Prólogo

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— Habitación 209 a la derecha -le indicó una enfermera a Haymitch.

—Gracias —dijo él, sudado y agitado. Había corrido demasiado para llegar al hospital y todavía iba a correr más para llegar a la habitación. Pero de algo se estaba olvidando, la reacción de su hija y de su ex-pareja Effie.

Cuando llego al piso, vio a una mujer rubia junto con un hombre de cabello oscuro saliendo de la habitación 209 pero no alcanzó a ver su rostro. Ellos desaparecieron del pasillo contrario. Pensó que era enfermeros o doctores por la bata de plástico que tenían puesta y su máscara. Estaba a punto de preguntarles pero mejor decidió entrar a la habitación.

Cuando vio a su hija en la camilla con un collarín, le partió el corazón así que se acercó de poco a poco para verla mejor. Ella dormía y no quería hacer ruido, así que se sentó en el sillón y dio un gran suspiro de frustración, mientras se tallaba la cara. Pensó que esto era su culpa, si él hubiera estado presente, ella nunca estaría ahí.

— ¡Eres un imbécil! —se dijo pero también se regañó mentalmente por hacer ruido y despertar a la adolescente.

Abrió los ojos desconcertada — ¿Mamá? —preguntó, tenía la vista en el techo. El collarín impedía que mirara otra parte.

—No, soy... —se acercó a la camilla. Iba a continuar hablar pero cuando vio que su hija le sonrió y lo miro por fin con sus idénticos ojos pero azules como su mamá, lo dejo sin habla.

— Hola, ¿usted es doctor? —le preguntó con voz dulce y suave, pues no lo miraba bien. Haymitch tragó saliva.

— No, yo...., yo soy Haymitch Abernathy, tu padre —le respondió de golpe.

Que idiota eres, pensó.

Ella se tensó un poco — Disculpe, creo que lo escuché mal señor.

Eso le había caído como balde de agua fría.

—Soy tu... padre. Yo sé que no debí venir así de sorpresa... —explicó rápidamente— pero cuando me dijeron que tuviste este accidente....

— Tienes razón, usted no debió venir —le dijo seria, ocultando su sentimientos. Su voz dulce, se habia esfumado— No tiene derecho de verme así de la nada, sin preguntar si quiero verte o no.

Eso fue una apuñalada fuerte en el corazón de Haymitch.

— Lo sé pero tengo una explicación. Solo escúchame....

— ¡NO! Llegas de haber estado en el doce por 9 años. Te olvidaste de nosotras —reclamó Lexie pero esta vez con lágrimas en los ojos.

— Hija...

— ¡No me digas así!

Quien diría que estar un día hermoso y soleado podría pasar un accidente terrible y que veas de nuevo a la persona que te quiso fuera de su vida durante 9 años. Algo loco para un día normal y tranquilo pero eso le pasó a Lexie Abernathy Trinket o como a ella le gusta que le digan, Lexie Trinket.

Para ella su padre murió desde el día que desapareció de sus vidas.

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Se me hablando el corazón y quise publicarlo hoy.

Bueno, las veo hasta la otra semana.

Dejen sus comentarios, me gustaría saber su opinión sobre el Prólogo.

¡Bye, bye! Los quiero <3

~A

Les Debo Mi Amor (Hayffie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora