitaron.

Él se fue por su cuenta.

Me levanté del sofá y camine hacia la habitación que le pertenecía a Hiroki.

Entrar en ese lugar solo me traen recuerdos, recuerdos que quiero olvidar y enterrar en lo profundo de mi ser.

Como podre olvidar ese día, donde se me confeso, esa forma de mirarme.

  Cuando dormíamos juntos y podía sentir su calor. 

Donde solamente éramos los dos con nuestro amor, un gran y hermoso amor. 

  Camine hasta su cama y me recosté en ella.

-Aún conserva su olor.

Me levante de golpe y empecé a aventar todas las cosas que estaban a mi disposición, destruí las cobijas, el mueble.

Quiero olvidar su traición, quiero olvidar todo de él.

MALDITO HIPOCRITA.

-YA BASTA.

Tsumori entró a la habitación y me sujeta con fuerza.

-Tranquilícese por favor.
-SUÉLTAME, DÉJAME IR MALDITO.
-No lo haré, -comento- por favor cálmese.
-A ti no te traicionaron.
-Por favor...
-...
-Nowaki, se cómo debes sentirte, pero ve más allá, -me miro- ¿amas a Hiroki?
-Como un loco.
-¿Entonces?
-¿Qué?
-¿Qué te detiene?
-Ese bebé que le dará a Mookyul, ese estorbo que nos separó.
-¿ESTORBO?
-Sí, un maldito estorbo.
-No puedo creerlo de ti.
-No me interesa, -cruce los brazos- él ya tiene a su familia y yo no tengo nada.
-Siento pena por ti.
-¿Qué?
-Espero que no te arrepientas después de tu comportamiento.

Salió de la habitación.

"No creo arrepentirme, él ya hizo su vida y espero que sean felices como se los merece..."



---Hiroki---

Me quede estático de ver a mi mamá en la puerta principal, sus lágrimas comenzaron a caer cuando nos vio.

-Nelly, ¿no vas a saludar a nuestros hijos?
-MAMÁ. –grito Yukito y corrió a sus brazos.
-Yukito, -sollozo- mi niño.

Mi corazón late fuertemente, tan hermosa que se ve, con esos ojos tan lindos, afortunadamente ya no tiene el golpe en su mejilla.

-Hiroki, -susurro ella- Hiro-chan.

Corrí hacia ella y me uní a ese abrazo.

-Mamá, -murmure- te extrañe tanto.
-Mis dulces hijos, gracias a dios que están bien.
-Me hiciste tanta falta, mami por favor no nos dejes, te lo ruego. –sollozo mi hermano.
-Lo siento hijo, en verdad siento tanto no haberlos cuidado y protegido como era debido. –acaricio nuestras mejillas.
-Mamá te prometo que serás libre. –comente.
-No Hiroki, ustedes...
-BUENO BASTA DE TONTERIAS, -gruñó nuestro padre y nos separó- es hora de brindar, ¿no?

Mi padre tomo el brazo de nuestra mamá.

Caminamos hasta el sofá y ese imbécil de Takeshi sujeto a mi hermano de la cintura y Mookyul me abrazo.

-Nelly, deberías felicitar a tus hijos.
-¿Eh?
-Por favor hijos, denle la noticia a su madre, seguramente estará muy feliz.

Mi hermano me miro y mordió su labio para no llorar.

-Vamos Hiroki, dile la gran noticia a tu madre.

Mi mamá me miro con lágrimas en sus ojos, Mookyul tomo mi mano y caminamos hasta estar frente a ella.

-Buenas tardes señora Kamijou, -comento Mookyul- me presento, soy Mookyul Eun y soy el esposo de su hijo Hiroki.
-¿Esposo? –pregunto mi madre.
-Sí, -susurre- estamos casados.
-¿Eres feliz Hiroki?
-...
-¿Lo eres? –me miro.

Mis lágrimas amenazaban con salir, pero trate con toda la fuerza posible hacerme el fuerte, no puedo permitirme que mi madre sufra por mí y ya no puedo permitir que mi bebé sufra las consecuencias, no quiero perderlo.

-Sí. –susurre.
-Hiroki.
-Soy feliz mamá, lo soy. –sonreí.

Ella acaricio mis mejillas y me abrazó.

-Me alegro hijo mío.
-Y no es solo eso señora.
-¿Eh?
-Nosotros, -tomo mi mano- estamos esperando un bebé.
-¿Qué?
-Dentro de algunos meses será abuela.
-¿Enserio?
-Sí mamá.

Ella acaricio mi vientre y sus lágrimas caían.

-Que felicidad.
-Seremos los mejores abuelos. –dijo mi padre.

Mi madre vio con terror a él y solo bajo la mirada.

Quiero saber que está ocurriendo.

Necesito saber todo lo que paso, pero primero debo buscar la forma de liberarla.

-Yukito, por favor dile a tu madre la noticia, -sonrió- mi amada Nelly, nuestro retoño...
-Mamá, -murmuro Yukito- yo...
-Señora, -comento el idiota ese haciendo una reverencia- tengo la fortuna y dicha de comentarle que Yukito y yo nos casaremos en una semana.
-¿UNA SEMANA? –grite.
-Así es, -comento Takeshi- mi amado y yo lo decidimos así.

Mi hermano me miro y asintió.

-¿Yukito, tú también eres feliz?
-S-Sí mamá, -sonrió- amo a Takeshi con todo mi corazón.
-Me alegro mucho mi niño. –beso su frente.
-Y como ya todos dieron sus noticias, yo tengo otra, -sonrió- me he comprometido con Roderich y nos casaremos pronto.

Me quede pensando quien era Roderich hasta que recordé...

Es el violinista, lo vi con mi padrino, un chico de lentes y de cabello castaño más fuerte que el mío.

  -¿Cómo? –murmure.
-En fin, -sonrió- SALUD.

Todos los presentes estábamos algo incomodos pero alzamos las copas.

¿Qué está pasando?

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora