CAPITULO 6

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Al día siguiente decidí ir a buscar la mansión que vi en mi pesadilla. Lo primero que hice fue preguntar pero nadie me daba razón de la casa. Ya me estaba empezando a resignar hasta que me encontré al -"anciano que me contó la historia de Zafrina" y sin más remedio tuve que hablar de nuevo con así que le dije:

– Disculpe de nuevo el atrevimiento y lamento no haberme despedido la otra vez pero no supe cómo reaccionar a tu historia.

- "el solo me miraba fijamente y ponía atención cada una de mis palabras"-

- En fin no vine a eso, la verdad es que deseo saber si usted sabe ¿dónde puedo encontrar la casa donde vivía Zafrina?, ninguno me da información parece que les da miedo decirme donde es. –"a lo que le contesto"-

- Tú de nuevo pensé que ya habías dejado de buscarla -se rio- bueno señorita esa casa se encuentra casi saliendo del pueblo donde nadie puede escuchar el dolor de las personas.

-"Que bien –pensé- tenía que estar fuera del pueblo donde nadie me podría ayudar si algo sucediera"-

Pero esta vez mire hacia atrás y vi en la cara del anciano un gesto de angustia pero no sabía ¿por qué? ¿Acaso ya no estaba acostumbrado a que siguiera mi instinto?

Mientras caminaba hacia las carrosas del pueblo para ir a la casa de mi sueño. Pude analizar muchas cosas y pude comprender por qué Zafrina sufría tanto, la razón. Era que vivía en lo más lejos del pueblo y si a ello se le puede agregar, que era sola y sufría en silencio entonces tenía lógica todo lo que ahora estaba sucediendo en mi vida y allí reflexionando surgió una pregunta ¿Por qué soy yo la que veo a Zafrina y quiero ayudarla?

***

Cuando llegue a la casa de aquel sueño no era tan tarde a un. Le pague al viejo de la carrosa que me miro con preocupación como si con su expresión me preguntara ¿enserio te vas bajar aquí?, yo solo lo pude mirar con indiferencia. Le di la espalda y camine hacia la casa; lo último que escuche fue la carrosa alejarse.

Cuando vi la casa era vieja y abandonada, camine hacia la puerta con la misma cautela con la que lo hice en la pesadilla, mire hacia adentro de la casa y solo vi muebles cubiertos de sábanas blancas.

Trate de abrir la puerta, pero al parecer estaba atorada su cerradura era dura. Fui a la parte trasera de la casa y mientras iba hacia allí la pude detallar: "sus ventanas eran como una jaula aunque se podía decir que antes estaban pintadas de blanco, luego observe la forma de la casa era tan espantosa parecía algún tipo de cárcel o un calabozo, aunque quizá eso se debía a su abandono, alrededor de la casa se podían ver: muñecas horribles cubiertas de gusanos que salían por sus "ojos", juguetes deteriorados y un triciclo muy oxidado. Pero lo que más me llamo la atención de aquel lugar era un árbol muy grande seco, ya no tenía ni una hoja, sus raíces se extendían por casi todo el "jardín", tanto así que llegaban hasta un pequeño poso que se veía bastante lejos de él, y parecía que ahí había habido un culombio aunque las cuerdas ya estaban podridas y solo colgaba de una".

Llegue a la parte trasera de la casa, la puerta que estaba ahí era grande, de madera aunque estaba podrida y llena de agujeros, parecía que en cualquier momento fuera a caerse de aquel lugar así que tuve precaución para abrirla ("no quería morir aplastada"). Cuando por fin logre entrar, di el primer paso a, aquella casa. Callo un relámpago y con sigo callo la primera gota del cielo.

*** 

La Mirada Más OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora